Disfrutar las riquezas de Cristo para la edificación de la iglesia como Cuerpo de Cristopor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-7932-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Colosenses 1:18 revela que Cristo es el Primogénito de entre los muertos. Él es el Primogénito de toda la creación, y Él es también el Primogénito de todos los resucitados. Según este versículo, Él es también la Cabeza del Cuerpo, el cual es la iglesia. Cristo es tantas cosas.
Isaías 9:6 es un versículo desconcertante, contiene muchos puntos que ningún teólogo puede conciliar. Este versículo dice: “Un niño nos es nacido, / un Hijo nos es dado; / y el gobierno / está sobre Su hombro; / y se llamará Su nombre / Maravilloso Consejero, / Dios Fuerte, / Padre Eterno, / Príncipe de Paz”. Según este versículo, el niño es el Dios Fuerte, y el Hijo es el Padre Eterno. ¿Es Cristo el Hijo o el Padre?
Dios es triuno: el Padre, el Hijo y el Espíritu. Pero Isaías 9:6 dice que el Hijo es el Padre. Además, según 1 Corintios 15:45, Cristo como postrer Adán fue hecho Espíritu vivificante. Esto lo confirma 2 Corintios 3:17, que dice: “El Señor es el Espíritu”. En este versículo el Señor es Jesucristo (4:5). Así que, el Señor Jesucristo es el Espíritu. ¿Es Cristo el Hijo, el Padre, o el Espíritu? Finalmente, tenemos que decir que Él es el todo.
Muchos versículos del Nuevo Testamento nos muestran que Cristo es un hombre (1 Ti. 2:5; Jn. 1:14; 4:29; 19:5; Hch. 2:22; Ro. 5:15). ¿Él es hombre o Dios? Él es ambos; Él es el todo. Él es Dios, Él es hombre, Él es el Padre, Él es el Hijo, Él es el Espíritu, Él es el Creador y Él es también la criatura. Él es el Primogénito, y Él es el postrer Adán. Él es Primero y el Último, el Alfa y la Omega (Ap. 22:13). Él no sólo es el Primero y el Último; Él también es el Segundo, el Tercero, el Cuarto y todas las letras. Él es el Alfa, la Beta, la Gama y, por último, Él es la Omega. Él es todos, y el todo (Col. 3:11). Según la teología sistemática, Cristo es el Hijo solamente, pero la Biblia nos dice que Él no sólo es el Hijo, sino también el Padre y el Espíritu. Basados en esta palabra, algunos pueden pensar que yo estoy a favor de la teología de “Jesús solo”. No, no me interesa ninguna teología; únicamente me interesa la palabra pura de la Biblia. Debemos olvidarnos de todas las teologías y enseñanzas que adquirimos en el cristianismo y regresar a la Palabra pura.
En Juan 14 Felipe le pidió al Señor Jesús que le mostrara el Padre. El Señor Jesús le reprendió, diciendo: “¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a Mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?” (v. 9). En esta palabra el Señor parecía decir: “He estado con vosotros por tres años y medio. ¿No me conoces? ¿No me has visto? Si me has visto a Mí, ¿por qué me pedís que te muestre el Padre? ¿No sabes que si me has visto a Mí, has visto al Padre?”.
El Señor Jesús es maravilloso y todo-inclusivo. Él es el todo en todo. Hay un Dios en este universo, pero sin Cristo y fuera de Cristo no podemos encontrar a Dios. Dios está en Cristo, y Cristo es Dios. ¿Hay un hombre verdadero en este universo? Sí, este hombre real es Cristo. ¿Hay un Padre celestial? Sí, Él es Cristo. ¿Existe el Hijo de Dios? Sí, Él es Cristo. ¿Existe el Espíritu de Dios? Si, Él es Cristo. Si decimos que Cristo es el Hijo y no el Padre ni el Espíritu, entonces no podemos decir que Cristo es el todo. No obstante, Cristo es el todo, y está en todos. Él es Dios, Él es el Padre, Él es el Hijo, Él es el Espíritu, Él es un hombre y Él es la vida. Él lo es todo.
Finalmente, Cristo es incluso usted y yo. Filipenses 1:21 dice: “Para mí el vivir es Cristo”, y Gálatas 2:20 dice: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a Sí mismo por mí”. Este versículo es desconcertante. Primero, dice que “con Cristo estoy juntamente crucificado”; esto significa que se me ha dado fin. Luego dice: “Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí”, y aun así “vivo en la fe”. Esto indica que, espiritualmente, Cristo ha llegado a ser nosotros. Cristo no sólo es la Cabeza, sino también el Cuerpo (Col. 1:18; 1 Co. 12:12). Cristo lo es todo.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.