Cristo maravilloso en el canon del Nuevo Testamento, Elpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-7796-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Hay una palabra que no me gusta usar, pero por no encontrar un mejor término la usaré; ésa es la palabra híbrido. Jesús es un híbrido. Como sabemos, un híbrido consiste en dos cosas que al crecer llegan a ser una sola. Cuando una rama de un manzano es injertada en un duraznero, el fruto producido por esa rama será un fruto híbrido. Parece una manzana, y también en cierto modo parece un durazno. ¿Qué es, una manzana o un durazno? Tenemos que decir que es una manzana-durazno o un durazno-manzana. ¡Es ambas cosas! Sucede lo mismo con respecto a Jesús. ¿Él es Dios o es un hombre? Él es ambos. Él es el Dios-hombre y el hombre-Dios. Nunca debemos usar nuestra capacidad mental limitada para tratar de analizar a Jesús. Éste es el problema de la así llamada teología de hoy.
¿Cómo puede Jesús ser la raíz y a la vez el renuevo? Según nuestro modo de pensar esto es ilógico. Si usted es la raíz, es la raíz; y si es el renuevo, es el renuevo. ¿Cómo puede alguien ser al mismo tiempo la raíz y el renuevo? Sin embargo, debemos recordar que Jesús lo es todo. Él no sólo es la simiente, sino también la raíz. Él también es el renuevo y el fruto. Conforme al mismo principio, Él no sólo es el Padre, sino también el Hijo. Además, no sólo es el Hijo, sino también el Espíritu. ¡Él lo es todo! Si usted tiene a Jesús, tiene la simiente, la raíz, el renuevo y el fruto. Pero ¡eso no es todo! ¡Si usted tiene a Jesús, tiene al Padre, tiene al Hijo y también tiene al Espíritu! ¡Jesús es el todo en todos! Él ciertamente es maravilloso.
En el principio era la Palabra, y la Palabra era Dios. Y esta Palabra se hizo carne. Ahora, como Palabra encarnada, Él no sólo es el Hijo, sino también el Padre. Más aún, Él también es el Espíritu. Esta persona viene y se nos presenta como pan. Él dijo en Juan 6:35: “Yo soy el pan de vida”. Podemos comprender ahora que este pan no es tan sencillo. Él está lleno de ingredientes. En este pan se halla toda clase de elementos divinos y humanos. Además, este pan ha sido totalmente procesado y cocinado, y está listo para que lo comamos.
Cuando era niño, me enseñaron mucho acerca de cómo Jesús vino y murió por nosotros en la cruz. Eso es correcto, pero si usted se detiene ahí, lo que tiene es muy superficial. Jesús pasó por la muerte y la resurrección no sólo para redimirnos, sino también para depositarse en nosotros. Así que nuevamente les digo que Jesús debe ser muy subjetivo para nosotros. Él dijo que Él es nuestro pan de vida. ¿Podría acaso algún alimento nutrirnos si permanece objetivo a nosotros? Mientras esté en la encimera o en la nevera, por mucho que nos guste, permanecerá ajeno a nosotros. Pero aun cuando sea una comida que nos desagrade, en tanto que la comamos, será nuestra y estará forjándose en nuestro ser.
Es por esa razón que Jesús se nos presentó como alimento. Nada es más subjetivo a nosotros que el alimento. El alimento finalmente llega a ser tan subjetivo a nosotros que se hace uno con nosotros. Nosotros somos lo que comemos. Todo lo que comemos llega a ser lo que nosotros mismos somos. El pollo, las naranjas, las manzanas y la carne que comemos llegan a ser nosotros mismos. Por lo tanto, somos una entidad compuesta de todo lo que comemos. Aunque al nacer pesamos sólo unas siete libras, es posible que ahora pesemos ciento setenta libras. Toda la variedad de alimentos que comimos aumentó nuestro peso, no de una manera objetiva, sino de una manera muy subjetiva. Nosotros ingerimos, digerimos y asimilamos el alimento, hasta que éste llegó a ser nuestras células y nuestros tejidos. Por lo tanto, simplemente somos una entidad compuesta de lo que comemos.
Ahora podemos entender por qué Jesús dijo: “Como me envió el Padre viviente, y Yo vivo por causa del Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por causa de Mí” (v. 57). Es únicamente al comer a Jesús que podemos vivir por Él. Él es el pan todo-inclusivo. Cuando este pan todo-inclusivo entra en nuestro ser, llega a ser muy subjetivo a nosotros e incluso llega a ser nosotros mismos. Esto no tiene nada que ver con la religión. La religión simplemente les enseña a otros a servir a Dios de manera externa y objetiva. Esto no es la economía de Dios, ni tampoco es el propósito divino de Dios. La economía de Dios consiste en que Jesús entre en nosotros para llegar a ser nuestro propio ser. Él entrará en nosotros y crecerá en nosotros, y nos transformará en algo diferente. ¡Entonces resplandeceremos con Jesús! ¡Ésta es la ramificación de Jesús!
Las enseñanzas, las doctrinas, las instrucciones y los diplomas universitarios no nos ayudarán. Podemos hablar acerca del pollo, estudiarlo y saber todo acerca de él, pero si no lo ingerimos, no nos aprovechará nada. La Biblia no nos revela simplemente a un Cristo objetivo. Es cierto que ella nos presenta el aspecto objetivo, pero la Biblia nos revela aún más el aspecto subjetivo. Es por eso que Jesús dijo que Él es nuestra comida. Nada puede ser más subjetivo a nosotros que el alimento, puesto que llega a ser nosotros mismos. Jesús dijo: “Yo soy el pan de vida [...] El que me come, él también vivirá por causa de Mí”.
Si yo no hubiera desayunado esta mañana, me sería difícil estar aquí hablándoles. Pero puesto que comí a la hora del desayuno, ahora vivo por lo que comí. Es por eso que tengo tanta energía. De la misma manera, si comemos a Jesús, viviremos por causa de Él. Jesús es una comida todo-inclusiva. Él es todo lo que necesitamos. Él está lleno de los ingredientes más finos; es por eso que Él es un alimento todo-inclusivo. Él no es un pan sencillo, sino que es un pan todo-inclusivo. En este pan están todos los atributos de la divinidad y todas las virtudes de la humanidad. ¡Qué maravilloso pan es Él para nosotros!
No existen palabras para describir todo lo que Jesús es de manera exhaustiva. No podemos acabar jamás de describir todo lo que Él es. ¡Él ciertamente es maravilloso! Él es tanto Dios como hombre. Él es Aquel que ora, y también es Aquel que contesta la oración. Él es Aquel que siembra la semilla, y también Aquel que la hace crecer. Él es la pequeña raíz, y también es el renuevo. Él es la raíz que brotó en tierra seca, y también es una delicada planta. Él es la simiente, la raíz, el renuevo y el fruto. Ahora Él se nos presenta a nosotros como pan de vida. Si le comemos, viviremos por causa de Él. Todos los ingredientes espirituales se encuentran en Él. ¡Aleluya por este Jesús!
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.