Living Stream Ministry

COMER EN LUGAR DE BUSCAR DEFECTOS

Cuando me invitan a una cena, sólo sé comer; no sé investigar. Sin embargo, algunas veces he notado que cuando alguno que no come bien es invitado a una cena, en vez de comer, él se esfuerza por encontrar los huesos del pollo. Él no se come al pollo, sino que sólo busca los huesos del pollo. Pareciera que su trabajo fuese encontrar huesos. Nosotros hemos expuesto muchos temas en la revista The Stream, así como muchos mensajes del Estudio-vida, para que las personas se alimenten. Qué lástima que este pobre hombre estaba buscando huesos. Hemos presentado estos mensajes únicamente para los comensales, mas no para las personas que buscan “huesos”. Claro que pueden haber algunos huesos en cada mensaje. El estilo americano de cocinar el pescado consiste en prepararlo en filetes, pero el estilo chino consiste en cocinar todo el pescado. Ellos sirven la cola, los huesos, las aletas —todo— sobre la mesa. Si usted quiere encontrar defecto, puede encontrar todos los defectos en la cocina china. Pero la cocina china no intenta darle a usted una manera de hallar defectos; sólo procura darle a usted todo el pescado para que se lo coma. Lo que se come y lo que se saborea es la carne del pescado. Olvídese de los huesos. Comprenda que sin los huesos el pescado no puede crecer. Yo solía recibir muchas cartas y muchas llamadas telefónicas. De todas las cartas que he recibido, algunas de ellas eran locuras; y en tales casos siempre incluían una fuerte opinión. Quienquiera que me escribe una carta expresando una fuerte opinión, yo siempre le considero como un caso demente. Esto es verdad. Para ser tan obstinado uno debe estar mentalmente enfermo. Cuando invitamos a las personas a cenar es para que coman. Los Estudios-vida de Génesis, de Apocalipsis, de Mateo y de Juan son todos para que usted coma. Nosotros no presentamos estas verdades para que la gente las estudie y puedan encontrar los huesos.

En 1936 el hermano Watchman Nee y yo estábamos en Tientsín, un puerto en el norte ubicado muy cerca de la antigua capital de Pekín. Él estaba muy entristecido por un asunto. Sucedió que él había publicado un folleto respecto a cómo experimentar consuelo. Era un buen folleto para consolar a aquellos que están sufriendo. Entonces un hombre muy aferrado a su opinión, criticó al hermano Nee diciendo que la traducción del texto de cierto versículo no era exacta. El hermano Nee vino a mí señalando que él había publicado ese pequeño folleto para que sirviera de consuelo a las personas. Pero esa persona no recibió nada de consuelo; más bien, estaba molesto. El hermano Nee había invitado a las personas a comer “pollo”, pero había un comensal que no comía, sino que estaba molesto por los huesos del pollo.

Éste es el cuadro real entre los cristianos hoy. Todos debemos aprender una lección: en la vida de iglesia sólo sabemos cómo comer la carne del pollo; no sabemos contar cuántos huesos tiene. Aprenda a recibir el alimento, y olvídese de todas las fallas. Si usted puede hacer esto, es una señal notable de que usted ha sido liberado de su costumbre, del hábito de aferrarse a sus ideas. ¿Cómo podemos ser tales personas? Sólo existe un modo: permanecer en el espíritu. Siempre que uno esté fuera del espíritu, de inmediato tiene una opinión con respecto a todo. Si cuatro hermanos se reúnen sin estar en el espíritu, ellos estarán llenos de opiniones. Sin la salvación del Señor en nuestro espíritu, nuestra vida diaria es sólo una vida de opinión. Considere sus palabras cuando usted se siente a la mesa a comer con su esposa. Usted habla sobre esta persona, sobre aquella persona; usted habla sobre aquel asunto. Toda esta charla es opinión. Si esta palabra con respecto a la opinión lo impresiona, mañana en la mañana usted no tendrá nada que hablar. Siempre que usted abra su boca, no saldrá nada más que opinión. La opinión es una señal contundente de que está fuera del espíritu. Cuando permanece en el espíritu, la opinión es quitada.

Cinco semanas han pasado desde la última reunión que tuvimos con respecto a pelar las capas de opinión. Me gustaría preguntarles cuántas de sus opiniones han sido peladas. Esto nos dice cuánto usted ha permanecido en el espíritu. Si usted dice que en estas pasadas cinco semanas ninguna opinión fue pelada, ésa es una señal muy pobre que significa que no ha permanecido en el espíritu.

Mi experiencia durante las semanas anteriores ha sido principalmente la de estar mucho más consciente de cuán pequeño es mi espíritu, dado que mi opinión es un fuerte indicio de que yo no soy un solo espíritu con el Señor en ese momento. Realmente aprecio lo que se dijo la última vez que estábamos reunidos: es en el mismo instante en que oramos hasta hallarnos en el espíritu que somos el Señor y somos un espíritu con el Señor. Debo admitir y decir con franqueza que una buena parte del tiempo la opinión está conmigo, y me es tan fácil expresarle a mi esposa algo sobre alguien o sobre algo. Esto realmente me ha puesto al descubierto y me ha mostrado cuán poco tiempo paso en el espíritu.