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Servicio neotestamentario, Elpor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-7392-0
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Actualmente disponible en: Capítulo 6 de 14 Sección 1 de 4

CAPÍTULO SEIS

MEDIANTE LA ESTRELLA DE LA MAÑANA
EN NUESTROS CORAZONES
Y AL LLEGAR A SER ESTRELLAS
EN LA IGLESIA

Lectura bíblica: Nm. 24:17; Mt. 2:2, 9-10; 2 P. 1:19; Ap. 2:28; 22:16b-17a; 1:16a, 20; 2:1; 3:1; Dn. 12:3; Jud. 12-13; Mt. 13:43a

SE VE LA ESTRELLA EN TODA LA BIBLIA

El asunto concerniente a la estrella no se halla solamente en el libro de Mateo. Todos los asuntos principales de la Biblia, como norma, comienzan en el Antiguo Testamento y pasan a través del Nuevo Testamento hasta el final de la Biblia. El asunto relacionado con la estrella no es la excepción. La primera vez que se menciona y se revela es en Números 24:17: “Saldrá Estrella de Jacob”. Según el contexto de este versículo, la Estrella que sale de Jacob es Cristo. Cristo viene en calidad de Estrella. Luego, inmediatamente al comienzo del Nuevo Testamento, tenemos a la estrella de nuevo. Los magos dijeron: “Vimos Su estrella cuando apareció” (Mt. 2:2). No dijeron: “Vimos una estrella”, o: “Vimos la estrella”, sino: “Vimos Su estrella”. Sin duda, éste es el cumplimiento de la profecía en Números 24. La Estrella que fue profetizada en el Antiguo Testamento ya había llegado y apareció a estos magos. Hemos visto claramente que la revelación de esta estrella se dio fuera de la religión. Al Señor Dios no le interesa la religión; Él pasará de largo cualquier asunto que se vuelva religioso.

LA ESTRELLA EN LAS IGLESIAS

La estrella en Mateo 2 es solamente el comienzo de este asunto en el Nuevo Testamento. Si acudimos al último libro, el libro de Apocalipsis, podemos ver dos puntos en cuanto a este asunto. El primero es que el Señor Jesús es la estrella, no la estrella vespertina, sino la estrella de la mañana; segundo, vemos que todos los mensajeros de las iglesias son estrellas. Aquí es preciso entender que los mensajeros no se refieren a los seres celestiales, sino a personas espirituales que llevan la responsabilidad espiritual en la iglesia: ellos son las estrellas. En este libro tenemos a Cristo, quien es la estrella de la mañana, y aquellos fieles seguidores de Cristo en las iglesias, que son las estrellas. Ahora, ¿dónde está la estrella? Es un asunto muy claro que la estrella hoy está en la iglesia.

Al comienzo del Nuevo Testamento la estrella estaba fuera de la religión, pero al final del Nuevo Testamento la estrella está dentro de la iglesia. ¿Han visto estos dos extremos del Nuevo Testamento? Si ven la estrella hoy, no hay necesidad de que miren al cielo, no tienen que hacer lo que hicieron los magos. Hoy la estrella está en la iglesia y entre las iglesias. La raíz y el linaje de David, el Hijo de Dios y también el Hijo del Hombre, Jesucristo, es la estrella de la mañana y, como tal, está andando hoy entre las iglesias locales. Entonces, ¿adónde deben ir para ver la estrella? Deben venir a las iglesias locales.

Si estamos a favor de la religión, estamos acabados con respecto a la estrella. Sin embargo, si estamos en la iglesia local auténtica, alabado sea el Señor, la estrella está ahí. Muchos de nosotros hemos comprobado esto con nuestra experiencia: cuando estábamos en la religión, simplemente teníamos la sensación de estar en las tinieblas, pero cuando el Señor nos trajo a las iglesias locales, aleluya, vimos la estrella, la luminosidad de la estrella. La estrella celestial hoy está en las iglesias locales.

LOS SEGUIDORES DE CRISTO
SON ESTRELLAS

No sólo Cristo mismo es la estrella, sino que también Sus seguidores, los que resplandecen en las iglesias, son estrellas. En Hechos y en las Epístolas, los que tomaban la delantera eran llamados ancianos, pero en el último libro de la Biblia ellos son las estrellas. Ahora no es un asunto relacionado con el título o la posición, sino con la luminosidad. Todos los que llevan la delantera en las iglesias locales deben ser las estrellas resplandecientes.

¿Qué significa ser una estrella? Daniel 12:3 nos da la respuesta: “Los que tienen perspicacia resplandecerán como el resplandor de la expansión celestial, y los que hagan volver a muchos a la justicia, como las estrellas, eternamente y para siempre”. Las estrellas son aquellos que resplandecen en las tinieblas y que hacen volver a las personas del camino incorrecto al correcto. Ahora, durante la era de la iglesia, es el período de la noche. Por tanto, necesitamos el resplandor de las estrellas. Ninguno de los que llevan la delantera en las iglesias locales debe reclamar su posición; no debe decir: “Yo soy uno de los ancianos; me deben reconocer”. Si ellos dicen esto, están en tinieblas. Necesitamos a los hermanos y hermanas que brillan; necesitamos a las estrellas resplandecientes. El resplandor en las tinieblas actuales causa que las personas sean guiadas y se vuelvan del camino incorrecto al correcto. Todo lo incorrecto es injusticia; todo lo recto es justicia. Aquellos que hacen volver a muchas personas a la justicia son las estrellas que resplandecen por los siglos de los siglos.

Al principio del Nuevo Testamento se menciona solamente una estrella en los cielos, pero al final del Nuevo Testamento hay siete estrellas en siete iglesias locales. En cada iglesia local hay una estrella: en cada iglesia local existe algo que resplandece y guía a las personas al camino correcto.

Hace aproximadamente cuarenta años, esta estrella en la iglesia local me hizo volver del camino incorrecto al correcto. Muchos santos queridos hoy también pueden testificar acerca de este hecho; pueden decir: “Aleluya, he visto la estrella en la iglesia local. Fue la estrella en la iglesia que me llevó al camino correcto”.

¿Cómo realizamos el servicio neotestamentario? ¡Simplemente al seguir la estrella! Y ¿dónde está la estrella? Alabado sea el Señor porque hoy no estamos en la era de Mateo 1 y 2, sino en la era del libro de Apocalipsis, en las iglesias locales. Hoy la estrella está en las iglesias locales. Al final de la Biblia vemos esta frase: “Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana. Y el Espíritu y la novia dicen: Ven” (22:16-17). Hoy la iglesia está con el Espíritu y con la novia. Donde está el Espíritu, allí también está la estrella; donde está la novia, la iglesia, allí está la estrella.


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