Llevar fruto que permanece, tomo 1por Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-6314-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Podemos aplicar de manera práctica los asuntos mencionados anteriormente de la siguiente manera. Cada vez que tengamos comunión en una reunión de hogar, debemos liberar nuestro espíritu en cuanto abramos nuestra boca. Cuando liberamos nuestro espíritu, no somos tímidos ni estamos temerosos. Podemos comparar esto con un juego de básquetbol. Una vez que los jugadores entran en la cancha, se olvidan de los cielos, de la tierra e incluso de su propio nombre. Lo único que ocupa sus mentes es ganar el juego. Por ser así, ciertamente ganarán el partido. De la misma manera, nuestro espíritu tiene que ser liberado. En segundo lugar, antes de ir a conducir una reunión de hogar, debemos orar lo suficiente a fin de poder liberar el espíritu con denuedo. Asimismo, debemos ejercitarnos para ser equipados con la verdad. Si nos ejercitamos lo suficientemente, todo será muy fácil. Todos debemos prestar atención a este asunto. No sólo los hermanos y hermanas jóvenes deben hacer lo posible por ejercitarse, sino también los hermanos de mediana y avanzada edad. Ésta es la mayor carencia en todo el cristianismo. Aunque hay muchos creyentes que aman al Señor y le buscan, son muy pocos los que saben guiar a otros y saben qué hacer. Esto se debe a la falta de ejercicio. Espero que podamos ser fortalecidos en este asunto.
La necesidad primordial es conocer la verdad. Esto es como enseñar las matemáticas; si no somos buenos para las matemáticas, nos será muy difícil enseñarlas. La verdad que necesitamos conocer primeramente es la verdad en cuanto a la iglesia. Debemos ayudar a otros a conocer la iglesia de una manera exhaustiva. Cuando enseñamos a los demás, debemos presentarlo todo de manera sencilla. Una vez más, podemos comparar esto con la manera en que un entrenador les enseña a sus jugadores. El entrenador primero les enseña los movimientos básicos y espera que ellos practiquen dichos movimientos de manera cabal. Cuando juegan en la cancha, ellos no necesitan hacer todos los movimientos que el entrenador les enseñó, sino únicamente aplicarlos de manera flexible según la situación real y con la meta de encestar la pelota. Espero que todos entiendan estos dos aspectos. Por un lado, necesitamos conocer las verdades y ser equipados con ellas; por otro, debemos presentar las verdades de una manera sencilla y concisa, presentándoselas claramente a los nuevos creyentes.
Usemos como ejemplo el significado de la palabra iglesia. La iglesia es la asamblea de los que Dios ha llamado a salir. En cualquier lugar donde se reúnen creyentes como ustedes y yo, allí está la asamblea que Dios ha llamado a salir. Éste es el primer significado de la iglesia. Si vemos que necesitamos explicar el texto griego, simplemente podemos decir que la palabra iglesia en griego significa “asamblea de los que han sido llamados a salir”. No obstante, a fin de evitar dificultades, no presten demasiada atención al griego. En segundo lugar, la iglesia es el Cuerpo de Cristo. Todos tienen un cuerpo. Todos sabemos que nuestro cuerpo humano está compuesto por muchos miembros, y que no es una organización inerte, sino un organismo viviente. Con respecto al Cuerpo de Cristo, se aplica el mismo principio que el que se aplica a los miembros orgánicos de nuestro cuerpo. El concepto clave es la vida que está en el cuerpo. Al igual que nuestro cuerpo humano, la iglesia como Cuerpo orgánico de Cristo está interiormente llena de vida. La vida del Cuerpo de Cristo es la vida de Dios. Por otro lado, la función del cuerpo de una persona es expresar dicha persona. Si una persona sólo tuviera una cabeza sin un cuerpo, no tendría expresión. El cuerpo junto con la cabeza funciona de tal manera que se manifiesta cierta expresión. La iglesia es la expresión orgánica de Cristo; por lo tanto, ella es la plenitud de Cristo. La plenitud es un desbordamiento. Si algo no fluye, no puede ser expresado. Una vez que fluye, el fluir llega a ser una expresión.
