Disfrutar las riquezas de Cristo para la edificación de la iglesia como Cuerpo de Cristopor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-7932-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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La iglesia fue producida por Cristo en la cruz (2:15). En el sentido negativo, Cristo abolió todas las ordenanzas en la cruz, y en el sentido positivo, Él creó un nuevo hombre a partir de dos pueblos, los judíos y los gentiles. Hoy este nuevo hombre es el Cuerpo de Cristo, la iglesia. El viejo hombre fue creado, y el nuevo hombre, la iglesia, también fue creado. La iglesia, el nuevo hombre, fue creada por Cristo en Sí mismo en la cruz. Sabemos que Cristo murió en la cruz por nuestros pecados, pero muy pocos han oído que Cristo murió en la cruz para crear un solo y nuevo hombre, la iglesia. Esto muestra que la cruz de Cristo es sumamente grandiosa.
Dios creó un hombre corporativo, y llamó su nombre Adán (Gn. 5:1-2). La intención de Dios al crear este hombre corporativo era expresarse a Sí mismo. No obstante, este hombre corporativo le falló a Dios, y mediante la caída fue dividido por toda clase de ordenanzas. Estas ordenanzas son todas las diversas maneras de vivir. Los judíos, los gentiles, los norteamericanos, los británicos, los franceses, los japoneses, los chinos, los filipinos, los puertorriqueños, los yanquis y los tejanos, todos ellos tienen su propia manera de vivir. Los hombres, las mujeres, la gente de más edad y las nuevas generaciones también tienen su propia manera de vivir. Estas maneras son ordenanzas, y estas ordenanzas son usadas por el sutil enemigo para dividir a la humanidad.
El viejo hombre le falló a Dios, pero Dios se había propuesto crear un nuevo hombre. En la cruz Cristo eliminó todas las diferentes ordenanzas. Él también eliminó todos los diferentes pueblos. Todos los norteamericanos, británicos, japoneses, yanquis, tejanos y californianos han sido crucificados. Cristo no sólo crucificó las cosas viejas y las cosas negativas, sino que también creó algo nuevo: el nuevo hombre, que es la iglesia.
La muerte de Cristo en la cruz fue todo-inclusiva. No sólo el hombre murió allí, sino que Dios también murió allí. Dios murió en la cruz para poder liberarse. Juan 12:24 dice: “Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto”. Cuando el grano cae en la tierra y muere bajo la misma, crece y es liberado para llegar a ser muchos granos. Dios en Cristo murió en la cruz. La muerte, no obstante, no puede aniquilar a Dios, así como no aniquila el grano de trigo. Las semillas no le temen a la muerte; aguardan ser puestas en la muerte. Poner una semilla en la muerte le provee la mejor oportunidad para liberarse. La razón de esto es que hay vida en la semilla. Nosotros los seres humanos le tememos a la muerte porque si somos puestos en la muerte, somos aniquilados. No obstante, Dios es vida. Dios no le teme a la muerte. Dios entró en la muerte y en el Hades y dio un paseo por la muerte. Él entró en la muerte y salió de ahí andando. La muerte no lo puede retener a Él, la vida de resurrección (11:25). Dios entró en la muerte, y la muerte no pudo retenerlo. Más bien, le ayudó a Él a liberarse.
Nuestro Jesús maravilloso es Dios y hombre; Él es un Dios-hombre. Cuando Él murió en la cruz, tanto Dios como el hombre murieron allí. Dios murió allí para ser liberado, y el hombre murió allí para ser aniquilado. La cruz era una aniquilación para el hombre y una liberación para Dios. Lo que usted sea, lo que yo sea, lo que los judíos sean y lo que los gentiles sean, todo fue aniquilado en la cruz. Si creemos esto o no, aun así éste es el hecho. Aun antes que naciéramos, ya todos habíamos sido aniquilados en la cruz. No es nada insignificante que Jesús muriera en la cruz, porque cuando Jesús murió, Dios murió en Él, y el hombre murió en Él.
En la muerte de Cristo se le dio fin al viejo hombre, y Dios fue liberado. En esta liberación el nuevo hombre fue producido. La muerte todo-inclusiva de Cristo efectuó una mezcla. Mediante la muerte de Cristo, ahora podemos ser uno con Dios. Mediante la encarnación de Jesús, Dios entró en el hombre; pero mediante la muerte y la resurrección de Cristo, el hombre fue introducido en Dios. En la cruz se le dio fin al hombre, mientras que en la resurrección éste fue introducido en la liberación de Dios. Esta liberación produjo el nuevo hombre. Independientemente de que sepamos o creamos esto o no, es un hecho. Los ángeles lo saben, los demonios lo saben y Satanás lo sabe mejor. La iglesia fue producida por la muerte todo-inclusiva de Cristo.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.