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Estudio-vida de los Salmospor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-0265-4
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Actualmente disponible en: Capítulo 13 de 45 Sección 5 de 5

C. Le pide a Dios que le enseñe Su camino
y lo guíe por senda llana a causa de
sus enemigos, quienes lo acechan

David le pidió a Dios que le enseñase Su camino y lo guiase por senda llana a causa de sus enemigos, quienes lo acechaban, y creía que vería la bondad de Dios en la tierra de los vivientes (vs. 11-13).

Tenemos que ver que Dios no preservó a David ni le libró a causa de su integridad. En vez de eso, Dios preservó a David y lo libró con miras al propósito de Dios. En la economía neotestamentaria, Dios necesitaba un hombre como David, pero David no era un hombre íntegro. No era tan puro. En 1 Reyes 15:5 dice que David había hecho lo recto ante los ojos del Señor, salvo en lo tocante a Urías heteo. David asesinó a Urías y se quedó con su mujer, Betsabé. Hasta la genealogía de Cristo en Mateo 1 narra que David engendró un hijo de la que había sido mujer de Urías (v. 6). Esta expresión no es agradable. Decir que un hombre engendró un hijo de la mujer de otro constituye una mancha negra en la historia de ese hombre. Esto comprueba que David no era totalmente puro y perfecto. El no tenía esta calificación, y ninguno de nosotros la tiene. Nadie aparte del Señor Jesús ha andado jamás de una manera absolutamente pura y perfecta. A la postre, debido a la falla de David, su familia llegó a estar en un desorden corrupto. Entre sus hijos hubo también fornicación y asesinato (2 S. 13).

D. Aconseja y alienta otros
que esperen en Dios, y que se esfuercen
y se alienten en sus corazones

Al final del salmo 27, David aconseja y alienta a otros a que esperen en Dios, y que se esfuercen y se alienten en sus corazones (v. 14). Esto está bien, pero representa una actividad totalmente humana que no va conforme al estándar de la economía de Dios. En conformidad con lo que Pablo dijo en Gálatas 2:20 y Filipenses 1:21a, todos los escogidos de Dios deben confesar: “Con Cristo he sido crucificado. Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí. Aun ahora no vivo por mi fe, sino por la fe de Jesucristo. Vivo por medio de El, quien es mi fe. Estoy totalmente acabado. No soy otra cosa que un cadáver muerto y sepultado. No sé qué significa alentarse y esforzarse. Sólo sé que he sido crucificado y que ahora Cristo vive en mí. Para mí el vivir es Cristo”. Si los cristianos tuviéramos tal visión, tal revelación, nuestra actitud hacia los salmos y nuestra apreciación de los salmos sería totalmente diferente.

El coro del himno 47 en 100 Himnos Seleccionados dice: “Tú el Espíritu eres, querido y cerca a mí; ¡cómo disfruto que estás tan disponible a mí!” Hoy día no solamente se puede uno acercar al Señor, sino que El también está disponible. No es suficiente que sólo nos podamos acercar a la comida. También es necesario que la comida esté disponible para que nosotros podamos comer, de tal modo que la comida y nosotros seamos una sola entidad. Que uno se pueda acercar a algo no es tan bueno como si ese algo está disponible para uno. Hoy día en la economía neotestamentaria de Dios, no solamente se puede uno acercar a Dios, sino que también El está disponible para uno. El Señor dijo: “Yo soy el pan de vida ... el que me come, él también vivirá por mí” (Jn. 6:35, 57). Comer consiste en tomarle a El, a Aquel que está disponible, como nuestra comida. El también dijo que tenemos que beber de El, el agua viva (Jn. 4:10, 14). En el libro de Juan, todas las cosas relacionadas con Cristo no sólo están a nuestro alcance, sino que también están disponibles, es decir, las podemos disfrutar, las podemos comer y beber.

