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Lecciones de la verdad, nivel uno, tomo 1por Witness Lee

ISBN: 978-0-87083-242-0
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Actualmente disponible en: Capítulo 11 de 12 Sección 4 de 6

B. La División del Reino

Después que murió Salomón, su hijo Roboam le siguió. Conforme a Su palabra, Dios rompió el reino de la mano de su hijo, dejando solamente una tribu para él (1 R. 11:9-13). Los israelitas se rebelaron contra la casa de David e hicieron a Jeroboam rey sobre ellos, y ninguno siguió la casa de David sino la tribu de Judá (1 R. 12:19-20).

V. EN JEROBOAM SE VE EL FIN TRAGICO DE UNO
QUE CAUSO DIVISION ENTRE EL PUEBLO DE DIOS

A. Edificando Lugares Altos para Establecer Otro
Centro de Adoración, Así Causando División

Después que Jeroboam llegó a ser rey, él quería proteger su trono, y pensó que si los israelitas subieran a Jerusalén para adorar a Dios, el reino podría volverse todavía a la casa de David. Debido a su ambición, Jeroboam hizo dos becerros de oro, y dijo al pueblo: “Bastante habéis subido a Jerusalén; he aquí tus dioses, oh Israel, los cuales te hicieron subir de la tierra de Egipto” (1 R. 12:28). Luego él puso los becerros, uno en Bet-el, y el otro en Dan (1 R. 12:29). Esto hizo que el pueblo pecara, porque fueron a adorar ante el becerro de oro en Dan. Jeroboam fue indiferente al lugar único escogido por Dios, y estableció otro centro de adoración debido a su ambición. Esto dañó el terreno de la unidad y produjo división entre el pueblo de Dios. Además, él decretó sus propias fiestas; él decretó una fiesta en el octavo mes, a los quince días del mes, conforme a la fiesta que se celebraba en Judá, aun haciendo sacerdotes de los más bajos del pueblo, los cuales no eran hijos de Leví (1 R. 12:31-32).

B. El Fin Trágico de Uno que Causó División

1. La Casa de Jeroboam
Siendo Cortada de la Tierra

Puesto que Jeroboam hizo lo malo con hacer otros dioses e ídolos y con causar que el pueblo pecara, Dios se enojó con él y dijo: “Yo traigo mal sobre la casa de Jeroboam, y destruiré de Jeroboam todo varón, así el siervo como el libre en Israel; y barreré la posteridad de la casa de Jeroboam como se barre el estiércol, hasta que sea acabada” (1 R. 14:10). En el segundo año del reinado de Nadab, hijo de Jeroboam, sobre Israel, Baasa de Isacar conspiró contra él, y lo mató, y reinó en su lugar. Y aconteció que cuando él vino al reino, mató a toda la casa de Jeroboam, sin dejar alma viviente de los de Jeroboam, hasta raerla (1 R. 15:25-29).

2. Destrucción y Cautividad

Los pecados de Jeroboam hijo de Nabat se mencionan más de veinte veces en la Biblia. Estos pecados hicieron que él y su casa fuesen erradicados de la tierra, y aun hizo que los hijos de Israel fuesen entregados a sus enemigos y llevados a lugares lejanos. Como Dios habló a través del profeta Ahías: “Jehová sacudirá a Israel al modo que la caña se agita en las aguas; y él arrancará a Israel de esta buena tierra que había dado a sus padres, y los esparcirá más allá del Eufrates...Y él entregará a Israel por los pecados de Jeroboam” (1 R. 14:15-16). En 2 Reyes 17, debido a que los hijos de Israel caminaban en todos los pecados de Jeroboam que él hizo, y no se apartaron de ellos, Dios los quitó de delante de Su rostro. Así, Israel fue llevado de su propia tierra a Asiria (vs. 22-23).

VI. EN LOS REINOS DIVIDIDOS DE JUDA E ISRAEL
SE VE QUE LA SUBIDA Y LA CAIDA DE LOS REYES
DEPENDEN DE SU RELACION CON DIOS,
Y LA LONGANIMIDAD, LA TOLERANCIA,
Y EL JUICIO JUSTO DE DIOS

A. Los Reyes de Judá

Había diecinueve reyes de Judá desde Roboam hasta Sedequías (1 R. 12—2 R. 17). Atalía es omitida (2 R. 11:3) porque cuando ella usurpó el trono, Joás continuó el linaje de la casa de David para ser rey en la casa del Señor. Ocho de los reyes fueron adecuados, haciendo lo que era bueno a los ojos del Señor. Ellos quitaron los ídolos hechos por sus padres, y los lugares altos fueron eliminados; sin embargo el pueblo todavía sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos (2 R. 12:3; 14:3-4; 15:3-4, 34-35), salvo en los tiempos de Ezequías (2 R. 18:4; 2 Cr. 31:1). Ellos nunca regresaron completamente al lugar único escogido por Dios para servir a Dios.


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