Cristo maravilloso en el canon del Nuevo Testamento, Elpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-7796-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Ahora debemos proseguir a hablar del ejercicio de los dones. Los pentecostales siempre insisten en que se deba tener el ejercicio de los dones en las reuniones. Cuando ellos vienen a nuestras reuniones, lo primero que hacen es fijarse en si se habla en lenguas, con o sin interpretación. También se fijan en si tenemos el supuesto profetizar. Si no tenemos esta clase de cosas en la reunión, ellos dicen que no tenemos el ejercicio de los dones. ¡Pero eso no es cierto! Hoy en las iglesias tenemos mucho más el ejercicio de los dones. Ellos se refieren simplemente al hablar en lenguas, a la interpretación y al profetizar. Pero en nuestras reuniones nosotros tenemos el ejercicio de los dones más que ellos.
En 1 Corintios 12:8-10 el primer don que se menciona no es el hablar en lenguas, sino la palabra de sabiduría. Por muchos años, la palabra de sabiduría ha estado en las reuniones de las iglesias. El siguiente don es la palabra de conocimiento. ¿Alguna vez escucharon ustedes la palabra de sabiduría y la palabra de conocimiento tanto como en las reuniones de la iglesia? Esto no es una jactancia, sino simplemente un hecho. ¿No es esto el ejercicio de los dones? El tercer don que aparece en este pasaje es la fe, y el cuarto es la sanidad. El quinto es obras poderosas, el sexto es el profetizar y el séptimo es el discernimiento de espíritus. Luego, al final, los últimos dos que se mencionan son el hablar en lenguas y la interpretación. Así que, tenemos nueve dones en este pasaje. Los primeros son las palabras de sabiduría y de conocimiento. Esto es lo que nosotros ejercitamos siempre en nuestras reuniones. Nosotros ejercitamos los dones principales.
La gente antes hablaba de las supuestas nueve manifestaciones del Espíritu que hemos mencionado. Pero las manifestaciones del Espíritu no son solamente estas nueve. Incluso en 1 Corintios 12:28 encontramos otras dos. En este versículo “ayudas” y “administraciones” también se mencionan como dones. Hay más. Hechos 2 menciona las visiones y los sueños, que tampoco se mencionan como parte de los nueve dones. Por lo tanto, nunca debemos decir que hay solamente nueve manifestaciones del Espíritu. ¡Hay más! El relato del Nuevo Testamento es muy económico; simplemente el hecho de que mencionen nueve en un pasaje no significa que éstas sean todas.
Hoy en el cristianismo hay muchas más enseñanzas tradicionales. La gente enseña de una manera tradicional, y también entiende de una manera tradicional. Les he mencionado estas otras manifestaciones del Espíritu para demostrarles que las así llamadas nueve manifestaciones del Espíritu son simplemente algo tradicional. Por lo tanto, no debemos seguir la enseñanza tradicional, sino regresar a la Palabra pura.
Consideremos ahora el asunto de hablar en lenguas en las reuniones. Después de leer todos los versículos anteriores, ¿el apóstol Pablo recomienda que se hable en lenguas en las reuniones o no lo recomienda? Si somos justos y honestos, debemos reconocer que él estaba escribiendo para hacerlos desistir de hablar en lenguas. Pero a los que hablan en lenguas les gusta citar lo que dice Pablo en 1 Corintios 14:5: “Yo quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas”. No obstante, dejan fuera el resto del versículo, que dice: “Pero más que profetizaseis”. Es claro en este pasaje que lo que se necesita para la edificación de la iglesia no es el hablar en lenguas sino el profetizar.
En cuanto al asunto del profetizar, creo que necesitamos tener un entendimiento apropiado. En la Biblia la palabra profetizar tiene tres significados. El primer significado es decir algo por alguien. Según este significado, profetizar significa decir algo al pueblo de parte de Dios. Isaías es un extenso libro de sesenta y seis capítulos, pero no todo lo que contiene son predicciones. Isaías le dijo al pueblo de Israel muchas cosas por Dios. El segundo significado de profetizar en la Biblia significa proclamar o declarar. Muchas veces los profetas del Antiguo Testamento y los escritores del Nuevo Testamento hicieron esto. El tercer significado es predecir, es decir, anunciar algo de antemano. Todas las Epístolas del apóstol Pablo son profecías, pues en ellas dice cosas a las personas de parte de Cristo; les proclama y declara las cosas acerca de Cristo; y también predice algunas cosas, como los asuntos relacionados con la segunda venida del Señor.
