Riquezas y la plenitud de Cristo y el avanzado recobro del Señor hoy en día, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-7727-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Creo que el Señor hoy está recobrando Efesios 4:11-16. Estos seis versículos nunca han sido completamente abiertos a los santos a través de los siglos. Aunque en el pasado los hemos leído muchas veces, todavía no entendemos claramente cómo las personas dotadas pueden perfeccionar a los santos.
A partir de 1984 yo estudié este asunto por cuatro años y medio, y el Señor me mostró que los apóstoles, profetas, evangelistas y pastores y maestros son dados por el Señor para perfeccionar a otros. Podemos comparar esto a una universidad. Tenemos profesores de diferentes departamentos que enseñan diferentes asignaturas. Al principio, los estudiantes quizás no estén muy familiarizados con sus asignaturas; pero al cabo de cuatro o cinco años de instrucción, todos ellos han sido perfeccionados. La palabra griega que se traduce “ser perfeccionado” significa primordialmente “ser equipado”. También incluye el sentido de suministrar o proveer. El resultado de esta clase de perfeccionamiento es que los estudiantes sean capaces de hacer lo que los profesores pueden hacer. Usamos este ejemplo para mostrar cómo Dios perfecciona a los santos mediante los dones que Él ha dado.
Sabemos que Dios nos ha dado muchos dones. La historia de la iglesia en el pasado nos permite ver que no ha habido muchos apóstoles ni tampoco muchos profetas. Asimismo, tampoco ha habido muchos pastores y maestros. Sin embargo, ha habido muchos creyentes que han sido salvos. Por ejemplo, en el día de Pentecostés como mucho había ciento veinte de los que eran apóstoles, profetas y evangelistas. Todos ellos aprendieron del Señor Jesús y fueron enseñados por Él por tres años y medio. Sabemos que el Señor Jesús primeramente perfeccionó a los doce discípulos. Entre ellos cuatro eran pescadores. Estos cuatro eran dos parejas de hermanos. Una pareja de hermanos era Pedro y Andrés; y la otra era Jacobo y Juan. Originalmente, ellos sólo sabían remendar redes y atrapar peces; no sabían nada en cuanto a salvar a los hombres, predicar el evangelio ni servir a Dios. El Señor Jesús los reunió a todos ellos. Esto es semejante a una reunión de grupo. Ellos se reunieron con el Señor en reuniones de grupo por tres años y medio, y aprendieron todo allí. Como resultado, llegaron a conocerlo todo.
Algunos me han preguntado cómo conducir una reunión de grupo. Les dije que el mejor ejemplo de una reunión de grupo se encuentra en lo que el Señor hizo durante esos tres años y medio. Podemos afirmar que por tres años y medio, el Señor principalmente estableció una reunión de grupo. El núcleo de esta reunión de grupo tenía doce hermanos. Fuera de este grupo, había otro grupo de hermanas con algunas otras personas. Para el día de Pentecostés, esta reunión de grupo ya tenía ciento veinte personas. Todos ellos fueron perfeccionados por el Señor Jesús durante esos tres años y medio en esa reunión de grupo.
El día de Pentecostés, tres mil personas fueron salvas en un tiempo muy breve. Antes de esto, los discípulos no sabían cómo servir a Dios ni cómo ayudar a los nuevos creyentes. Así que, a partir de ese día ellos empezaron a reunirse de casa en casa. Hechos 2 nos dice que diariamente ellos eran unánimes, reuniéndose de casa en casa (v. 46). Estos ciento veinte que habían sido perfeccionados empezaron a dirigir a los tres mil en sus hogares. Entre los judíos de la antigüedad, a veces varias generaciones podían vivir bajo un mismo techo. Si una persona se hacía cargo de cinco familias, las ciento veinte personas podrían cuidar al menos a seiscientas familias. Quizás algunos fueron salvos durante el día en el templo. Así que, en la noche pudieron haber empezado a reunirse en sus hogares. Éste es un ejemplo del perfeccionamiento que vemos en el libro de Hechos.
Después que estos tres mil fueron salvos, no bastaba con que ellos meramente convocaran conferencias especiales. En vez de hacer esto, ellos se reunieron de casa en casa. En sus reuniones ellos no sólo tenían comunión, oración y el partimiento del pan, sino que también enseñaban la verdad y predicaban el evangelio. Por lo tanto, en aquel tiempo la función de la reunión de hogar y la reunión de grupo era todo-inclusiva. Ellos practicaban la vida de iglesia en sus hogares. Debemos creer que ellos tenían reuniones de grupo diariamente y con frecuencia en los hogares de los creyentes. Los que entendían un poco más enseñaban a los que entendían menos. Los que habían sido enseñados por el Señor dirigían a los que no conocían mucho acerca de Dios. Esto nos muestra que el perfeccionamiento de los santos en la iglesia se lleva a cabo en las reuniones de hogar y en las reuniones de grupo.
Pablo en Hechos 20 dijo que él vivió en Éfeso por tres años (v. 31). Él, de manera personal, enseñó y amonestó a los discípulos públicamente y de casa en casa (v. 20). Él sabía muy bien que no era lo suficiente práctico llevar a cabo la enseñanza y el perfeccionamiento en reuniones grandes. Era necesario ir a los hogares de los que habían sido salvos y conducir reuniones de grupo de casa en casa. Ésta es la única manera práctica de perfeccionar a otros. En las últimas reuniones que hemos tenido en las mañanas, he estado hablándoles públicamente; y en la tarde todos ustedes se fueron a sus casas. No tuve en absoluto la certeza de que ustedes entendieron lo que les hablé. No supe si mis palabras habían tenido cabida en ustedes. Quizás ustedes disfrutaron mucho lo que les hablé acerca de las “riquezas” y la “plenitud” mientras estuvieron en las reuniones, pero después que se fueron a sus casas, se olvidaron completamente de las “riquezas” y la “plenitud”.
Ciertamente quisiera poder quedarme aquí por más de tres años. En ese caso, podría ir de casa en casa para enseñarles en sus hogares. Si ustedes no tienen tiempo por la mañana, podría venir en la tarde. Si están ocupados durante el día, podría venir a visitarlos en la noche o incluso a la medianoche. En cualquier caso, buscaría una oportunidad para decirles cómo las riquezas de Cristo pueden llegar a ser sus riquezas y cómo estas riquezas pueden llegar a ser la plenitud. Si ustedes no entendieran estas cosas, se las repetiría una y otra vez hasta que todos las entendieran y fueran alumbrados por ellas. De este modo, serían perfeccionados y equipados.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.