Toda persona que ha sido salva debe abandonar las sectas. Las sectas son partidos que han llegado a formar divisiones. Durante los primeros años en la China continental, a algunos grupos cristianos les gustaba usar la palabra denominación, como “La denominación bautista” y la “denominación presbiteriana”. Más tarde el Señor levantó las iglesias en el recobro del Señor como testimonio de que las denominaciones eran partidos que se habían convertido en sectas. Gálatas 5:19-20 dice que las sectas son la obra de la carne. Pablo condena las sectas en 1 Corintios 1, y Dios mismo las condena. Puesto que nosotros “tocamos la trompeta” en cuanto a las sectas, esto afectó a la China continental, y la sigue afectando hasta el día de hoy. Hoy muchos grupos cristianos ya no se llaman denominaciones. Aunque la palabra denominación aparentemente suena bien, en realidad es condenada por muchos cristianos. Por esta razón, no están dispuestos a usar este término hoy.
¿Por qué no debe haber sectas entre los cristianos? En primer lugar, porque Cristo no está dividido. Nosotros creemos en un solo Señor. En el universo Cristo es uno solo. Cristo es universalmente uno y eternamente uno. Él no está dividido, ni puede ser dividido ni debe ser dividido. Pablo les preguntó a los que causaban división: “¿Está dividido Cristo?” (1 Co. 1:13). La respuesta obviamente sería negativa: “No, Cristo no está dividido”. Puesto que Cristo no está dividido, nosotros los que creemos en el Señor tampoco debemos estarlo.
En segundo lugar, la iglesia es el Cuerpo de Cristo. Todos tienen un solo cuerpo; el cuerpo de cada ser humano es único. Una persona con dos cuerpos sería un monstruo. Asimismo, el Cuerpo de Cristo es uno solo. En Efesios 4:4 Pablo dijo: “Un Cuerpo”, en el cual hay un solo Espíritu. A la luz de esto vemos que el Cuerpo es único y que Cristo no puede ser dividido. El Cuerpo de Cristo, que es la iglesia, es único. Por lo tanto, no hay lugar alguno para la división, ni tampoco debe haberlo.
En tercer lugar, dividir a los cristianos en sectas religiosas es una obra de la carne. Gálatas 5:19 dice que el fruto, las obras, de la carne es manifiesto. Después de esto Pablo enumera varios asuntos, uno de los cuales son las sectas. ¿De dónde vienen las sectas? El versículo 20 relaciona estas tres cosas: disensiones, divisiones y sectas. Inicialmente, tenemos las disensiones y luego las divisiones, las cuales redundan en la formación de las sectas. Ésta es la condición de todo el cristianismo hoy. Debido a la carencia del resplandor de la luz, las personas afirman orgullosamente que pertenecen a cierto grupo. No obstante, una vez que la luz resplandece, ellas ven que esos supuestos grupos no son más que sectas, las cuales Dios condena.
En 1 Corintios se alude a las sectas. La iglesia en Corinto era una iglesia primitiva, que fue levantada alrededor del año 50 d. C. Para la época en que se escribió 1 Corintios, esta iglesia ya manifestaba una condición de división. Esto significa que poco después que fue establecida, se dividió en diferentes grupos. ¿En qué se basaban sus divisiones? Se basaban en las personas que las encabezaban. Algunos preferían a Pablo, por lo cual decían que eran “de” Pablo; otros preferían a Cefas, por lo cual decían que eran “de” Cefas; y otros preferían a Apolos, por lo cual decían que eran “de” Apolos. Así que, la iglesia estaba dividida al menos en tres grupos. Además, estaban aquellos que decían que los demás creyentes estaban equivocados y que Cristo era el mejor, por lo cual ellos eran “de” Cristo; y finalmente se formaron cuatro grupos. Al reprenderlos, Pablo parecía decirles: “¿Está Cristo dividido? ¿Por qué vosotros decís que sois de Pablo? ¿Acaso fue Pablo crucificado por vosotros? No fui yo quien fue crucificado por vosotros; más bien, Cristo fue crucificado por vosotros. ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo? No, todos vosotros fuisteis bautizados en el nombre de Cristo. Por lo tanto, ninguno de vosotros debiera decir que es ‘de’ Pablo”.
Luego en 3:21-22 Pablo parecía decirles: “No digáis que sois de Pablo; más bien, yo, Pablo, soy vuestro, porque todas las cosas son vuestras, lo cual me incluye a mí”. Pablo condenó enérgicamente las sectas. En 1:10 Pablo dijo: “Que no haya entre vosotros divisiones”, y en Tito 3:10 también dijo: “Al hombre que cause disensiones, después de una y otra amonestación deséchalo”. Él dijo claramente que debemos rechazar las disensiones, y de ninguna manera fomentarlas o promoverlas. Por consiguiente, no debe haber disensiones entre los cristianos, es decir, no debe haber sectas.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.