Visión celestial, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-0927-1
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
ISBN: 978-0-7363-0927-1
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
Font Size
Comencemos este capítulo acerca de la visión del mundo dando lectura a dos pasajes bíblicos. En 1 Juan 2:15-17 se declara: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y su concupiscencia; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”. Estos versículos nos muestran que el mundo se opone a Dios el Padre y que las cosas que están en el mundo son contrarias a la voluntad de Dios. Jacobo 4:4 también nos habla del mundo, cuando dice: “Adúlteros, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que decide ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios”. En otras palabras, el mundo está en contra de Dios; así que, quienes aman al mundo, son enemigos de Dios.
A fin de obtener la visión del mundo, es necesario que definamos claramente qué es el mundo. ¿Cómo definiría usted “el mundo”? No es tan sencillo definirlo claramente.
Dios creó al hombre y lo puso en la tierra; por lo tanto, el hombre requiere ciertas cosas para su subsistencia. En el primer capítulo de la Biblia se mencionan dos cosas necesarias para la existencia humana: el alimento y el matrimonio (vs. 29 y 28). El género humano necesita el alimento para existir, y el matrimonio para multiplicarse y llenar la tierra. La vestidura no se menciona antes de la caída del hombre, la cual aconteció en el capítulo tres (vs. 7, 10-11, 21). Inmediatamente después de la caída, el hombre sintió la necesidad de cubrirse; desde entonces, la vestidura ha sido necesaria para la existencia humana. Además, la primera ocasión que la Biblia menciona la vivienda es en Génesis 4:17; por eso esta necesidad sólo se menciona al comienzo de la segunda etapa de la caída del hombre.
La caída del hombre se dio en tres etapas: la primera consistió en caer del espíritu al alma; en la segunda cayó del alma a la carne; y en la tercera cayó de la carne a los ídolos. En la primera etapa de la caída, el hombre se dio cuenta de que estaba desnudo y de que era pecaminoso, y que por lo tanto, necesitaba vestirse. En la segunda etapa de su caída, comenzó a preocuparse por su cuerpo físico y su necesidad de albergue.
En el huerto, Dios y el hombre estaban al mismo nivel. Luego, el hombre cayó del espíritu al alma. Esto significa, que el hombre abandonó el espíritu y entró en el ámbito del alma. Antes de caer, el hombre vivía principalmente por el espíritu; pero desde la primera etapa de la caída, comenzó a vivir por el alma, la cual se habiá convertido en el yo. Después de la primera etapa de la caída, el hombre se volvió pecaminoso, pero aún no era carnal, sino anímico, es decir, que estaba centrado en el alma. Cuando se inició la segunda etapa de la caída, esto es, cuando cayó del alma a la carne, el hombre se volvió carnal (Gn. 6:3), lo cual posteriormente traería como consecuencia el diluvio. Finalmente, en la tercera etapa de la caída, la cual ocurrió después del diluvio, el hombre cayó de la carne a los ídolos. En ese entonces, el hombre no sólo vivía por el alma y por la carne, sino que empezó a vivir en idolatría. Para el tiempo de la torre de Babel, el hombre ya había descendido hasta lo más bajo, y ya no podía caer más. Había caído del espíritu al alma, del alma a la carne y de la carne a los ídolos. Fue entonces cuando Dios intervino y llamó a Abraham para rescatarlo de esta condición caída.
¿Qué necesitaba el hombre para su subsistencia antes de la caída? Unicamente necesitaba el alimento y el matrimonio. En la primera etapa de la caída, el hombre se volvió anímico. En esta etapa, su entendimiento fue corrompido por el pecado, él llegó a estar consciente de lo malo, y se dio cuenta de que necesitaba cubrirse. Por ello, necesitó el vestido. Posteriormente, en la segunda etapa de la caída, comenzó a cuidar principalmente de su cuerpo, y empezó a edificar casas donde vivir; así se generó la necesidad de vivienda.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.