Cristo crucificado, Elpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-3691-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
ISBN: 978-0-7363-3691-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
Font Size
En 1 Corintios 2:2 Pablo dijo: “Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado”. Luego, en 2 Corintios 4:7-11, dijo: “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros. Estamos oprimidos en todo aspecto, mas no ahogados; en apuros, mas no sin salida; perseguidos, mas no abandonados; derribados, pero no destruidos; llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal”.
En las palabras de Pablo podemos ver que el centro de un cristiano es Cristo, Aquel que fue crucificado. Cristo es la vida, y la cruz es el camino. Hemos recibido no sólo a Cristo, sino también Su cruz; es decir, hemos recibido no sólo la vida, sino también el camino. Hemos recibido a Cristo como nuestra vida, y también hemos recibido la cruz como nuestro camino.
Sin embargo, hoy en día estos dos asuntos, a menudo los descuidamos en la iglesia. Los cristianos predican a Cristo y les dicen a las personas que Cristo es el Salvador y la vida del hombre, pero en su vida diaria, muy pocos de ellos realmente experimentan a Cristo como vida. Hoy en día muchas personas en la iglesia conocen y hablan acerca de la verdad de que Cristo es nuestra vida, pero en su vida cotidiana rara la vez tienen la experiencia de Cristo como vida.
Debemos pedirle a Dios de todo corazón que nos permita conocer claramente en nuestra experiencia lo que significa tener a Cristo como nuestra vida y conocer también lo que es la cruz de Cristo. Hoy en día existe un sinnúmero de cristianos en todo el mundo, pero entre ellos es difícil encontrar a uno cuya vida y obra testifiquen de que vive en la cruz y anda en la senda de la cruz.
Cristo como Aquel que fue crucificado es el centro de la salvación de Dios. Por esta razón, Pablo dijo a los corintios: “Me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado” (1 Co. 2:2). No obstante, ¿cuál era la condición de los corintios? Como vemos en el libro de 1 Corintios, ellos prestaban atención a tantos asuntos que supuestamente son espirituales, tales como los dones espirituales, la elocuencia espiritual y el poder espiritual. También prestaban atención a la fe. Pablo incluso les dijo: “Nada os falta en ningún don” (1:7). En otras palabras, los corintios tenían dones, elocuencia, fe y diversos otros asuntos supuestamente espirituales. Sin embargo, Pablo quería que ellos vieran que todas estas cosas a las que ellos prestaban tanta atención, no eran las cosas en las que Dios se enfocaba. Ellos no habían tocado ni recibido aquello en lo que Dios se enfocaba. ¿Qué es lo que Dios tenía en la mira? Pablo dijo: “Me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado”.
El propósito central de Dios es que Él desea ser nuestra vida. Sin embargo, ¿cómo puede Él llegar a ser nuestra vida? Él llega a ser nuestra vida por medio de la cruz. Donde está la cruz, allí está la vida de Dios; donde está la cruz, allí está el camino de la vida de Dios. Debemos pedirle a Dios que nos muestre lo que lograrán en nosotros Cristo y la cruz, y cómo podemos conocer a Cristo y la cruz.
La vida de Dios nos ha sido dada a nosotros en Cristo. Todo el que es salvo tiene a Cristo y la vida de Dios. Sin embargo, si esta vida ha de tener alguna importancia para nosotros, si ha de mezclarse con nosotros, si va a llegar a ser nuestro elemento constitutivo y manifestarse en nuestro vivir, ello dependerá completamente de si experimentamos o no la obra de la cruz. La medida en que la cruz opere en nosotros determinará cuánta libertad tendrá la vida Cristo para obrar en nosotros, cuánto nos habremos mezclado y estemos constituidos con la vida de Cristo, y cuánto se manifestará esta vida en nuestro vivir.
Sin duda alguna, la vida de Dios está en nosotros, y Cristo vive en nosotros. Sin embargo, ¿en qué medida puede la vida de Cristo —la cual está en nosotros— llegar a ser nuestro elemento constitutivo? ¿Cómo puede Su personalidad llegar a ser nuestra personalidad y Su elemento llegar a ser nuestro elemento? ¿Cómo puede Su vida absorber todo nuestro ser natural, llenar nuestro ser, convertirse en nuestro elemento, y expresarse por medio de nosotros? La única manera en que Dios puede lograr todas estas cosas es mediante el quebrantamiento de la cruz. La cruz es lo único que le permite a Cristo tener la posición, la oportunidad y el camino para hacer lo que Él desea hacer y lograr lo que Él desea lograr en el hombre.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.