Salvación en vida presentada en Romanos, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-4811-9
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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La vida de Dios en Cristo nos salva en cinco aspectos y produce cuatro resultados. El primer resultado es que reinamos en vida a fin de subyugar toda clase de insubordinación. Por consiguiente, tenemos control de todo tipo de ambiente. Segundo, somos capaces de llevar la vida de iglesia en una localidad, al ser salvos de nuestra propia perspectiva y nuestra propia meta. Cada uno de nosotros tiene su propia perspectiva. La vida de iglesia nos salva de nuestra propia perspectiva. Si una iglesia está llena de opiniones, ésta deja de ser normal. Ésta viene a ser Laodicea. Los puntos de vistas y opiniones del hombre producen diferentes metas. Estas diferentes metas impiden que la iglesia sea edificada. El tercer resultado consiste en aplastar a Satanás bajo nuestros pies, lo cual introduce el reino de Dios. Por último, la máxima consumación de la salvación en vida que Dios efectúa nos introduce en la glorificación.
Esta noche quisiera decirles nuevamente que a fin de participar en la obra del Señor, primero debemos tener la visión. La visión gobierna nuestra perspectiva. Nuestro punto de vista debe ser gobernado por la visión. En segundo lugar, no debemos formar partidos con nadie. El formar partidos está relacionado con los intereses y metas personales. La frase formar partidos ha sido traducida en la Versión Recobro como: “disensiones”, “contiendas” y “rivalidades” (Ro. 2:8; 2 Co. 12:20; Gá. 5:20; Fil. 1:17; 2:3; Jac. 3:14, 16). La gente está en contiendas y rivalidades debido a que tiene sus metas personales y busca sus propios intereses. Esto acarrea problemas.
Hace seis meses un hermano insistió en verme y trató de tener comunión conmigo en cuanto al problema actual en el recobro del Señor. Le dije a ese hermano que yo había estado en la vida de iglesia por cincuenta y ocho años y había llegado a familiarizarme con ese tipo de asuntos. Éstos se asemejan a los ciclos del metabolismo del cuerpo; después de cierto tiempo el cuerpo se enferma temporalmente.
Durante los dieciocho años que estuve en la China continental, el hermano Nee era responsable del ministerio de la palabra. Durante esos dieciocho años, vi al menos cuatro tormentas. En 1949 nos mudamos a Taiwán y comenzamos la obra allí. En este periodo de cuarenta años, el ciclo de tormentas ha sido menos frecuente. Sin embargo, siempre ha ocurrido una tormenta cada diez años aproximadamente. La semilla del primer problema fue plantada en 1957. Para 1959 la semilla casi había brotado. Este incidente tuvo mucho que ver con mi carga de ir al Occidente.
En 1962 yo tenía claro que el Señor quería que tomara la carga de empezar la obra de Su recobro en los Estados Unidos. Permanecí allí hasta 1965, cuando regresé a Taiwán con el objeto de aclarar la situación. La iglesia, en ese entonces, estaba siguiendo los mensajes del Evangelio de Juan. En el capítulo 2 el Señor les dijo a los judíos: “Destruid este templo, y en tres días lo levantaré” (v. 19). En esa ocasión les dije a los hermanos y hermanas que si la obra en Taiwán provenía del Señor, aunque el hombre fuera capaz de destruirla, el Señor la levantaría de nuevo en resurrección.
Debemos ver que no existe un mar donde no haya tormentas, ni un ser humano que nunca se enferme. Algunas enfermedades hacen que el hombre se debilite. Otros tipos de enfermedades con el tiempo fortalecen a la persona. Todos los padres saben que un niño debe pasar por algunas enfermedades para que éste pueda crecer apropiadamente. Si un niño casi nunca se enferma, puede morir cuando finalmente se enferme. Esto se debe a que carece de un sistema de defensa contra las enfermedades. Por esta razón, aunque no es bueno enfermarse, no debemos temerle. Yo tengo ochenta y seis años, y he pasado por muchas enfermedades graves. Primero contraje tuberculosis, luego tenía problemas estomacales y finalmente tuve una úlcera. Después de pasar por varias enfermedades graves, he llegado a ser aún más fuerte que antes. Así que, no le teman a las dificultades. Las dificultades son muy beneficiosas para el crecimiento orgánico de la iglesia.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.