Cómo disfrutar a Dios y cómo practicar el disfrute de Diospor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-6564-2
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Hemos visto cómo disfrutar a Dios por medio de la oración. En este capítulo veremos cómo disfrutar a Dios mediante la lectura de la Biblia.
Los que disfrutan a Dios saben que Dios es Espíritu y que lo podemos contactar con nuestro espíritu. Sin embargo, hay dos maneras o medios para contactarlo en nuestro espíritu. El primero es la oración, y el segundo, la lectura de la Palabra. Alguien que absorbe y disfruta a Dios es el que ora y lee la Palabra. Un creyente que no ora ni lee la Palabra ha dejado de disfrutar a Dios. A fin de absorber a Dios, comerle y beberle, y disfrutarle continuamente, necesitamos orar y leer la Palabra cada día. Tanto la oración como la lectura de la Palabra son necesarias. No podemos tener una cosa sin la otra.
Con respecto a inhalar a Dios por medio de la oración, hemos señalado que Dios mora en nuestro espíritu por medio de Su Espíritu. Por lo tanto, la oración consiste en volvernos a nuestro espíritu para exhalar, punto por punto, todo lo que hay en nosotros, e inhalar a Dios. Al exhalar, debemos también inhalar. De este modo, inhalamos a Dios mismo, así como todo lo relacionado con Él. Exhalar de este modo lo que somos e inhalar a Dios es la verdadera oración. La verdadera oración no depende de cuántas cosas le presentemos al Señor, sino de que exhalemos lo que hay dentro de nosotros e inhalemos lo que hay en Dios. Exhalar e inhalar nos libra de todo lo que tiene que ver con nosotros y nos llena de todo lo que tiene que ver con Dios. Inhalar a Dios, quien es Espíritu, mediante la oración, nos provee la manera más excelente de disfrutar a Dios.
Sin embargo, la oración no es el único medio que Dios ha dispuesto para que le disfrutemos. Él también ha dispuesto la lectura de la Palabra. En el universo Dios creó todo en pares. A fin de que el linaje humano pudiera propagarse, se necesitaba tanto el hombre como la mujer. No es adecuado que el hombre o la mujer estén solos. Asimismo la transmisión de las ondas eléctricas requiere tanto una antena como un cable a tierra; no es suficiente tener sólo uno de los dos. En el universo vemos que todas las cosas tienen dos lados, dos aspectos. Un hombre con una sola pierna sólo puede saltar o brincar, pero no puede caminar. No es nada agradable y también es incómodo. Todas las cosas tienen una parte superior y una parte inferior, una parte externa y una parte interna, un aspecto positivo y un aspecto negativo. De manera semejante, Dios tiene dos senderos, no uno solo. En un sendero tenemos nuestros ojos cerrados, pero en el otro los tenemos abiertos. Un sendero no requiere nuestros pensamientos, pero el otro sí los requiere. Un sendero empieza con nuestro espíritu y no tiene que ver con cosas físicas, mientras que el otro empieza con letras impresas y termina en el espíritu. A fin de disfrutar a Dios, necesitamos estos dos senderos que corren paralelamente.
Cuando caminamos, necesitamos la pierna derecha, así como también la izquierda. De manera semejante, cuando absorbemos a Dios, necesitamos cerrar nuestros ojos para orar y abrir nuestros ojos para leer la Palabra. Todos los que inhalan apropiadamente a Dios oran y leen, y leen y oran. Si queremos disfrutar a Dios, debemos aprender a usar ambos pies. Debemos aprender a seguir ambos senderos: debemos aprender a orar y también aprender a leer la Palabra.
Si la oración representa nuestra respiración espiritual, ¿qué representa nuestra lectura de la Palabra? Éste es un asunto de suma importancia. Diferentes personas reciben diferentes cosas cuando leen la misma Biblia. La Biblia se compone de sesenta y seis libros, comenzando con la creación en Génesis y terminando con la amonestación de que nadie puede añadir nada a la Palabra de Dios que está en Apocalipsis ni quitar nada de ella. La Biblia que tenemos en nuestras manos es la misma, pero pareciera que leemos diferentes Biblia porque recibimos diferentes cosas. Usted puede recibir una cosa, y yo puedo recibir algo diferente. Ambos recibimos diferentes cosas de la misma Biblia. Un hermano que tiene un conocimiento profundo de Dios y de las Escrituras dijo una vez que la clase de persona que somos determina la clase de Biblia que tenemos. Eso es totalmente cierto.
Un joven preguntó una vez: “¿Por qué dice usted que no debemos mentir? En el libro de Josué Dios bendijo a Rahab la ramera, la cual mintió. Ella escondió a los espías enviados por Josué, mintió y recibió una bendición”. Yo no pude responderle nada.
