Vivir en el que permanecemos mutuamente con el Señor en el espíritu, Unpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-9118-4
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Todos sabemos que si comiéramos arena y la ingiriéramos en nuestro estómago, esta arena no puede suministrarnos del mismo modo que lo hace el alimento, y aun causará daño a nuestro cuerpo. Debido a que la arena no es orgánica, no tiene los elementos necesarios para suministrarnos. Cualquier alimento, tal como la carne o los vegetales, necesariamente es orgánico. Debido a que nuestro cuerpo es algo orgánico, nuestro alimento también tiene que ser orgánico a fin de que podamos digerirlo y asimilarlo. Por medio de la función orgánica de nuestro cuerpo, el alimento que comemos es digerido orgánicamente en nuestro cuerpo para ser nuestro suministro de vida de modo que nuestro cuerpo pueda obtener vida.
Si usted no come nada en todo el día, cuando llegue la noche sentirá que no tiene fuerzas. Si usted no come por siete días, podría morir. Por consiguiente, nuestro suministro de vida depende de nuestro alimento. Del mismo modo, nosotros los cristianos no sólo tenemos la vida física, sino que también tenemos vida en nuestro espíritu. La vida que está en nuestro espíritu requiere de Dios mismo como su suministro. Sin embargo, puesto que Dios es abstracto y misterioso, debemos tener la Biblia sustanciosa, la palabra de Dios, como el medio por el cual obtenemos el suministro de Dios. Al leer y entender las palabras de Dios, y al convertir lo que leemos y entendemos en nuestra oración, las palabras entran en nosotros como vida y llegan a ser nuestro suministro de vida. Ésta es la manera apropiada de leer la Biblia: al considerar las palabras del Señor como alimento y no como enseñanzas o escritos religiosos.
Por consiguiente, Jeremías 15:16 dice: “Fueron halladas Tus palabras, y yo las comí; / y Tu palabra me fue / por alegría y por gozo de mi corazón”. La buena comida siempre nos alegra; las palabras del Señor son iguales. Cuando comemos las palabras del Señor, tenemos gozo y regocijo en nuestros corazones. Salmos 119:103 dice: “¡Cuán dulces son a mi paladar Tus palabras! / ¡Más dulce que la miel a mi boca!”. Este versículo no dice que las palabras de Dios están en mi mente. Si éste fuera el caso, significaría que yo las estudio con mi mente. Dice que las palabras de Dios están en mi paladar, en mi boca. Ésta es una descripción del gusto que corresponde al disfrute. Uno debe ser muy particular cuando come. Si uno come muy deprisa, tragando todo vorazmente, entonces no tendrá mucho disfrute dulce.
A continuación, el versículo 105 dice: “Lámpara es a mis pies Tu palabra / y luz a mi senda”. Por una parte, no deberíamos considerar que la Biblia son meras enseñanzas, pero por otra parte, aún necesitamos ser instruidos. Primero, la palabra del Señor es nuestro alimento a fin de ser nuestro suministro y disfrute. Luego, llega a ser nuestra lámpara y nuestra luz para guiarnos. La sociedad actual está en tinieblas en todo lugar. Las escuelas, las oficinas, los negocios y demás están todos en tinieblas. Pero si usted mastica y gusta las palabras del Señor cuidadosamente, permitiendo que sean digeridas en su interior, ellas resplandecerán para iluminarlo interiormente y hacerlo sentir que en la senda de la vida humana cada paso que usted da tiene una lámpara y está lleno de luz.
Hace sesenta años, cuando aún era un niño pequeño, estaba completamente oscuro afuera de nuestra puerta en la noche, así que necesitábamos cargar linternas en el exterior y andar cuidadosamente paso a paso. En aquellos tiempos los caminos no eran tan planos como lo son ahora. Siempre había pequeñas protuberancias y hondonadas. Cuando andábamos, teníamos que usar la luz y mirar cuidadosamente antes de dar un paso. Así caminábamos nosotros en esos días. Hoy en día en nuestra sociedad humana, es como si caminásemos de noche, así como lo hacíamos en los días de antaño. Incluso si usted es un joven que está en la escuela, su camino es muy pedregoso, y todo está en tinieblas. Sin embargo, si usted lee y come la palabra del Señor cada día, entonces Su palabra resplandecerá brillantemente en su interior y evitará que usted tropiece.
