Cristo maravilloso en el canon del Nuevo Testamento, Elpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-7796-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
ISBN: 978-0-7363-7796-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
Font Size
En Mateo 4 Jesús fue guiado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. “Después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y acercándose el tentador, le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes. Mas Él respondió y dijo: Escrito está: ‘No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios’” (vs. 2-4). El tentador habló con Jesús cuando Él tuvo hambre. Pero Jesús le contestó que no sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Si deseamos seriamente practicar la vida de iglesia, estaremos siempre hambrientos. Por lo tanto, debemos aprender a alimentarnos de la palabra de Dios. La vida de Jesús es una vida que siempre se nutre de la palabra de Dios. Sólo esta vida es la vida apropiada para la vida de iglesia. Jesús como hombre en esta tierra era bueno para comer la palabra de Dios, y hoy el Jesús que está en nosotros es igual. Si usted dice que Jesús está en usted, pero no come diariamente la palabra de Dios, ése no es Jesús; ése es usted. Jesús vivía al alimentarse de la palabra de Dios.
Entonces vino Jesús como una gran luz. “El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; y a los asentados en región y sombra de muerte, luz les amaneció” (v. 16). Si somos nazarenos, ignorados por la religión y perseguidos por la política, cumpliendo toda justicia al tomar a Jesús como nuestra vida y alimentándonos diariamente de la palabra viva de Dios, llegaremos a ser una luz. Adondequiera que vayamos, la gente estará bajo nuestro resplandor. Tal vez los hombres estén en tinieblas, pero nuestra presencia traerá la luz. Las personas simplemente verán la luz. A veces, sin nosotros, nuestra familia puede estar en tinieblas. Pero puesto que tomamos a Jesús como nazareno y como nuestra vida interior, y estamos dispuestos a sufrir persecución y a ser justo en todo al alimentarnos de la palabra de Dios, nuestra familia estará llena de luz.
Jesús también es mayor que el templo. “Os digo que hay aquí algo mayor que el templo” (12:6). Él es mayor que el templo y más que Jonás. “Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron ante la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar” (v. 41). Asimismo es más que Salomón: “La reina del sur se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque ella vino de los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar” (v. 42).
Jesús es mayor que el templo con la presencia de Dios, es más que Jonás con el poder de Dios, y es más que Salomón con la sabiduría de Dios. Si tomamos a Jesús como nuestra vida, seremos el templo con la presencia de Dios. Dondequiera que estemos, los demás percibirán que la morada de Dios está con nosotros. También percibirán que el poder de Dios y la sabiduría de Dios nos acompañan. Creo que muchos de nosotros hemos tenido esta clase de experiencia. Tal vez seamos los menores de la familia; sin embargo, toda la familia percibirá que somos muy poderosos, sabios y que en gran medida estamos en la presencia de Dios. Esto se debe a que Aquel que es mayor que el templo, Aquel que es más que Jonás y más que Salomón está con nosotros. Ésta debe ser la vida que caracteriza a los que están en la iglesia. Ellos deben tener a Aquel que es mayor que el templo, a Aquel que es más que Jonás y más que Salomón. Quizás eso no les agrade a otros, pero no podrán negarlo. Tendrán que reconocer que con nosotros está la presencia de Dios, el poder de Dios y la sabiduría de Dios.
Conozco a un hermano que trabajaba en una compañía telegráfica. Todos los empleados allí lo llamaban Jesús de forma despectiva. Pero un día ellos necesitaron que alguien se hiciera cargo de guardar una gran suma de dinero que era de ellos. