Estudio-vida de 2 Corintiospor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-2362-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Según lo que dijo Pablo en 1 Corintios 3, Cristo es un fundamento vivo, un fundamento que crece. En este capítulo, Pablo declara que él plantó, que Apolos regó y que Dios da el crecimiento. Dar el crecimiento tiene que ver con cultivar a Cristo. El Cristo que crece en nosotros es el fundamento único. Por tanto, es un fundamento vivo, un fundamento que crece.
A medida que el fundamento crece en nosotros, este crecimiento produce oro, plata y piedras preciosas, es decir, los materiales necesarios para la edificación de la iglesia. Esto es experimentar a Cristo, disfrutar a Cristo y participar de Cristo para que seamos transformados para la obra de edificación. De esta manera se obtienen los materiales preciosos para la edificación del Cuerpo. Esto es vivir a Cristo por causa de la iglesia.
En 1 Corintios 5:8 vemos que Cristo es nuestro banquete. Cristo no es simplemente nuestra Pascua; Él es nuestro banquete pascual. Ahora comemos ricamente de Él y lo disfrutamos como los panes sin levadura. El Cristo que es nuestra porción, es nuestro disfrute sin levadura. Cuando disfrutamos de esta porción, somos purificados de toda clase de levadura. Al disfrutar a Cristo como el pan sin levadura, somos purificados de la levadura. Esta purificación de toda clase de levadura no es un sufrimiento para nosotros. No resulta de ser colocados en una mesa quirúrgica; más bien, es el fruto de sentarnos a la mesa de banquete, donde disfrutamos a Cristo como el pan sin levadura.
En el capítulo seis vemos que Cristo es el Espíritu y que somos un solo espíritu con Él (1 Co. 6:17). Un día el Espíritu nos saturará y hará que incluso nuestros cuerpos físicos sean miembros de Cristo. Esto significa que no sólo nuestro espíritu está unido orgánicamente con Él, sino que incluso nuestros cuerpos llegarán a ser miembros de Cristo. Aun nuestro cuerpo es injertado a Cristo.
A menudo pensamos que nuestro cuerpo físico es la carne, llena de concupiscencia. Esto es cierto cuando vemos el cuerpo desde el punto de vista de la caída; pero según la plena salvación que Cristo efectúa, la cual incluye la transformación metabólica, nuestro cuerpo está injertado en Cristo y llega a ser miembro de Cristo. Cuando vi eso, me puse muy contento y declaré: “¡Oh Señor Jesús, aleluya! No sólo soy un miembro Tuyo en mi espíritu, sino que aun mi cuerpo es miembro Tuyo. ¡Mi cuerpo es parte Tuya, un miembro de Cristo!” ¿Cree usted que su cuerpo es un miembro de Cristo? Todos debemos creer esto. Cuanto más lo creamos, más el Espíritu que mora en nosotros saturará nuestro cuerpo y lo unirá orgánicamente a Cristo.
Además, nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo. A menudo declaramos que nuestro espíritu es la morada de Dios. Generalmente decimos que el templo de Dios está en nuestro espíritu. Pero 1 Corintios 6:19 indica claramente que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo.
¿Cómo puede ser nuestro cuerpo miembro de Cristo por una parte y templo del Espíritu Santo por otra? La respuesta a esto se halla en 1 Corintios 6:17: “Pero el que se une al Señor, es un solo espíritu con El”. Puesto que somos un solo espíritu con el Señor, nuestro cuerpo llega a ser miembro de Cristo. Además, debido a que somos un solo espíritu con el Señor, nuestro cuerpo aun llega a ser templo del Espíritu Santo. Esto va más allá de la redención o de la santidad. Esto significa que todo nuestro ser se une a Dios y es hecho Su templo. Todo nuestro ser se une a Cristo, y nuestro cuerpo llega a ser miembro de Cristo.
En 1 Corintios 6:15-20 se ve al Dios Triuno y al hombre tripartito. En todo nuestro ser —espíritu, alma y cuerpo— estamos unidos al Dios Triuno. Ahora el Dios Triuno está relacionado con nuestro ser tripartito. Éste es Cristo como el factor que nos sana de todas las enfermedades espirituales. Cuando permitimos que el Dios Triuno llegue a las tres partes de nuestro ser, llegamos a ser santos genuinos. Llegamos a ser más santos que incluso los ángeles.
Para poder entender los escritos de Pablo, debemos conocer el espíritu de Pablo y sentir la carga que llevaba en su espíritu. También debemos percibir el concepto profundo de Pablo. Las epístolas de Pablo siempre están relacionadas con su concepto, su carga y su espíritu. En 1 Corintios, él tenía algunos conceptos acerca de la iglesia que estaba en Corinto. Además, en su espíritu estaba la carga de mandar una carta a la iglesia de allí. En el capítulo seis, el concepto de Pablo era que los creyentes corintios debían saber que ellos eran un solo espíritu con el Señor y que sus cuerpos debían ser empapados y saturados del Espíritu, de modo que llegaran a ser miembros de Cristo y templo del Espíritu Santo. Pablo sentía la carga de que el Dios Triuno se apoderara de los corintios hasta poseerlos por completo. En esto consiste la carga de Pablo en 1 Corintios 6.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.