Es por esto que el versículo 130 dice: “La abertura de Tus palabras ilumina, / impartiendo entendimiento a los sencillos”. La palabra abertura aquí no significa abrir una verdad por medio de una explicación, sino que se refiere realmente a la digestión. Cuando las palabras del Señor son comidas por nosotros y digeridas en nuestro interior, entonces tienen una entrada e irradian luz. Por ejemplo, muchas veces quizás usted se enoje con su esposa, y los ancianos tal vez lo exhorten con Efesios 5:25, diciendo: “Maridos, amad a vuestras mujeres”. Sin embargo, esta exhortación no tiene mucho efecto porque la palabra del Señor no ha sido digerida en su interior.
Si usted verdaderamente digiere la palabra del Señor, aun si usted no lee Efesios 5 sino que más bien lee Juan 6:63: “Las palabras que Yo os he hablado son espíritu y son vida”, de inmediato usted tendrá el proceso interior de la digestión. Una vez que la palabra del Señor se digiera dentro de usted, irradia luz. Usted inmediatamente está en la luz, y ve que su actitud para con las personas es incorrecta. Usted ve que no sólo se ha enojado con su esposa, sino que su actitud hacia los demás también es inapropiada. A veces pareciera que usted tiene la actitud apropiada para con otros, pero eso es falso; eso es meramente una clase de cortesía externa, mientras que por dentro usted detesta a esa persona. Por consiguiente, no es necesario que usted ore-lea específicamente los versículos acerca de amar a su esposa o someterse a su marido. Lo único que usted necesita hacer es usar su espíritu al leer la Biblia. La operación de la palabra del Señor es tan amplia que espontáneamente lo iluminará en todo aspecto.
Hermanos y hermanas, espero que ustedes dediquen un poco de tiempo cada día, al menos diez minutos, para leer una pequeña porción de la Palabra del Señor. Los jóvenes necesitan al menos diez minutos para ingerir una comida, pero cuando ellos comen en tan sólo diez minutos, no digieren bien el alimento, así que es mejor dedicar media hora. Del mismo modo, deberíamos dedicar al menos diez minutos cada día, y es mejor si dedicamos media hora, para leer la Palabra del Señor. Hoy en día todos somos los hijos salvos de Dios y tenemos la vida espiritual interior. Esta vida espiritual necesita nutrimento. Si usted no la alimenta, esta vida no crecerá. Tengo varios nietos; todos los que saben cómo comer son corpulentos, y a quienes no les gusta comer tanto son delgados. Espero que todos ustedes reciban mi palabra para que tengan un buen apetito cada día y dediquen algo de tiempo para leer, entender, desear y orar la Palabra del Señor. De este modo usted no sólo busca la Palabra del Señor, sino que también busca al Señor mismo.
Espero que no tomen esto como una mera doctrina a la que deben estar atentos, sino que reciban esta palabra y la pongan en práctica en su vida diaria. Espero que cada día ustedes se ejerciten para leer la Palabra del Señor de esta forma. En cuanto a cómo leer, les recomiendo que no sean selectivos, pues quienes son selectivos con la comida y sólo ingieren sus alimentos favoritos no crecen para ser personas saludables. Lo mejor es leer tanto el Nuevo Testamento como el Antiguo Testamento al mismo tiempo, comenzando con Mateo en el Nuevo Testamento y con Génesis en el Antiguo Testamento. Lea el Nuevo Testamento en la mañana y el Antiguo Testamento en la noche, y lea corrido según su secuencia sin pasar por alto los pasajes difíciles. Cuando usted lea, recuerde que debe orar sobre ello versículo por versículo, porque las palabras del Señor son vida y verdad y porque este Señor está en nuestro espíritu hoy. Primero debemos pedirle que nos limpie con Su sangre, y luego ejercitamos nuestro espíritu para orar sobre lo que hemos leído y entendido en Su Palabra. De esta forma, tocaremos al Señor interiormente y recibiremos Su suministro. Por consiguiente, todo nuestro ser estará en la luz de vida, y esta luz de vida será nuestro suministro de vida que nos alumbra y nos suministra en todo asunto de modo que tengamos luz en nuestra senda y fuerza en nuestra obra.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.