Cristo maravilloso en el canon del Nuevo Testamento, Elpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-7796-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
ISBN: 978-0-7363-7796-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
Font Size
La Biblia es un libro maravilloso que nos presenta a una persona maravillosa. No debemos pensar jamás que este libro divino es maravilloso en algún otro sentido. Algunos creen que la Biblia es maravillosa en sus doctrinas y enseñanzas. Ciertamente reconozco que hay buenas enseñanzas en este maravilloso libro. Pero todos debemos comprender que este libro es maravilloso porque nos presenta a una persona maravillosa. Esta persona maravillosa es Jesucristo.
Me temo que sepamos muy poco acerca de esta maravillosa persona. No es necesario que mencione lo profundo que es ni Sus inescrutables riquezas. ¡Nada más Su nombre es maravilloso!
Muchos de nosotros no sabemos nada acerca de Su nombre. ¿Alguna vez llegó a oír que Jesús es llamado el Renuevo? “Háblale, diciendo: Así habla Jehová de los ejércitos, diciendo: He aquí el varón cuyo nombre es el Renuevo; y brotará de su lugar y edificará el templo de Jehová” (Zac. 6:12). Éste es uno de los nombres maravillosos de Jesús. Además de Renuevo, Jesús es llamado con otro nombre en Jeremías: “He aquí, vienen días, declara Jehová, en que levantaré a David Renuevo justo; Él reinará como Rey, actuará con prudencia y hará derecho y justicia en la tierra. En Sus días será salvo Judá, e Israel habitará seguro; y éste es Su nombre con el cual será llamado: Jehová, justicia nuestra” (23:5-6).
Jesús tiene también otro nombre: la simiente de la mujer. Esto lo vemos en Génesis 3:15, que dice: “Pondré enemistad / entre ti y la mujer, / y entre tu simiente y la simiente suya; / él te herirá en la cabeza, / pero tú le herirás en el calcañar”.
¿Por qué Jesús es llamado la simiente de la mujer? Para entender esto debemos comprender que Dios, a fin de cumplir Su propósito, creó al hombre para que fuese el centro del universo. No es nada insignificante el que hayamos sido creados a la imagen de Dios. Adán fue hecho a la imagen de Dios. Pero Dios dijo que no era bueno que el hombre estuviera solo; así que, tomó una parte del hombre y con ella edificó una mujer. Ésta es la economía de Dios. Muchas veces los que somos esposos quisiéramos no tener una esposa; pero, por otro lado, no podemos seguir adelante sin una esposa. La economía de Dios ha determinado que seamos así. Fue por eso que Dios le preparó al hombre una esposa.
Pero no mucho después que Dios le hizo al hombre una ayuda idónea, Satanás se introdujo. Él no se acercó por primera vez a la humanidad por medio del hombre, sino por medio de la mujer. Podemos comparar al esposo con la puerta principal de la casa, y a la esposa con la puerta trasera. Satanás entró por la mujer, no por el hombre. Esto puede parecernos terrible, pero es verdaderamente maravilloso.
Hace cuarenta años yo escuché un mensaje del hermano Watchman Nee en el que decía que en todo el universo Dios tiene un enemigo, que es semejante a un ratón que ronda en nuestra casa. ¿Cómo podemos deshacernos de él? La mejor forma es ponerle una trampa. Con la trampa siempre hay una puerta pequeña. La puerta que conduce a la trampa es la mujer. El que fabricó la trampa hizo la puerta. Entonces un día Satanás entró a la humanidad por esta puerta. Él pensaba que había capturado al hombre, pero en realidad era Dios quien había atrapado al enemigo en una trampa. Es por eso que en Génesis 3 Dios le dijo al enemigo que la simiente de la mujer heriría su cabeza.
Así que, a la postre vemos que la mujer no es tan mala. Finalmente, ella es gloriosa. Aunque Satanás entró por la mujer, la simiente que heriría la cabeza de la serpiente también vendría por medio de la mujer. ¡Aleluya! Jesús no era la simiente de un hombre; Él era la simiente de una mujer. Todas las hermanas deben sentirse orgullosas. Desde el día en que Jesús vino por medio de la mujer, tenemos una maravillosa historia de la mujer en el Nuevo Testamento. Recientemente, estuve teniendo comunión con las hermanas en Los Ángeles acerca de las seis Marías que se mencionan en el Nuevo Testamento. Por supuesto, la primera María es la mujer por medio de quien Jesús nació. Es con María que tenemos la simiente de la mujer, y su simiente es Jesús.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.