Riquezas y la plenitud de Cristo y el avanzado recobro del Señor hoy en día, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-7727-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
ISBN: 978-0-7363-7727-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
Font Size
Esta gracia y disfrute es suficiente para nosotros hoy. No es escaso de ninguna manera, sino suficiente para nosotros de una manera rica. Sabemos que no es fácil ser un ser humano. Tenemos padres sobre nosotros e hijos bajo nuestro cuidado. También a nuestro lado tenemos esposos y esposas. No es necesario mencionar otras relaciones, pues nada más estos tres niveles de relaciones ya son bastante difíciles para nosotros. Si podemos vivir armoniosamente con nuestros padres, nuestros hijos y nuestro cónyuge, ya podemos ser considerados personas de éxito en nuestro vivir humano. Sin embargo, hay muchas pruebas y sufrimientos en la vida humana además de estas relaciones. No obstante, la gracia de Dios, que también es las riquezas de Cristo, es suficiente para nosotros en todas estas diferentes circunstancias.
Si tenemos a este Cristo como gracia, Él estará en nosotros como nuestro disfrute y nos demostrará que es suficiente para afrontar todas las personas, asuntos y cosas. De este modo, no sólo podremos soportar los sufrimientos, sino que también seremos hermanos y hermanas apropiados en la iglesia. Asimismo, experimentaremos la santificación y la transformación y, finalmente, seremos conformados a la gloriosa imagen de Cristo. Esto nos hará maduros y nos capacitará para que entremos en Su gloria y seamos Su complemento. Todo esto es lo que la gracia logra por nosotros.
Esta gracia es lo que Dios es en Sí mismo como todas Sus riquezas, y ahora esta gracia está forjándose gradualmente en nuestra constitución intrínseca. De esta manera, este poder llega a serlo todo para nosotros, y llega a ser el poder que extiende tabernáculo sobre nosotros.
Además, esta gracia nos fortalece para que podamos hacerlo todo. Pablo nos dijo que él llegó a ser una persona extraordinaria no por sí mismo, sino por la gracia de Cristo que estaba con él. Podemos usar la electricidad como ejemplo para mostrar cómo Cristo está presente en nosotros. Cuando la electricidad está presente en el micrófono, éste transmite nuestra voz. Por supuesto, cuando la electricidad está presente con el hombre, ésta lo matará. Éste es el resultado de la presencia de la electricidad. Cuando Cristo está con nosotros, lo primero que Él nos trae es el elemento aniquilador. Después de esto, Él nos capacita para vivir con Él.
Nuestro destino es morir con Cristo y vivir con Él. Sin la presencia de Cristo, no podemos experimentar jamás la muerte ni tampoco la resurrección. En vez de ello, permaneceremos en nosotros mismos. Esto es algo que debe ser condenado. Sólo podemos ser personas apropiadas y correctas cuando morimos con Cristo y cuando vivimos juntamente con Él. Esto es como un juguete eléctrico: sin la electricidad, éste no se moverá, sino que permanecerá en el mismo lugar todo el tiempo. Pero cuando la electricidad es aplicada, se moverá de un lado a otro sin parar. Lo mismo nos sucede a nosotros los creyentes. Cuando la gracia de Cristo está presente con los creyentes, ella los fortalecerá en todas las cosas y los hará personas extraordinarias.
Los aspectos todo-inclusivos e ilimitados de Cristo llegan a ser las riquezas de Cristo. Hoy estas riquezas han llegado a ser la gracia que disfrutamos. Esta gracia viene sobre nosotros por medio del Espíritu. El Dios Triuno es Espíritu; la máxima consumación del Dios Triuno también es el Espíritu. Más aún, después que el Señor Jesús resucitó de los muertos, también llegó a ser el Espíritu vivificante. Sin embargo, esto no significa que haya tres Espíritus, sino que éstos son sólo tres aspectos de un mismo Espíritu. En lo que a Dios se refiere, Su naturaleza es Espíritu. En lo que se refiere a la máxima consumación del Dios Triuno, y también en lo que se refiere a la encarnación, crucifixión, resurrección y ascensión de Cristo, Él también es el Espíritu. Además, todas las riquezas de Cristo que vienen a nosotros como gracia y disfrute también están relacionadas con el Espíritu.
Desde mi juventud, aprendí a valorar la gracia de Dios, pero no sabía qué era esta gracia, ni cómo este Espíritu viene a nosotros. Sin embargo, aun en ese entonces la gracia venía sobre mí cada día y el Espíritu estaba conmigo continuamente. En 2 Timoteo 4:22 se nos dice: “El Señor esté con tu espíritu. La gracia sea con vosotros”. La gracia del Señor es sencillamente el Señor que está con nuestro espíritu.
Esta mañana nos sentimos contentos y alegres mientras cantamos los himnos. Esto se debe a que el Espíritu de Dios está con nosotros. Este Espíritu de Dios que está con nosotros es la gracia. Si sus padres lo disgustan, usted aún puede cantar y aún puede decir: “¡Aleluya!”. Esto se debe a que la gracia está con usted. Si otros lo alaban y lo elogian por sus méritos, usted no se sentirá orgulloso. Al contrario, será humilde y podrá tener la clara sensación de que glorifica a Dios. Esto muestra que el Espíritu está con usted. Este Espíritu que está con usted es la gracia. Todo lo que usted no podía hacer antes, pero ahora puede hacer, es hecho gracias a la presencia del Espíritu, esto es, la presencia de esta gracia siempre oportuna.
Las riquezas de Cristo que podemos experimentar en el Espíritu son la abundante suministración para los creyentes. Todo lo que necesitamos nos es suministrado en este rico Espíritu. Si necesitamos a Dios, este rico Espíritu es Dios en nosotros. Si usted cree que la humanidad suya es muy pobre, el Espíritu en usted le suministrará la humanidad de Jesús. Si necesita paciencia, este Espíritu le suministrará paciencia. Si necesita palabras para expresarse, este Espíritu le dará las palabras adecuadas. Si necesita gozo o paz, este Espíritu le suministrará gozo y paz. Estos abundantes suministros son también la gracia que continuamente nos abastece interiormente.
Ya vimos que esta gracia es una persona, y que esta persona es el Espíritu de Dios. El Espíritu de Dios es sencillamente la realidad de Cristo, y Cristo es la corporificación del Dios Triuno. Al final, lo que viene a nosotros es el Espíritu. Cuando nosotros le disfrutamos, Él llega a ser la gracia. Por lo tanto, la clave hoy es el Espíritu. Él no está en nuestros oídos, ni en nuestra mente, sino en nuestro espíritu. En 1 Corintios 6:17 leemos: “El que se une al Señor, es un solo espíritu con Él”. Esto nos muestra que el Espíritu puede llegar a ser un solo espíritu con nuestro espíritu. El resultado final de esta experiencia es que todo nuestro ser llegará a ser la gracia de Cristo, Aquel que es todo-inclusivo e ilimitado.
Pablo al final de sus epístolas con frecuencia decía que la gracia y la paz estén con nosotros. Sabemos que la paz proviene de la gracia y que la gracia es el Espíritu que está con nosotros. Ahora este Espíritu con Su abundante suministración está en nuestro espíritu. Cada vez que ejercitamos nuestro espíritu y lo usamos, podemos contactar al Espíritu y podemos experimentar al Dios de gracia. También podemos experimentar Sus aspectos todo-inclusivos e ilimitados. Estos aspectos son las riquezas de Cristo que nosotros disfrutamos.
(Mensaje dado por el hermano Witness Lee en Ciudad Quezón, las Filipinas, el 23 de marzo de 1989)
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.