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Principios básicos en cuanto al ancianatopor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-4731-0
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CAPÍTULO DOS

EL NOMBRAMIENTO, COLOCACIÓN
Y CAPACIDAD DE LOS ANCIANOS

Lectura bíblica: Hch. 11:29-30; 14:23; 15:2, 4, 6, 23; 21:18; Tit. 1:5

LA PRIMERA MENCIÓN DE LOS ANCIANOS
EN EL NUEVO TESTAMENTO

Es necesario que veamos algunos asuntos relacionados con los ancianos. Los hijos de Israel tenían ancianos; sin embargo, en el Antiguo Testamento no nos dice cómo éstos fueron nombrados. Igualmente, en el Nuevo Testamento vemos que había ancianos en la primera iglesia local, la iglesia en Jerusalén, pero no se nos dice cuándo ni cómo llegaron a serlo. Sin embargo, es bastante evidente que los ancianos eran personas importantes.

La primera mención de los ancianos en las iglesias se halla en Hechos 11:29-30, que dice: “Entonces los discípulos, cada uno según había prosperado, determinaron enviar bienes para ministrar a los hermanos que habitaban en Judea; y lo hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo”. Estos versículos revelan que los donativos de las iglesias gentiles fueron enviados a los ancianos de Jerusalén.

En Hechos 15 vemos la importancia que tienen los ancianos. El versículo 2 dice: “Como Pablo y Bernabé tuviesen una disensión y discusión no pequeña con ellos, los hermanos dispusieron que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros de ellos, a los apóstoles y a los ancianos, para tratar esta cuestión”. Esto nos muestra que cuando hubo desacuerdo en cuanto a la verdad, no sólo participaron en la discusión los apóstoles, sino también los ancianos. Esto claramente nos muestra lo importantes que son los ancianos en la administración de Dios.

El versículo 4 dice: “Llegados a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y los apóstoles y los ancianos, y refirieron lo que Dios había hecho con ellos”. Luego, el versículo 6 dice: “Se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto”. Finalmente, en el versículo 23 leemos: “Escribir por conducto de ellos: Los apóstoles y los hermanos que son ancianos, a los hermanos de entre los gentiles que están en Antioquía, en Siria y en Cilicia: Regocijaos”. En todos estos versículos los ancianos se mencionan de manera específica.

Hechos 21:18 dice: “Al día siguiente Pablo entró con nosotros a ver a Jacobo, y se hallaban reunidos todos los ancianos”. En la última visita de Pablo a Jerusalén, él se reunió con Jacobo y todos los ancianos. Esto también nos muestra la importancia de los ancianos.

Según la revelación hallada en toda la Biblia, el factor básico en la administración de Dios no deben ser ni el rey ni los apóstoles ni los profetas, sino los ancianos. Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento, quienes ejercían directamente la administración eran los ancianos. Cuando la administración al parecer estuvo a cargo de los reyes en el Antiguo Testamento, aquello en realidad era una situación anormal. La verdadera administración de Dios depende básica y directamente de los ancianos.

LOS ANCIANOS SON PRODUCIDOS
MEDIANTE EL CRECIMIENTO Y LA MADUREZ EN VIDA

Es necesario que consideremos cómo son nombrados los ancianos, o la manera en que ellos deben ser producidos. El Nuevo Testamento al parecer revela que los apóstoles son quienes nombran a los ancianos. Sin embargo, en realidad los ancianos no son producidos principalmente por el nombramiento de los apóstoles. A veces lo que la Biblia no dice es tan significativo como lo que dice. La Biblia no dice cómo los ancianos que estaban entre los hijos de Israel fueron producidos ni nos dice cómo fueron producidos los ancianos de la iglesia en Jerusalén. Esto indica que la manera como se producen los ancianos no depende por completo del nombramiento.

Los ancianos son producidos principalmente por la vida. En una familia no es necesario darle un nombramiento al padre. Él es producido no por un nombramiento, sino por la vida. Es una cuestión espontánea de vida que de entre los miembros de una familia, uno sea el padre. La expresión anciano, la cual sencillamente significa una persona mayor o de avanzada edad, denota a alguien que es producido por el crecimiento y madurez de vida. Es necesario tener una fuerte impresión de que los ancianos no son producidos principalmente por nombramiento, sino por lo que ellos mismos son en vida según su crecimiento y madurez.

