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Lo que el reino es para los creyentespor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-7228-2
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CAPÍTULO TRES

LO QUE EL REINO ES PARA LOS CREYENTES

(3)

EL REINO, GOBIERNO Y GLORIA DE DIOS

Lectura bíblica: Lc. 19:11-13, 15; Sal. 2:6-7; Dn. 7:13-14; Hch. 2:33, 36; Jn. 16:13-15; Ap. 22:1-2

El reino es una verdad crucial hallada en la Biblia. Si verdaderamente conocemos la Biblia, comprenderemos que en todo el universo toda la historia de Dios tiene que ver con un reinado, es decir, es una historia de obtener un reino. Es fácil entender que si alguien importante ha de cumplir su deseo y manifestar su gloria, debe poseer autoridad y obtener un reino. Si no logra obtener un reino donde pueda ejercer su autoridad, le será imposible llevar a cabo sus planes y exhibir su gloria.

Cada vez que se menciona el reino en la Biblia, por lo general está relacionado con la autoridad y la gloria. Considere, por ejemplo, la oración del Señor en Mateo 6. Al final de esta oración tres cosas se mencionan juntas. El Señor oró, diciendo: “Tuyo es el reino, y el poder, y la gloria” (v. 13). Daniel 7:14 también menciona juntos estos tres asuntos, diciendo que al Hijo del Hombre le fue dado de parte de Dios dominio, gloria y un reino. Sin el reino, Dios no puede ejercer Su autoridad; si no ejerce Su autoridad, no puede cumplir Su deseo; y si no cumple Su deseo, Dios no puede expresar Su honra ni Su gloria.

En los versículos 9 y 10 de Su oración en Mateo 6, el Señor mencionó tres cosas. Él primero oró, diciendo: “Santificado sea Tu nombre” (v. 9). Esto está relacionado con la gloria. Que el nombre de Dios sea santificado en la tierra es cuestión de que Él sea glorificado. Luego el Señor añadió: “Venga Tu reino” (v. 10a), y después añadió: “Hágase Tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (v. 10b). Esto muestra que el que se haga la voluntad de Dios tiene que ver con el ejercicio de Su autoridad. Si la soberanía de una nación no puede ejercerse en cierto lugar, las leyes de esa nación no podrán ejecutarse allí. A fin de ejecutar una ley y cumplir un propósito, una nación debe poder ejercer su soberanía. Las leyes están relacionadas con la voluntad. A fin de cumplir Su voluntad en la tierra, Dios tiene que extender Su autoridad a la tierra, y a fin de extender Su autoridad a la tierra, debe obtener un reino en la tierra. Una vez que Él obtenga un reino, podrá ejercer Su autoridad, cumplir Su voluntad, lograr que Su nombre sea santificado y recibir la gloria.

Por consiguiente, vemos que estos tres grandes asuntos —la voluntad de Dios, la gloria de Dios y la santificación del nombre de Dios— dependen del reino de Dios. Una vez que Dios obtenga Su reino, Su voluntad será hecha, Su nombre será santificado y Él será glorificado. La clave de estos tres asuntos es si Dios puede o no obtener Su reino. El fundamento del reino de Dios es el trono del gobierno de Dios.

SATANÁS Y EL HOMBRE SE REBELARON
CONTRA LA AUTORIDAD DE DIOS

La Biblia claramente nos muestra que lo único que Satanás desea hacer en el universo es derribar el trono de Dios. Isaías 14 revela que Satanás quiso exaltar su trono al mismo nivel de Dios (v. 13). Esto significa que Satanás se ha propuesto transgredir la soberanía de Dios, usurpar la autoridad de Dios y derribar el trono de Dios; él tiene la intención de establecer su propio reino en el universo. En Mateo 12 el Señor Jesús habló acerca de dos reinos: el reino de Dios y el reino de Satanás. Él dijo: “Si Yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, entonces ha llegado a vosotros el reino de Dios” (v. 28). También dijo: “Si Satanás echa fuera a Satanás [...] ¿cómo, pues, quedará en pie su reino?” (v. 26). Esto nos muestra que hay dos reinos en el universo. Uno es el reino de Dios, y el otro es el reino de Satanás. En el primero Dios ejerce Su autoridad, y en el segundo Satanás intenta usurpar la autoridad de Dios. En el primero Dios establece Su trono para ejercer Su autoridad, y en el segundo Satanás intenta derribar el trono de Dios para establecer su propia autoridad.

El asunto de la autoridad se menciona desde el comienzo de la Biblia. En Génesis 1 se nos muestra que Dios le dio al hombre autoridad para que ejerciera dominio sobre todos los seres vivientes que están en el mar, en el aire y en la tierra (v. 26). Satanás le robó el hombre a Dios cuando tentó al hombre a rebelarse contra Dios, a usurpar la autoridad de Dios. Cuando el hombre pecó, no simplemente infringió una norma, sino que aún más se sublevó contra Dios, se rebeló en contra de Él y desechó Su autoridad, lo cual equivalía a negar la autoridad de Dios y rechazar Su gobierno. Así como Satanás se rebeló contra Dios, el hombre también se rebeló contra Dios. Las primeras criaturas que Dios hizo fueron los ángeles, entre los cuales el arcángel instigó a muchos a rebelarse. Más tarde, Dios creó al hombre, quien también se rebeló. Podemos decir que el hombre y Satanás trabajaron en equipo para rebelarse contra Dios.


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