Pastorear a la iglesia y perfeccionar a los jóvenespor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-8420-9
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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En los grupos pequeños deberíamos presentar libros espirituales a los santos para que los estudien y animarles a tener comunión mutua en las reuniones. Un grupo pequeño puede usar una tarde para leer libros espirituales y orar. Aproximadamente diez santos pueden juntarse y utilizar la mitad del tiempo para leer y la otra mitad para orar. Un grupo puede utilizar dos noches para visitar santos o predicar el evangelio. Si podemos practicar esto consistentemente, en un periodo de tiempo veremos resultados.
No es necesario tomar cuidado de la información acerca de los amigos del evangelio en un lugar central. Deberíamos ocuparnos de esta información en los grupos pequeños. También necesitamos considerar ciertos asuntos tales como los bautismos. Tales asuntos no necesariamente tienen que efectuarse en los locales. Pueden ocuparse de los bautismos en los grupos pequeños. Un grupo pequeño puede bautizar sus amigos del evangelio que han recibido al Señor. De este modo, la vida de iglesia es simplificada.
Deberíamos hacer una lista nueva de los santos que están en las reuniones. Con base en esta lista los santos pueden formarse en grupos. No deberíamos designar a un solo santo como el responsable, pues cada santo es responsable. Incluso si veinte santos se juntan, cada santo es responsable. Estos santos deberían cuidar los unos de los otros. Ellos pueden predicar el evangelio juntos y edificarse unos a otros; todos los santos deberían ser responsables.
Debido a que entre nosotros pareciera que hay algo de burocracia, a nadie se le debería asignar ser uno que lleva la delantera en un grupo pequeño. Cada santo debería tomar la delantera y cuidar del grupo. Si los santos no se cuidan entre sí, morirán. Necesitamos tener una atmósfera de cuidado mutuo. No podemos permitir que los distritos administren los grupos pequeños. Tal administración anularía la función de los santos. Cuanto más intentemos administrar, más problemas habrá. Deberíamos eliminar toda administración efectuada por los distritos al permitir que los santos sirvan y se ocupen de sus actividades.
Cuando los santos se reúnan en la mañana del día del Señor, es responsabilidad de los ancianos, los “padres y madres”, darles algo de comer. No controle a los santos; más bien, aliméntelos. No debemos permitir que los distritos controlen a los santos. La función de vigilar los distritos, propia de los ancianos, es suficiente responsabilidad para los ancianos. La administración en un distrito tiene que reducirse.
En una iglesia local la responsabilidad de los ancianos consiste en principalmente alimentar y enseñar. Cuando los santos se congreguen en la mañana del día del Señor, los ancianos deberían darles alimento. La verdadera responsabilidad administrativa de los ancianos consiste en dar alimento a los santos. Si las personas son alimentadas, no habrá problemas. Este principio también se aplica a la administración de una nación. Si una nación está alimentada y saciada, no habrá problemas. Por ende, tenemos que alimentar y satisfacer a los santos. Si los santos no son alimentados, nuestra administración traerá confusión. Si los santos son alimentados, nuestra administración traerá orden.
Un salón de reunión que enfatiza solamente la administración de asuntos externos es como una “torta no volteada” (Os. 7:8). Algunos podrían pensar que es un riesgo reducir la participación administrativa de los ancianos. Necesitamos correr este riesgo y ver qué sucede. No deberíamos sentir una necesidad de dirigir cada asunto en una reunión de grupo. Esto permitirá que se desarrolle la función de los santos. Si los santos en un grupo pequeño están en desacuerdo, no deberíamos ser rápidos en intervenir en su disputa. Si un grupo pequeño se vuelve desolado por causa de sus disputas incesantes, permitan que ocurra. A la postre, el Señor abrirá una puerta para que los santos que están consagrados atiendan la verdadera necesidad del grupo, y las disputas se detendrán. Quizás digo demasiado, pero estoy enormemente perturbado por la situación aquí. En mis cuarenta años de servicio, nunca he visto tal situación donde hay tanta administración. Ello pone “grilletes” sobre la vida de iglesia. Tenemos que eliminar el concepto de tener hermanos responsables en los grupos. Permitan que los santos se reúnan y sirvan.
Me parece que si hubiese menos administración en un distrito, los santos se acercarían a servir. Nuestra situación podría compararse a una familia en la cual el padre anciano y los hermanos de mayor edad restringen a los hermanos menores, impidiendo que hagan cualquier cosa. Tener demasiada administración puede ocasionar que los santos pierdan el espíritu de servir. Tengo una base para decir esto. Muchos santos se dan por vencidos interiormente y ya no desean servir, porque ellos meramente se ponían una careta. Si reducimos la administración, los santos serán vivificados.
Los ancianos y hermanos responsables no deben encadenar a los santos; más bien, ellos tienen que darles el suministro a los santos de modo que ellos se presenten para servir. Los santos necesitan estar libres en sus espíritus. Según la Biblia, los colaboradores y los ancianos son levantados para satisfacer una necesidad. Si ellos llegan a ser un sistema o una organización a fin de controlar la iglesia y regir sobre ella, deben ser quitados.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.