Información del libro

Cristo que mora en nosotros seqún se ve en el canon el Nuevo Testamento, Elpor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-4916-1
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 15 de 16 Sección 2 de 5

EL ESPÍRITU ABUNDANTE

Con relación al problema del vivir práctico de la iglesia, Pablo les dijo a los filipenses que todas las cosas que le habían sucedido a él resultarían en su salvación por medio de la petición de ellos y la abundante suministración del Espíritu de Jesucristo. Todos nosotros debemos saber que el Espíritu de Jesucristo es más abundantemente rico que el Espíritu de Dios. En un sentido el Espíritu de Jesucristo es el Espíritu de Dios; pero en otro sentido, hay una gran diferencia entre ellos.

Antes de que el Señor se encarnara, y fuera crucificado y resucitado, el Espíritu era el Espíritu de Dios. Este Espíritu no tenía el elemento de la encarnación, la crucifixión, la resurrección o la ascensión. Por lo tanto, el Espíritu era simple y llanamente el Espíritu de Dios. Pero después de la encarnación, la crucifixión, la resurrección y la ascensión, el Espíritu de Dios llegó a ser el Espíritu de Jesucristo. Este Espíritu no sólo posee el elemento de Dios, sino también el elemento del hombre. Éste tiene el elemento divino y el elemento humano. Además de ello, posee el elemento de la aniquilación de la crucifixión, la germinación de la resurrección, la ascensión y la exaltación. Ahora este Espíritu no sólo es el Espíritu de Dios, sino también el Espíritu de Jesucristo. Este Espíritu abundantemente rico incluye el elemento divino, el elemento humano, la aniquilación de las cosas negativas, la germinación de la nueva creación, la exaltación, el reinado, el señorío y la autoridad como cabeza. ¡Aleluya! ¡Cuán abundante es el suministro que ahora se halla en este Espíritu! Todo lo que necesitamos, lo obtenemos en la abundante suministración del Espíritu de Jesucristo.

Sin embargo, esta abundante suministración jamás sería una realidad para nosotros ni la experimentaríamos ni disfrutaríamos si el Espíritu de Jesucristo no morara en nosotros. Incluso si el Señor estuviera aquí en la tierra, pero no morara en nosotros, nunca participaríamos de Su abundante suministración. Así que, este Espíritu rico y abundante debe morar en nosotros. De este modo, todo lo que Él tiene y todo lo que Él es podrá ser nuestra experiencia.

Pablo nos dice que la manera práctica de llevar la vida de iglesia es saber que en cualquier situación en que nos encontremos, nosotros tenemos al Espíritu todo-inclusivo de Jesucristo en nuestro interior. Así, no importa lo que nos suceda, ello resultará en nuestra salvación gracias a este rico suministro. No tenemos que pedir que las aflicciones vengan ni tenemos que pedir que no vengan. Eso lo dejamos en manos del Señor. No obstante, sí debemos orar —y pedirles a otros que oren por nosotros— a fin de que podamos experimentar la abundante suministración del Espíritu de Jesucristo. Debemos aprender a experimentar la rica suministración de este Espíritu en todas nuestras circunstancias. Esta experiencia producirá la vida de iglesia en términos prácticos.

CRISTO MAGNIFICADO

La única preocupación de Pablo era que todas las cosas que le sucedían resultaran en su salvación al recibir la abundante suministración del Espíritu de Jesucristo. Después de esto dijo: “Conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte. Porque para mí el vivir es Cristo” (Fil. 1:20-21). Pablo sabía que el propósito de Dios era que Cristo fuera magnificado en él, o por vida o por muerte. Magnificar a Cristo incluye el hecho de expresar a Cristo con cierta dignidad. Cristo debe ser expresado en nosotros, pero no de una manera pobre y deficiente. Él debe ser expresado de una manera magnificada y majestuosa.

Con respecto a algunos de los santos más maduros, percibimos cierta clase de majestuosidad espiritual. Debido a que han experimentado a Cristo a ese grado, ellos expresan a Cristo de una manera digna. Cristo es magnificado en ellos no sólo en las cosas positivas de la vida, sino también en las cosas negativas de la muerte. Ya sea que su entorno sea positivo o negativo, ello no tiene importancia. Para ellos, todas las circunstancias son iguales, simplemente son oportunidades en las que pueden magnificar a Cristo. Es por eso que Pablo finalmente pudo decir: “Para mí el vivir es Cristo”. Él experimentaba la vida de iglesia de manera práctica.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top