Experiencia que tenemos de Cristo, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-4619-1
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
ISBN: 978-0-7363-4619-1
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
Font Size
El versículo 13 dice: “Porque Dios es el que en vosotros realiza así el querer como el hacer, por Su beneplácito”. La razón por la cual podemos llevar a cabo nuestra salvación es que Dios opera en nosotros. Dios es un Dios misterioso, invisible y abstracto; sin embargo, Él está en nosotros. Debemos tener temor y temblor de olvidarnos de Dios, quien es nuestra salvación diaria. Si nos olvidamos de Él, no experimentaremos esta salvación práctica. Tal vez nos parezca imposible llevar a cabo nuestra salvación. Si los filipenses hubiesen dicho esto, Pablo podría haberles respondido: “¿Acaso no saben que Dios está operando en ustedes? Él está realizando en ustedes así el querer como el hacer. Tal vez digan que no tienen el querer; sin embargo, Dios está realizando en ustedes el querer. Asimismo, Él está operando en ustedes a fin de que se lleve a cabo Su beneplácito. Él opera en ustedes y llevan a cabo su salvación. Por lo tanto, no tienen necesidad de hacer nada por sí mismos”.
Para entender esto, usemos el ejemplo de manejar un auto. Cuando manejamos, ¿el carro nos mueve a nosotros o nosotros movemos el carro? Nosotros no tenemos la fuerza para mover el carro; por lo tanto, el carro nos lleva a nosotros. Para nosotros es extremadamente difícil mover el carro; pero para el carro es un deleite llevarnos. Si se nos acaba la gasolina, entonces tendremos que mover el carro; pero si tenemos suficiente gasolina, el carro nos llevará y nosotros disfrutaremos mucho el poder manejar. Asimismo, cuando llevamos a cabo nuestra salvación con temor y temblor, Dios realiza en nosotros así el querer como el hacer. Debido a que Él realiza una obra en nuestro interior, nosotros podemos llevar algo a cabo. Es como manejar un carro cuyo motor ya está en marcha; si el carro no anduviera, no podríamos manejarlo. Asimismo, debido a que Dios opera en nosotros, nosotros podemos obrar. Finalmente, en lugar de tener temor, esto será un disfrute para nosotros. Lo único que debemos temer es olvidarnos de este Dios misterioso y maravilloso que está en nosotros. Debemos siempre prestar atención al Dios que mora en nosotros. Si cuidamos de Él, Él manejará el carro, es decir, Él realizará una obra en nosotros para que nosotros podamos llevar a cabo nuestra salvación.
Quisiera repetirles que nosotros llevamos a cabo nuestra salvación cuando tenemos el único pensamiento. Ésta es la clave. Debemos pensar en lo que Dios está realizando en nosotros. Sin embargo, cuando argumentamos, Dios deja de operar en nosotros. Y cuando Él cesa de obrar, nosotros perdemos el disfrute, y, en vez de ello, nos encontramos en un infierno. Asimismo, nuestras murmuraciones hacen que Dios deje de laborar y nos meten en un pequeño infierno. Lo único que puede hacer cesar los argumentos y las murmuraciones es que tengamos el único pensamiento. Debemos recordar que debemos experimentar a Cristo y lo excelente que es disfrutar a Cristo. Este pensamiento es lo único que cerrará las puertas del Hades. Incluso si un hermano lo ofende varias veces, usted tiene que estar ocupado con Cristo como su disfrute. No preste atención a la ofensa del hermano ni permita que eso lo afecte; más bien, permita que el pensamiento de disfrutar a Cristo ocupe todo su ser. Cuando su ser sea lleno de esta manera, no tendrá la capacidad, la energía ni tampoco cabida alguna para pensar en nada más. Si nuestro ser está ocupado con el pensamiento de disfrutar a Cristo, nada nos ofenderá. En lugar de molestarnos u ofendernos con otros, diremos: “Yo tengo un solo pensamiento. ¡Aleluya por lo excelente que es disfrutar a Cristo! ¡Aleluya, porque puedo experimentar a Cristo!”.
Debido a que Dios está realizando en nosotros así el querer como el hacer por Su beneplácito, nosotros podemos hacer todo sin murmuraciones ni argumentos. Si Dios no operara en nosotros, murmuraríamos y argumentaríamos continuamente. La ocupación de los hermanos consiste en argumentar, y la de las hermanas consiste en murmurar. Si los hermanos dejaran de argumentar y las hermanas dejaran de murmurar, quedarían desempleados. Estarían muy silenciosos. Cuando tenemos el único pensamiento, todo lo demás queda excluido.
El versículo 15 dice: “Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación torcida y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo”. La frase “para que”, que se encuentra al comienzo del versículo 15, nos habla de un resultado, una consecuencia. Debido a que tenemos el único pensamiento y disfrutamos de la operación que Dios realiza en nosotros para que llevemos a cabo nuestra salvación, sin murmuraciones ni argumentos, somos irreprensibles y sencillos. Somos como palomas, no como escorpiones. Murmurar es como la picadura de un escorpión. Siempre que alguien murmura, el veneno es inyectado en alguien. Por lo tanto, quienes murmuran no son sencillos. Considere cuántas personas han sido picados con su lengua. Por medio de su lengua el veneno de muerte ha pasado a muchas otras personas. Por esa razón, tales personas no son sencillos. Sin embargo, cuando tenemos el único pensamiento somos irreprensibles y sencillos, por que disfrutamos a Cristo. De ese modo, en realidad y en la práctica, nos portamos como hijos de Dios sin mancha, en medio de una generación torcida y perversa.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.