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IV. RESUCITÓ DE ENTRE LOS MUERTOS

A los ojos de Dios, cuando Cristo fue resucitado, no resucitó solo, sino que todos nosotros, quienes hemos sido escogidos y a quienes Dios ha incluido para estar en Cristo, también fuimos resucitados juntamente con Cristo. De la misma manera que nos hizo pasar con Él a través de la muerte, así también en Su resurrección de entre los muertos nos sacó de la muerte y nos introdujo en Su resurrección. Por lo tanto, Efesios 2:6 dice que Dios nos resucitó juntamente con Cristo y nos sentó en los lugares celestiales con Él. En 1 Pedro 1:3 también dice que Dios nos regeneró mediante la resurrección de Cristo. No piensen que ustedes fueron regenerados el día en que creyeron en el Señor Jesús; pensar así es incorrecto. Ustedes fueron regenerados el mismo día que Pedro y Juan, en el día de la resurrección del Señor. El día en que el Señor resucitó fue el mismo día en que ustedes fueron regenerados. Dios es eterno; en Él no hay factor de tiempo ni espacio. A Sus ojos, todos los que han sido salvos fueron regenerados con Cristo el mismo día.

Dios nos escogió antes de la fundación del mundo. En ese tiempo, no sólo nosotros no habíamos nacido, sino que tampoco los ángeles, los cielos y la tierra aún no habían sido creados. Sin embargo, a los ojos de Dios, en ese tiempo nosotros ya existíamos. Hermanos y hermanas, ¿ustedes creen que ya existían antes de la fundación del mundo? Efesios 1:4-5 dice que Dios nos escogió y nos predestinó. La predestinación significa marcarnos de antemano. Si no hubiéramos existido en la eternidad, ¿cómo Dios nos hubiera podido escoger y predestinar? No podemos entender esto con nuestra mente. Sin embargo, para Dios, hacía mucho tiempo que ustedes y yo ya existíamos en el universo; Dios nos escogió y nos predestinó en aquellos tiempos. Un día Él vino a morir por nosotros y, después de que todo fue cumplido, Él también resucitó por nosotros. Después, en cierto tiempo nacimos y crecimos, y de algún modo escuchamos el evangelio y creímos en Jesús. Previamente el evangelio nos parecía una superstición, pero después no pudimos resistir más y creímos en Él. Además, mientras más creímos, más cómodos y contentos nos sentíamos. ¿Han visto alguna familia o alguna nación que sean creyentes de Jesús que no haya sido bendecida?

Queridos hermanos y hermanas, verdaderamente debemos entender que fuimos escogidos por Dios y que cuando el Señor Jesús fue crucificado, Él nos llevó con Él a la cruz. Él es todo-inclusivo, Su muerte es todo-inclusiva y Su resurrección no tiene límites. Cuando un grano de trigo muere, se producen muchos granos. Lo que se siembra es un solo grano, pero lo que se produce son muchos granos. Un Jesús fue sepultado en la tumba, pero decenas de millones de personas fueron resucitadas. Hoy todos estamos en Cristo. Frecuentemente nos sentimos débiles en nosotros mismos y tenemos muchos problemas; sin embargo, la palabra del Señor nos dice que en Cristo todo lo podemos. En Cristo todos somos fuertes, no somos débiles. No crean en su debilidad; ésa es una mentira de Satanás. Cada uno de nosotros es fuerte porque somos los que han sido resucitados, y hoy estamos sentados en los lugares celestiales.

A. Para introducir al hombre en Dios
a fin de mezclar la humanidad con la divinidad

Cristo resucitó de entre los muertos para introducir al hombre en Dios a fin de mezclar la humanidad con la divinidad.

B. Para llegar a ser el Espíritu vivificante
a fin de impartir la vida de Dios en el hombre

Cristo también resucitó de entre los muertos para llegar a ser el Espíritu vivificante a fin de impartir la vida de Dios en el hombre.

V. ASCENDIÓ A LOS CIELOS

A. Para que Dios lo haga Señor y Cristo

Queridos hermanos y hermanas, no hay palabras que sean más excelentes y dignas de confianza que las palabras de la Biblia. La Biblia nos dice que hemos sido escogidos por Dios y que Dios nos ha puesto en Cristo. Cuando Cristo murió, nosotros morimos juntamente con Él. Cuando Cristo resucitó, fuimos resucitados juntamente con Él. Cuando Cristo ascendió, ascendimos con Él a los lugares celestiales y fuimos sentados con Él en el trono. Hoy, nosotros no prestamos atención a nuestro entorno ni a nuestra propia condición, sólo ponemos nuestra mirada en Él. Hoy en día, como el Señor en los cielos, este Jesús reina sobre todo, y como Cristo Él logra todo.

B. Para que Dios lo dé por Cabeza sobre todas
las cosas a la iglesia, de modo que todas las cosas sean encabezadas por Él

Él también es la Cabeza sobre todas las cosas para la iglesia y a la iglesia, de modo que todas las cosas sean encabezadas por Él. Las personas del mundo son pecaminosas y se han degradado. El pecado y la degradación causan que la gente se disperse. Sin embargo, cuando creímos en el Señor Jesús, Él mismo llega a ser nuestra Cabeza. Por lo tanto, hoy cuando predicamos el evangelio, introducimos a las personas en el Señor Jesús. Todos los que han creen en Él serán encabezados por Cristo, la Cabeza.

C. Para derramar sobre Su Cuerpo al Espíritu todo-inclusivo prometido por Dios

Por último, cuando Él ascendió a los cielos y recibió el Espíritu todo-inclusivo del Padre, Él lo derramó sobre todos aquellos que creen en Él. En este Espíritu llegamos a ser un Cuerpo, el cual es la iglesia. Mi corazón se regocija y mi espíritu salta cuando llego a este punto. ¡Gloria, aleluya! Nosotros, los que estamos en Cristo, estamos sentados con Él en los lugares celestiales y tenemos al Espíritu Santo derramado sobre nosotros, a fin de hacernos un Cuerpo para Su testimonio.