Un hermano mayor que deseaba que sus hijos y nietos lo trataran bien, dijo: “La Biblia es maravillosa en la manera en que explica la piedad filial”. Él reconocía que se había unido al cristianismo porque la Biblia cristiana provee la enseñanza más clara acerca de la piedad filial. Incluso me pidió que viniera a su casa una vez por semana para que les enseñara a sus descendientes las enseñanzas de la Biblia. Cuando le pregunté cuál debía ser el tema de las reuniones, me respondió: “Aparte de la piedad filial, ¿de qué otra cosa puede uno hablar basándose en la Biblia?”. Según su entendimiento, la Biblia era un libro sobre la piedad filial.
Una hermana una vez vino y me dijo que había encontrado una afirmación importante en la Biblia: los esposos deben amar a sus esposas. Luego me pidió que visitara a su esposo, pues él necesitaba recibir esta enseñanza. Por lo tanto, para el hombre anciano que tenía muchos hijos y nietos, la Biblia era un libro sobre la piedad filial, mientras que para la esposa que tenía un esposo que la trataba con frialdad, la Biblia era un libro que enseña a los esposos a amar a sus esposas.
No estoy bromeando. Supongamos que después de haber hablado con la hermana, al siguiente día venga el esposo y diga: “Estoy plenamente de acuerdo con el cristianismo, porque la Biblia de ellos enseña a las esposas a sujetarse a sus esposos. Ésta es una enseñanza muy buena. Para tener una buena vida familiar, una persona debe aceptar la Biblia de los cristianos. Espero que algunas hermanas vengan a mi casa para que le enseñen a mi esposa acerca del tema más importante de la Biblia. Esto es superior a la enseñanza china acerca de las esposas que sermonean a sus esposos. La Biblia dice que una esposa debe estar sujeta a su marido, así como la iglesia está sujeta a Cristo y así como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor. Ningún otro libro habla tan bien acerca de la sumisión como la Biblia”.
Un científico, quien era una persona muy reflexiva, dijo una vez: “Cuando era joven, menospreciaba la Biblia, pues la consideraba un cuento de hadas sin ninguna base científica. Pero ahora veo que la Biblia contiene la ciencia más avanzada”. Sus palabras me dejaron perplejo puesto que no sabía a qué ciencia se refería. Cuando le pregunté si se estaba refiriendo a Juan 3:16 ó a 1 Timoteo 1:15, ni siquiera sabía dónde estaban estos versículos. Para él la Biblia era un libro de ciencias.
Un abogado me dijo una vez: “Cuando era joven, estudiaba derecho y me oponía al cristianismo. Menospreciaba la Biblia, pensando que era un libro muy sencillo. Pero después de tantos años, lamento no haber estudiado la Biblia. Si hubiese leído la Biblia hace quince años, hoy en día mis argumentos como abogado serían mucho más contundentes. He estudiado muchos libros de derecho, pero ninguno de ellos supera el libro de Romanos en los argumentos que presenta. Este libro muestra que Pablo no sólo era un hombre elocuente, sino también poderoso en sus argumentos. Sus argumentos convencen a los hombres y los dejan callados”. Sin embargo, él ni siquiera sabía cuál era el tema de los argumentos de Pablo.
Otro hombre que estudiaba literatura dijo: “He leído muchos escritos famosos, pero ninguno de ellos se compara a la Biblia en forma, estructura y estilo literario. La Biblia contiene prosa, poemas, relatos históricos y muchas otras cosas. Es como una enciclopedia”. Sin embargo, él no sabía cuál era el contenido de dicha prosa, poemas, relatos e historias.
Así pues, debemos tener claro lo siguiente: la misma Biblia puede ser un libro diferente en manos de diferentes personas. Para cierta clase de personas la Biblia es cierta clase de libro. Los que están llenos de odio encontrarán odio en la Biblia; y los que están llenos de amor encontrarán amor en la Biblia. Los que mienten encontrarán mentiras en la Biblia; y los que son honestos encontrarán honestidad en la Biblia. La clase de persona que uno sea determinará la clase de Biblia que lea.
¿Qué clase de Biblia queremos tener en nuestras manos? ¿Queremos tener un libro de literatura, de ciencias, de argumentos, de piedad filial, de amor para los esposos, de sumisión para las esposas, de honestidad o de mentiras? La clase de Biblia que tengamos dependerá de la clase de persona que seamos. Diferentes clases de personas tienen diferentes clases de Biblias. Nadie puede alterar este principio.
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