Aunque en una familia no es necesario nombrar o designar al padre, los ancianos sí necesitan ser nombrados, porque la situación en la iglesia no es tan sencilla como la de una familia. En una familia todos saben quién es el padre, y no hay ninguna discusión al respecto. En principio, los ancianos son producidos por su madurez en vida, pero es posible que incluso en una iglesia pequeña no esté muy claro quiénes son los que tienen el mayor grado de madurez. Por esta razón, a fin de evitar cualquier confusión, es necesario que algunos sean nombrados ancianos. Nombrar ancianos sencillamente significa mostrar o indicar a los santos quiénes son los ancianos para evitar confusión o complicaciones. Sin embargo, debemos tener claro que los ancianos no son producidos por nombramiento, sino por el crecimiento en vida.

Según Hechos 14, durante el mismo viaje en el que Pablo predicó el evangelio, también levantó iglesias locales y en cada una de ellas nombró o constituyó ancianos. El versículo 23 dice: “Después que constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído”. Estas iglesias en las cuales Pablo nombró ancianos habían sido establecidas en un lapso de menos de un año. Por consiguiente, la práctica de Pablo a comienzos de su ministerio y durante su primer viaje consistió primeramente en predicar el evangelio, luego en levantar iglesias y después en constituir ancianos. Sin embargo, veinte años después su práctica de nombrar ancianos pareció cambiar. En Tito 1:5 dijo: “Por esta causa te dejé en Creta, para que pusieras en orden lo que faltaba, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé”. Pablo no estableció directamente los ancianos en Creta como lo hizo en su primer viaje.

Independientemente del apostolado que Pablo había recibido del Señor, creo que él como ser humano necesitaba mejorar. El Señor no necesita mejorar, pero Pablo sí necesitaba mejorar. Esto se ve claramente en un asunto. En 1 Corintios 7, un capítulo que Pablo escribió a comienzos de su ministerio, él opinaba que era mejor que las viudas no se casaran (v. 8). Sin embargo, posteriormente en su ministerio él dijo que las viudas más jóvenes se debían volver a casar (1 Ti. 5:14). A través de mucha experiencia Pablo aprendió algo y, como resultado, cambió de parecer; no obstante, este cambio llegó a ser parte del relato de la Biblia, un relato divinamente inspirado. Por lo tanto, no debemos sentirnos condenados si algunos de los aspectos secundarios de nuestra enseñanza cambian como resultado de años de experiencia.

Pablo también parece haber cambiado en el asunto de designar ancianos. En su primer viaje él nombró ancianos en cuanto una iglesia era establecida, pero posteriormente probablemente descubrió que esta práctica no era confiable. Por lo tanto, en su ministerio posterior no nombró ancianos inmediatamente, sino que le dejó esta tarea a su colaborador más joven porque vio la necesidad de considerar un poco más los requisitos de los ancianos. Sólo cuando llega a la parte posterior a su ministerio Pablo no mencionó los requisitos específicos de los ancianos (3:2-7; Tit. 1:6-9). Esto parece indicar que se dio cuenta de que algunos ancianos fueron nombrados prematuramente. En otras palabras, en los comienzos del ministerio de Pablo los ancianos fueron nombrados rápidamente, pero en una etapa posterior de su ministerio fueron nombrados de manera lenta y con mucho cuidado. Esto muestra que llegó a ser muy cuidadoso respecto a este asunto.

No debemos decidir si un hermano es un anciano mientras está en una etapa temprana de su crecimiento en vida, cuando todavía es inmaduro. Debemos demorarnos un poco más y esperar a que sea el momento indicado. De lo contrario, será arriesgado y podrá causar problemas. El Nuevo Testamento revela que los ancianos de una iglesia local no deben ser nombrados de forma apresurada. Se requiere tiempo para considerar el asunto a fondo, y para los requisitos se hayan manifestado. Entonces ése será el momento apropiado para tomar una decisión. Los labradores no recogen el grano hasta que está maduro. Sería insensato recogerlo antes de que la cosecha haya madurado. De igual manera, cada vez que una nueva iglesia local es levantada como el testimonio del Señor, lo más apropiado y seguro es postergar el nombramiento de los ancianos hasta que la situación sea plenamente manifestada.


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