Cumplimiento del tabernáculo y de las ofrendas en los escritos de Juan, Elpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-7380-7
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Éste es un misterio que las personas del mundo no pueden entender ni comprender. A ellas les sorprende que los cristianos se reúnan todos los días, pasen tres horas en una reunión aun después de haber trabajo ocho horas en una oficina. Los cristianos asisten todos los días a las reuniones porque reciben un suministro en su interior y tocan la vida. Nuestras necesidades internas a menudo son satisfechas en las reuniones. Tal vez nos encontremos en una situación que no sabemos cómo resolver, pero una vez que la presentamos a los hermanos y hermanas, por alguna razón desconocida, tenemos una solución y el dilema desaparece. Podemos afirmar que mientras los santos estén dispuestos a tener comunión, no hay ningún problema espiritual que no pueda resolverse.
Me siento muy agradecido con dos hermanos que ejercen el liderazgo y están aquí, a quienes siempre deseo ver antes de dar un mensaje. Cuando los veo, recibo el suministro. Aunque ellos dicen que no tienen la respuesta cuando les hago una pregunta, la respuesta muchas veces viene a mí mientras ellos dicen esto. Esto es ciertamente maravilloso. Por lo tanto, me gusta reunirme con ellos antes de la reunión y preguntarles: “Hermanos, ¿cómo debo compartir este mensaje hoy?”. Cuanto más ellos dicen que les es difícil darme una respuesta, más aclarado soy y sé lo que debo hablar. Éste es el suministro que nos brinda la comunión.
Siempre que siento una pesada carga que no puedo liberar por medio de oración ni por medio de esperar delante del Señor, busco a estos dos hermanos. Muchas veces, después de hablar con ellos por sólo diez minutos, la carga me es quitada, y veo claramente que he encontrado el camino del Señor. Cuando estoy solo en mi cuarto, no importa cuánto piense, considere, ore y busque al Señor, nada parece ayudar, pero tan pronto como acudo a estos dos hermanos, el problema es resuelto. Tal vez después de hablar con ellos por sólo diez minutos, y aunque parece que no pueden ofrecerme ninguna solución, con todo, recibo una solución en mi interior. La solución viene simplemente por medio de la comunión.
Después, los hechos demuestran que el camino provenía del Señor, del Espíritu, que estaba lleno de luz y de sabiduría, y que era de beneficio para el Cuerpo. Hay numerosos testimonios como éste, y podemos decir que éste es nuestro testimonio casi todos los días. Incluso hoy, puedo decir que ningún aspecto del servicio llega a ser claro para mí mediante mi oración personal. Así que tengo una comunión completa y detallada con los hermanos en cuanto a cada aspecto del servicio. De este modo, discernimos el sentir de Dios en nuestra comunión, es decir, percibimos el sentir de la Cabeza por medio de los miembros en nuestra comunión. Esto es maravilloso, y al mismo tiempo es muy práctico. Cuanto más avanzamos en los asuntos espirituales, más vemos lo práctico y lo necesario que es este asunto.
No sólo los hermanos y hermanas necesitan la comunión del Cuerpo, sino también una iglesia o la obra necesita de esta comunión. Algo anda mal si una iglesia local dice vivir delante del Señor y recibir gracia directamente de parte del Señor y, al mismo tiempo, manifiesta que no necesita recibir ayuda de ninguna otra iglesia local. Sin la ayuda de los hermanos y hermanas, nos secaremos; sin la comunión de otras localidades, una iglesia local será como un pie que se ha secado, que se ha atrofiado. Si una iglesia confía únicamente en la comunión directa que recibe del Señor y menosprecia la comunión del Cuerpo, esa iglesia inevitablemente se secará.
Aunque hacemos hincapié en el hecho dar mensajes en cada conferencia, valoramos mucho más la comunión que tenemos con todos los santos. Al menos una vez al año se congregan todos los hermanos y hermanas de cada localidad de Taiwán, quienes buscan al Señor, laboran para Él y sirven en las iglesias. No podríamos enumerar las bendiciones que recibimos en estas reuniones. Por medio de la comunión, los problemas desaparecen y recibimos un rico suministro. Algunos santos pueden testificar que durante estas conferencias, la ayuda que reciben al tener comunión con los hermanos y hermanas es mayor que la que reciben al escuchar los mensajes. La comunión resuelve más problemas que los mensajes. Esto es verdaderamente un hecho.
