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Espíritu y el cuerpo, Elpor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-4516-3
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EL CUERPO EXISTE EN NUESTRO HABLAR

Debemos hacer que nuestras reuniones experimenten un cambio radical por medio de nuestro hablar. Es cierto que somos el Cuerpo. Sin embargo, muchas veces el Cuerpo ha desaparecido de forma práctica debido a nuestra mudez. Pero el Cuerpo vuelve a manifestarse de manera práctica cuando desbordamos con palabras. Por lo tanto, el Cuerpo se halla en nuestro hablar, en nuestras aclamaciones de júbilo. Cuando nos reunimos para dar aclamaciones de júbilo, el Cuerpo se hace presente de manera práctica. Esto es el Cuerpo en función. Si todos ejercemos nuestra función, el Cuerpo estará presente. Pero si no lo hacemos, el Cuerpo desaparecerá. El Cuerpo existe en nuestro hablar.

En 1 Corintios 12:3 dice: “Por tanto, os hago saber que nadie que hable en el Espíritu de Dios dice: Jesús es anatema; y nadie puede decir: ¡Jesús es Señor!, sino en el Espíritu Santo”. En este versículo encontramos un secreto: si no hablamos, no estaremos en el Espíritu. Pero si hablamos, enseguida estaremos en el Espíritu. Cada vez que decimos “Señor Jesús”, estamos en el Espíritu. Si no me creen, les sugiero que lo intenten. Es fácil estar en el Espíritu. Simplemente diga: “Señor Jesús”, y estará en el Espíritu.

En 1 Corintios 12 no se nos habla del Cuerpo doctrinalmente, sino de una manera muy práctica. El Cuerpo no puede existir en la práctica si no nos ejercitamos en el Espíritu. Si no ejercemos nuestra función, el Cuerpo no estará presente, pues no somos espirituales. Pero si ejercemos nuestra función, somos espirituales y el Cuerpo se manifestará. Si comprendemos esto y lo ponemos en práctica, nuestras reuniones experimentarán un cambio radical. Estarán llenas de aclamaciones de júbilo al Señor. Un hermano dirá: “Señor Jesús”; otro: “Amén”; y alguien más dirá: “Alabado sea el Señor”. Incluso otros dirán: “Señor Jesús, te amo”. Debido a que algunos hermanos y hermanas están en la mente o en el yo, o están ocupados por un ídolo mudo, no expresan nada en las reuniones. Por lo tanto, todos tenemos que aprender a ser espirituales para que el Cuerpo pueda existir de manera práctica. Todos debemos expresar algo y ejercer nuestra función. La dificultad que encontramos es que no estamos acostumbrados a hacer esto, debido a nuestro pasado en el cristianismo y a la influencia que éste continúa ejerciendo sobre nosotros. Sin embargo, espero que podamos experimentar un cambio. Debemos desbordar con palabras todo el tiempo, sobre todo cuando nos reunamos para poner en práctica el Cuerpo. Aunque es cierto que somos el Cuerpo, éste se manifiesta de manera práctica en nuestro hablar.

LOS DONES SE MANIFIESTAN
EN NUESTRO HABLAR

En 1 Corintios 12:4 dice: “Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo”. ¿Cómo se manifiestan estos dones? No se manifiestan cuando estamos callados, sino cuando hablamos. Todos debemos aprender a expresar algo por el Señor. Cada vez que usted hable, el don se manifestará. Muchas veces yo llegué a recibir luz mientras hablaba. En muchas ocasiones los hermanos me pedían que dijera algo. Según mi sentir, no tenía nada que decir. Ni siquiera sabía qué libro, capítulo o versículo debía usar. Pero en cuando empecé a hablar, recibí una palabra de parte del Señor. Mientras usted habla, algunas veces dirá cosas que antes no entendía. Por lo tanto, aprenda a expresar algo por el Señor. De este modo, los dones se manifestarán.

LOS DONES, LOS MINISTERIOS Y LAS OPERACIONES

Después de hablar de diversidad de dones en el versículo 4, Pablo dice en los versículos 5 y 6: “Hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios que realiza todas las cosas en todos, es el mismo”. Los dones vienen por el Espíritu, los ministerios son del Señor y las operaciones son de Dios. Por lo tanto, en estos versículos tenemos al Espíritu, al Señor y a Dios. En el pentecostalismo o en el movimiento carismático oímos mucho hablar de los dones, pero no de los ministerios y las operaciones. Pareciera que los que están en el movimiento carismático no saben nada de estas cosas. Los dones sirven a los ministerios, los ministerios sirven a las operaciones, obras o funciones, y las operaciones tienen como meta el cumplimiento del propósito eterno de Dios. En las reuniones de la iglesia necesitamos los dones, los ministerios y las operaciones.


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