UNA PALABRA ADICIONAL ACERCA DEL DISFRUTE
QUE SE TIENE DE DIOS EN LA CASA DE DIOS

Ahora quisiera dar una palabra adicional acerca del disfrute que se tiene de Dios en la casa de Dios como se ve en el primer libro de los Salmos, el cual abarca los salmos del 1 al 41. Varias de las cosas que David disfrutó son buenas, pero muchas de ellas son objetivas y no están disponibles. David dijo que él levantaba sus manos hacia el lugar santísimo del santuario (Sal. 28:2). Esto es algo totalmente objetivo. David también dijo que los que están en el templo de Dios dicen: “¡Gloria!” (29:2). Si Dios solamente fuera la gloria por fuera de nosotros, El no tendría nada que ver con nosotros. La gloria objetiva no nos ayuda, pero que seamos subjetivamente mezclados con el Dios Triuno sí produce resultados. El coro del himno 1199 en Hymns dice: Mezclados, mezclados, aleluya ... ser mezclados es el camino. En la economía neotestamentaria, ser mezclado subjetivamente es el camino.

En Salmos 36:7-9, el disfrute que David experimenta en la casa de Dios es muy subjetivo. Estos versículos nos muestran el disfrute subjetivo de las riquezas que están disponibles en la casa de Dios. El salmista dijo que podemos ser completamente saciados de la abundancia, la grosura, las riquezas, de la casa de Dios (v. 8a). Podemos ser saciados con toda la plenitud de Dios dentro de Su casa al comerlo a El. Deseo repetir que debemos poner atención a la revelación que se encuentra en el Evangelio de Juan. En este evangelio, comer y beber son dos palabras cruciales. Por ser el pan del cielo, Jesús se puede comer. Por ser el agua viva, El también se puede beber. Si bebemos del agua viva, ésta será en nosotros un río de agua que salte para vida eterna. Comer y beber del Señor para disfrutarlo como nuestro suministro espiritual de vida es muy importante, pero en el cristianismo actual no se han dado cuenta de ello.

En la casa de Dios podemos beber del río de las delicias de Dios (Sal. 36:8b). No se trata sólo de una delicia, sino de muchas delicias. Los cristianos no necesitamos distracciones, entretenimientos, fiestas ni clubes mundanos. Nuestro “club” es la vida de la iglesia. La iglesia es el mejor club de la tierra. Aquí en la iglesia tenemos nuestras delicias. Nuestro entretenimiento es el río de las delicias de Dios. Podemos ver un cuadro de este río fluyente en Génesis 2, y este río, el río de agua de vida en Apocalipsis 22, fluirá para siempre.

Salmos 36:9a dice que podemos participar del manantial de la vida de Dios. En el libro de Jeremías, Dios condenó a Israel porque éste le abandonó a El, el manantial de aguas vivas (2:13). Sin embargo, en la casa de Dios podemos participar del manantial de la vida de Dios. Con el tiempo, podemos ver la luz en la luz de Dios (Sal. 36:9b).

En la casa de Dios tenemos el alimento, el río, el manantial de la vida y la luz. Estas cuatro cosas no son objetivas en absoluto. El alimento es para comer, el río es para beber, el manantial es para que podamos participar de él y la luz es para que viendo podamos participar de ella. ¡Qué disfrute es éste! Este disfrute en Salmos 36 es mucho más profundo y elevado que el disfrute de la casa de Dios en Salmos 27. En Salmos 36 todo está disponible. La comida está disponible, el río está disponible, el manantial de la vida está disponible, y la luz está disponible. Las riquezas de la casa de Dios están disponibles para que las disfrutemos.

Este disfrute al final nos llevará a la Nueva Jerusalén. En la Nueva Jerusalén nos saciaremos con el fruto del árbol de la vida; beberemos del río de agua de vida; participaremos del manantial de la vida de Dios; y veremos la luz en la luz divina de Dios (Ap. 22:1-2, 5). Esto es el disfrute consumado que se tiene de Dios en la casa de Dios.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

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