Visión la práctica y la edificación de la iglesia como cuerpo de Cristo, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-7643-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
ISBN: 978-0-7363-7643-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
Font Size
Las personas dotadas no edifican la iglesia de manera directa. Por una parte, el Señor nos dijo en Mateo 16:18: “Edificaré Mi iglesia”, pero por otra parte, incluso Cristo, la Cabeza, no edifica Su iglesia directamente. La Cabeza edifica la iglesia por medio de las personas dotadas: los apóstoles, profetas, evangelistas y pastores y maestros. De igual forma, las personas dotadas tampoco deben ni pueden edificar la iglesia de manera directa. Efesios 4:11 menciona las diferentes personas dotadas. Luego el versículo 12 nos dice que todas estas personas dotadas no sirven para edificar la iglesia directamente, sino para perfeccionar a los santos. Si usted es una persona dotada, no debería edificar la iglesia de manera directa. Su responsabilidad consiste en perfeccionar a todos los hermanos locales, quienes edifican la iglesia directamente. Lo que usted tiene que hacer es perfeccionar a otros, adiestrarlos, hacerlos aptos, enriquecerlos, fortalecerlos y enseñarles. Luego, permita que hagan la obra de edificación. Su deber no consiste en edificar la iglesia de manera directa. Su deber consiste en perfeccionar a los santos. Permita que los santos perfeccionados efectúen la obra de edificación directamente.
Este asunto es de suma importancia. Muchas veces no hago mucho en las reuniones porque no quiero dar la impresión de que las reuniones son asunto mío. No son asunto mío. Cuando vengo a las reuniones, vengo en calidad de invitado. Los santos son el anfitrión, así que tienen que servir, y yo sencillamente disfruto. Tengo que decir esto por causa de nuestro trasfondo en el cristianismo. En la Iglesia Católica hay sacerdotes, en las denominaciones hay ministros o pastores, y entre la Asamblea de los Hermanos hay hermanos responsables. Podríamos comparar estas personas con diferentes estilos de vestimenta. Podría ponerme vestimenta occidental hoy, vestimenta japonesa otro día y vestimenta tradicional china el próximo, pero sigo siendo la misma persona. De la misma forma, cada vez que le llamamos a algunos pastores, ministros o hermanos responsables, son la misma clase de clero. No deberíamos tener clero o laicado entre nosotros.
Durante los últimos dos años nosotros también hemos tenido hermanos que llevan la delantera. Todos los que llevan la delantera en la reunión tienen que ser cuidadosos en cuanto a la manera en que actúan, para no darle a la gente la impresión de que están tomando la delantera. Aquí nuevamente hay dos partidos responsables. Por una parte los que llevan la delantera actúan despreocupadamente de una manera que les da a las personas la impresión de que ellos están tomando la delantera. Por otra parte, muchos de los queridos hermanos y hermanas son débiles y no están bien en su espíritu, y también tienen un concepto erróneo, pues vienen a las reuniones de manera pasiva, no activa. Sin embargo, ahora debemos estar claros. A fin de practicar la vida de iglesia, las personas dotadas no deberían edificar la iglesia de manera directa. Lo que deben hacer es perfeccionar a los santos y permitirles edificar la iglesia directamente. Éste es el tercer aspecto en la práctica de la vida de iglesia.
El versículo 13 es un versículo sumamente importante y práctico. Dice: “Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios, a un hombre de plena madurez, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”. Este versículo habla acerca de llegar a tres asuntos. Primeramente, llegamos a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios. Esta unidad tiene que ver con la unidad del Espíritu. Podríamos ilustrar estas dos clases de unidad de la siguiente forma. Tres hermanos podrían ser salvos la misma noche. Después de ser salvos, ellos todos tienen el mismo Espíritu, así que tienen la unidad del Espíritu. En ese momento son inocentes y no conocen mucho. Son recién salvos, tienen al Espíritu Santo en su interior y se aman unos a otros. Sin embargo, luego de un corto periodo de tiempo, el primer hermano conoce a un pastor de una denominación de los bautistas del sur, quien es muy devoto al Señor y le brinda mucha ayuda. El hermano le aprecia mucho, y luego de varios meses, el hermano es adoctrinado por él.
De manera similar, el segundo hermano recibe mucha ayuda de un presbiteriano en su lugar de trabajo, y pronto él también es adoctrinado con la enseñanza presbiteriana. Al mismo tiempo el tercer hermano recibe ayuda de alguien en la denominación metodista. Después de varios meses estos hermanos se encuentran de nuevo, y comienzan a discutir. El primer hermano discute a favor de la manera de los bautistas del sur, el segundo a favor de la manera presbiteriana y el tercero a favor de la manera metodista. Mientras más estos hermanos aprenden, más se dividen. Además, uno de los hermanos cambia y comienza a reunirse con la Asamblea de los Hermanos. Luego, al aprender sus caminos y prácticas, él recibe aún más elementos divisivos. Esta situación es lamentable. Los tres hermanos piensan que están creciendo. Sin embargo, sólo están creciendo en su mente, no en el Señor. Ellos están creciendo en conocimiento doctrinal, no en el espíritu. Esta situación perdurará hasta que algunas personas dotadas apropiadas perfeccionen a estos tres hermanos y los ayuden a crecer. Quizá después de medio año por la misericordia del Señor tendrán más crecimiento. Luego cuanto más reciban la ayuda apropiada y crezcan, más podrán soltar las cosas que recibieron después que fueron salvos. Entonces todos los tres hermanos llegarán a la unidad de la fe. En realidad, esto significa que regresarán a la unidad que alguna vez tuvieron.
El versículo 13 también habla acerca de llegar a un hombre de plena madurez. Llegar de esta manera no tiene que ver con el conocimiento o los dones, sino con el crecimiento. No deberíamos considerar si una persona está bien conforme a las enseñanzas, los dones u otros asuntos. Más bien, deberíamos verificar si está creciendo. La medida de la estatura de la plenitud de Cristo en este versículo también tiene que ver con el crecimiento. Las personas dotadas deben perfeccionar a los santos en los tres asuntos antes mencionados. Ellos necesitan ayudar a los santos a crecer para que puedan llegar a la unidad de la fe. Muchos santos han recibido muchas cosas debido a que recibieron la ayuda equivocada. Ahora las personas dotadas tienen que otorgarles la ayuda adecuada para que puedan soltar esas cosas erróneas, crecer y llegar a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios, a un hombre de plena madurez y a la madurez en la vida de Cristo.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.