Estudio-vida de Efesiospor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-0334-7
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Dios el Padre, para hacernos Su herencia, primero nos predestinó para que fuésemos Sus hijos. El proceso por el cual nos hace Su herencia se basa en Su predestinación eterna y concuerda con ella. Dios trabaja ahora en nosotros para alcanzar la meta de Su predestinación.
El versículo 11 dice que fuimos designados como herencia conforme al propósito de Aquel que hace todas las cosas. Dios lo hace todo según el consejo de Su voluntad. Hay una diferencia entre la voluntad de Dios y Su consejo: la voluntad es Su intención, mientras que el consejo es Su consideración. Dios hace todas las cosas conforme a la consideración de Su intención. Su operación se centra principalmente en nosotros; Su intención en cuanto a nosotros es hacernos Su herencia. En Su consejo, El considera cómo realizarlo; El no hace nada sin antes considerarlo cuidadosamente. Por ejemplo, es posible que una hermana tenga la intención de hornear un pastel muy especial. Pero antes de hornearlo, ella toma consejo consigo misma y planea cómo llevarlo a cabo. Sin esa consideración, el pastel quedaría arruinado en el proceso. Del mismo modo, Dios hace de nosotros una herencia para Sí mismo de una manera muy sabia y cuidadosa.
Dios hace todas las cosas según el consejo de Su voluntad a fin de que nosotros seamos para alabanza de Su gloria. Esto indica que Dios lleva a cabo una obra de lo más fino con nosotros. Ninguna obra mal acabada inspiraría alabanza o aprecio alguno. La obra más fina es la que inspira más aprecio y de ella brota la más sublime alabanza. Debido a que Dios trabaja en nosotros de manera muy fina, nosotros seremos la causa de un supremo aprecio.
En el recobro del Señor no nos interesa únicamente la base de unidad de la iglesia. Estamos aquí para que Dios pueda hacer una obra fina en nosotros. Hoy, entre todos los grupos cristianos, es difícil encontrar uno en el que Dios pueda efectuar una obra fina. Nosotros bien pudiéramos ser el único grupo de cristianos en toda la tierra que le da a Dios la oportunidad de realizar una obra fina en nosotros. Por consiguiente, en el recobro del Señor somos responsables de darle al Señor la oportunidad de hacer una obra fina en nosotros. No queremos ser superficiales ni tener un movimiento pasajero; lo que queremos es cooperar con Dios para que El pueda hacer en nosotros una obra fina que produzca la más sublime apreciación en el universo. Entonces, cada vez que los ángeles nos vean, apreciarán lo que Dios ha hecho y le dirigirán una alabanza al Dios que expresamos. La obra que Dios hace en nosotros no tiene como meta simplemente mejorar nuestra conducta o hacernos más amorosos o humildes. Este concepto es demasiado bajo. Lo que necesitamos es permitir que Dios se forje en nuestro ser y transforme cada parte de nosotros. Esto será un producto finísimo en el universo, un producto lleno de Dios y lleno de la esencia divina. De esta manera, dicha obra fina será altamente apreciada por los ángeles y por todas las cosas positivas; por consiguiente, ellos alabarán a Dios por la gloria de Su gracia.
La expresión “para” del versículo 12 tiene un significado muy importante en griego. Ella también podría traducirse: “dando por resultado”, lo cual denota que se producirá cierta clase de apreciación y alabanza a causa de nosotros. Nosotros seremos la causa de la alabanza angelical. Cuando los ángeles nos vean, nos tendrán en alta estima. Sin embargo, todavía no hemos llegado a ese punto plenamente. Debemos proseguir hasta que nosotros, los creyentes neotestamentarios, lleguemos a ser la causa de la alabanza universal que los ángeles proclamarán con respecto a la gloria de Dios.
El versículo 12, refiriéndose a nosotros, dice que “primeramente esperábamos en Cristo”. Nosotros, los creyentes neotestamentarios, somos los que primeramente esperábamos en Cristo, es decir, hemos esperado en esta era. Los judíos pondrán su esperanza en El en la próxima era. Nosotros hemos esperado en Cristo hoy, pero los judíos, quienes no lo hacen, se encuentran en una situación lamentable.
Nosotros hemos esperado en Cristo antes de que El regrese para establecer Su reino mesiánico. Los judíos, en cambio, pondrán su esperanza en El después de que regrese. Nosotros, por haber puesto toda nuestra esperanza en Cristo, podemos ser hechos la causa de la alabanza angelical y universal de la gloria de Dios.
Por último, seremos para la alabanza de la gloria de Dios. Como hemos visto, Dios es glorificado, expresado, en los creyentes neotestamentarios. Esta expresión no es visible hoy, pero un día lo será. En aquel entonces, la expresión de Dios por medio de los creyentes neotestamentarios evocará la alabanza universal. Nuestro Dios será plenamente expresado y glorificado por medio de nosotros y entre nosotros. Entonces todo el universo alabará Su gloria.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.