Sin embargo, a los hermanos pentecostales no les interesan los primeros dos significados y dicen que profetizar sólo significa predecir, y que ellos saben hacerlo al estilo de los profetas del Antiguo Testamento. Yo he escuchado estas predicciones tanto en este país como en China. En ambos países esta clase de predicción usa el mismo tono y la misma terminología. Finalmente, descubrí que ellos habían sido adiestrados a profetizar de esa manera. Sin embargo, muy pocas de sus predicciones se cumplen. Puedo contarles muchas historias de predicciones de terremotos y otros fenómenos que nunca ocurrieron. Si usted se tomara el tiempo para asistir a sus reuniones y escuchar todas sus predicciones, comprobaría que casi ninguna de ellas se cumple.
No debemos dar importancia a esta clase de práctica tradicional. Esto no es lo que significa profetizar según 1 Corintios 14. Profetizar significa decir algo por Cristo. Si profetizar en este pasaje fuese cierta predicción milagrosa, ¿cómo podrían todos hacerlo? Pablo nos dice en este capítulo que si toda la iglesia se reúne y todos hablaran en lenguas, las personas dirían que estamos locos; pero que si todos profetizan, ellas serán convencidas y redargüidas. Luego añade: “Podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan y todos sean alentados” (v. 31).
Ahora entendemos el verdadero significado de profetizar. Significa proclamar algo acerca de Cristo. ¡Alabado sea el Señor, pues todos podemos hacerlo! Todos pueden decir algo por Cristo, y si todos lo hacen, la reunión estará en los cielos. Hemos sido afectados negativamente por el entorno tradicional en que crecimos. Sencillamente no sabemos cómo ejercitar nuestro espíritu para decir algo por el Señor. Pensábamos que ejercitar los dones significaba hablar en lenguas o profetizar diciendo: “Así dice el Señor”. Debemos dejar todas esas extrañas tradiciones. En vez de ello, debemos regresar a la Palabra pura y ejercitar nuestro espíritu para aprender a decir algo por el Señor Jesús. Todos podemos profetizar porque los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas. No tenemos que esperar recibir alguna inspiración. ¡El Señor ya nos ha dado la inspiración! Cuando vengamos a las reuniones, no debemos olvidarnos nunca de que el Señor Jesús está en nuestro espíritu. Luego, debemos simplemente ejercitar nuestro espíritu y olvidarnos de nuestra mente problemática y de nuestra inseguridad. Entonces hablaremos algo por el Señor. Muchas riquezas de Cristo se hallan sepultadas en los santos y necesitan ser liberadas. Regresemos a la Palabra pura y dejemos todo lo demás.
Al final de 1 Corintios 12, Pablo nos dice que anhelemos los dones superiores, pero que él nos mostrará un camino aún más excelente. ¿Cuál es este camino aún más excelente? Es el camino de la vida. Todos saben que 1 Corintios 13 habla acerca del amor, pero el amor es la expresión de la vida. Si no tenemos amor, esto significa que no tenemos la expresión de la vida. Nosotros somos como címbalo que retiñe, en el cual se halla un ruido, pero no se halla la vida. Aun si habláramos en lenguas genuinas y no en una lengua inventada, eso no sería la expresión de la vida. Pablo dice: “El amor nunca deja de ser; pero las profecías se volverán ineficaces, y cesarán las lenguas, y el conocimiento se tornará inútil” (v. 8). Las profecías y el conocimiento se tornarán inútiles, y las lenguas cesarán. Sólo la vida es eterna.
Por el contexto de los capítulos del 12 al 14, queda muy claro cuáles son las cosas infantiles (13:11). A los ojos del apóstol Pablo, todos estos dones superficiales son juguetes. Incluso si son genuinos, siguen siendo infantiles. Es por eso que él nos dice que sigamos el amor en el primer versículo del capítulo 14. Esto tiene como finalidad que profeticemos, puesto que el profetizar edifica la iglesia (v. 5).
Creo que ahora entendemos claramente lo relacionado con el bautismo en el Espíritu Santo y el ejercicio apropiado de todos los dones. Alabado sea el Señor porque hoy en las reuniones de la iglesia siempre tenemos el ejercicio de los dos dones principales: la palabra de sabiduría y la palabra de conocimiento, y tenemos el profetizar apropiado con miras a la edificación de la iglesia.
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