Examinemos nuestra situación. El hecho de que se hayan levantado y establecido reuniones en diferentes localidades y que hayan llegado a su condición presente en su servicio, ha sido el resultado de la comunión. Actualmente, hay treinta y cinco localidades en la isla que han establecido reuniones para partir el pan, lo que indica que son iglesias locales. Además de esto, hay reuniones de oración en aproximadamente veinte lugares más. Por consiguiente, hay reuniones en cincuenta lugares. Las reuniones en estos lugares no fueron establecidas por los obreros, sino mediante la comunión de los hermanos y hermanas. Esto nos muestra la importancia de la comunión. Estos lugares fueron levantados uno por uno, y están creciendo. Más aún, los santos en estos lugares están sirviendo al Señor y también están introduciendo a los santos de otros lugares en el servicio. Éste es el resultado de la gracia recibida en la comunión.
La gracia que recibimos en la comunión es muy práctica. Algunas localidades empezaron con un solo santo quien después de asistir a una conferencia, regresó a su localidad y estableció una reunión. En otros lugares había dos o tres hermanos y hermanas que recibieron la comunión y el suministro de una conferencia y empezaron a reunirse en su localidad. Después de dos o tres meses ellos empezaron a partir el pan, y actualmente hay de veinte a treinta santos que se reúnen en su localidad. Esto es maravilloso; en esto consiste la comunión, y éste es el resultado de la comunión.
A fin de que el Cuerpo crezca, debemos tener la comunión del Cuerpo; cuanta más comunión tengamos, mejor. Las iglesias en el exterior y las iglesias del Sudeste Asiático también pueden dar testimonio de esto. La razón por la cual sufrieron pérdida en el pasado fue que no tuvieron suficiente comunión. Ésta es la razón por la cual en esta ocasión estamos prestando especial atención a la comunión. Muchos hermanos y hermanas del extranjero reconocen que por medio de esta comunión ellos han recibido muchas cosas que no recibieron en el pasado, han podido resolver muchos problemas que no tenían solución y han encontrado un camino que los ha sacado de muchas dificultades.
Es preciso que veamos que el crecimiento de los santos, el crecimiento de las iglesias, la propagación de la obra e incluso la educación de los obreros depende de la comunión del Cuerpo. Por ejemplo, generalmente nos sentimos satisfechos cuando hemos comido lo suficiente. No obstante, durante el ejercicio, cuando aumenta la circulación de la sangre en nuestro cuerpo, tal vez no estemos conscientes de lo mucho que somos abastecidos ni de cuántas cosas son eliminadas de nuestro cuerpo. Sin embargo, el aumento de la circulación mediante el ejercicio nos imparte el suministro y elimina los elementos negativos de nuestro cuerpo. Tal vez pensemos que recibimos mucha edificación al escuchar los mensajes y que obtenemos mucha ayuda al leer la Biblia, pero debemos ver que somos abastecidos aún más cuando tenemos comunión con otros. Los problemas son resueltos o eliminados subconscientemente. La gracia que recibimos es la gracia propia de la comunión.
Por ejemplo, si una persona no tiene luz, no recibirá ninguna dirección, y aunque procure recibir luz y dirección, no podrá recibirlas. Sin embargo, cuando asiste a una reunión, sorprendentemente, aun antes de que la reunión comience, la luz resplandece dentro de ella. A menudo hemos tenido esta experiencia. Cuando venimos a una reunión, la luz viene; o incluso mientras vamos de camino a la reunión, viene la luz. Por favor, recuerden que esta luz se halla en el Cuerpo, ésta es la luz del santuario. Cuando permanecemos en nosotros mismos, estamos en tinieblas; sin embargo, cuando participamos de la comunión del Cuerpo, esta comunión nos trae luz y, de hecho, la comunión misma es la luz. Cuando participamos de esta comunión, entramos en la luz. Tal vez no sepamos cómo tratar un asunto importante, aunque procuremos recibir la dirección del Señor. Sin embargo, en cuanto tenemos comunión con algunos hermanos y hermanas, entendemos el asunto con claridad y recibimos la dirección que necesitamos. Esto es lo que nos brinda la comunión. Espero que a través de estos puntos todos podamos ver la importancia de tener comunión.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.