Información del libro

Mensajes para creyentes nuevos: Búsqueda de la voluntad de Dios #17por Watchman Nee

ISBN: 978-0-7363-0135-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 1 de 1 Sección 1 de 5

LA BUSQUEDA DE LA VOLUNTAD DE DIOS

Lectura bíblica: Jn. 7:17; Mt. 10:29-31; 18:15-20; Ro. 8:14; Sal. 119:105; 1 Jn. 2:27

I. LA NECESIDAD DE OBEDECER LA VOLUNTAD DE DIOS

Antes de ser salvos, todo lo hacíamos según nuestra propia voluntad. En aquel entonces nos servíamos a nosotros mismos y todo lo hacíamos para complacernos. Estábamos dispuestos a hacer cualquier cosa que nos alegrara o nos trajera esparcimiento. Pero ahora creemos en el Señor y hemos aceptado a Cristo Jesús como nuestro Salvador. Lo hemos reconocido como nuestro Amo y a El servimos. Reconocimos que El nos redimió. Le pertenecemos a El y el motivo de nuestra existencia es servirlo. Por esta razón necesitamos un cambio fundamental. No debemos seguir viviendo según nuestras preferencias; tenemos que conducirnos según la voluntad de Dios. Cuando creemos en el Señor, cambia el centro de nuestra vida. El centro ya no somos nosotros, sino el Señor. Lo primero que debemos hacer después de ser salvos es preguntar: “¿Qué haré, Señor?” Esta fue la pregunta que Pablo hizo en Hechos 22:10, y nosotros también debemos hacerla. Cuando afrontemos cualquier adversidad, debemos decir: “Señor, no sea como yo quiero, sino como Tú quieres”.

La vida que poseemos tiene un requisito básico: andar conforme a la voluntad de Dios. Cuanto más obedezcamos la voluntad de Dios, más gozo tendremos. Cuanto más nos neguemos a nuestra propia voluntad, más recto será nuestro camino delante de Dios. Si andamos conforme a nuestra voluntad como solíamos, no estaremos contentos, sino que sufriremos. Después de ser salvos, cuanto más vivamos según nuestra propia voluntad, más sufrimiento tendremos y menos gozo. Pero cuanto más vivamos según la nueva vida y más obedezcamos a la voluntad de Dios, más gozo y paz tendremos. Este es un cambio maravilloso. No debemos pensar que seremos felices si andamos conforme a nuestra propia voluntad. Cuando creemos en el Señor, al aprender a someternos y a obedecer la voluntad de Dios, no al andar según nuestra voluntad, encontraremos nuestro camino lleno de gozo y paz. El gozo del creyente depende de su obediencia a la voluntad de Dios, no de conducirse según su propia voluntad.

Una vez que llegamos a ser creyentes, tenemos que aceptar la voluntad de Dios y ser gobernados por ella. Si uno puede someterse humildemente a la voluntad de Dios, se evitará muchos desvíos innecesarios. Muchos fracasan y dejan de crecer en vida, porque viven por su propia voluntad. El resultado de conducirnos según nuestra propia voluntad es tristeza y pobreza. De una u otra forma, a la postre tendremos que andar conforme a la voluntad de Dios. Dios nos subyugará por medio de las circunstancias. Si Dios no nos ha escogido, nos permitirá andar como nos plazca. Pero puesto que nos escogió, nos conducirá en el camino de la obediencia de acuerdo a Su camino. La desobediencia sólo nos costará desvíos innecesarios. De todos modos, al final, tendremos que obedecer.

II. COMO CONOCER LA VOLUNTAD DE DIOS

Nos preguntamos cómo podemos conocer la voluntad de Dios. Con frecuencia pensamos que nosotros simples seres mortales nunca podríamos llegar a entender la voluntad de Dios. Sin embargo, debemos tener presente que nosotros no somos los únicos que deseamos obedecer la voluntad de Dios, pues Dios mismo también desea que obedezcamos Su voluntad; así que El también desea que sepamos cuál es Su voluntad. Puesto que El desea que le obedezcamos, primero debe darnos a conocer Su voluntad. Por lo tanto, a Dios le corresponde revelarnos Su voluntad. Ninguno de los hijos de Dios debería preocuparse y decir: “Si no sé cuál es la voluntad de Dios, ¿cómo podré obedecerla?” Esta preocupación es innecesaria porque Dios siempre tiene una manera de darnos a conocer Su voluntad (He. 13:21). Tenemos que creer que Dios siempre nos mostrará Su voluntad por los medios apropiados. El debe decirnos cuál es Su voluntad. Si somos sumisos en actitud e intención, no hay duda de que conoceremos Su voluntad. Debemos tener la plena certeza de que Dios anhela revelar Su voluntad al hombre.

¿Cómo se puede conocer la voluntad de Dios? El creyente debe prestar atención a tres cosas a fin de conocer la voluntad de Dios. Podremos estar plenamente convencidos de cuál es la voluntad de Dios si estas cosas concuerdan: (1) las circunstancias, (2) la dirección del Espíritu Santo y (3) las Escrituras. Este no es ni el orden de importancia ni la sucesión cronológica; no tienen que darse necesariamente en ese orden. El hecho es que estas tres cosas nos ayudan a conocer la voluntad de Dios. Cuando los testimonios de estas tres cosas concuerdan, podemos tener la certeza de que nos señalan la voluntad de Dios. Si una de estas tres cosas no está de acuerdo con las otras dos, debemos esperar hasta que concuerden antes de proceder.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top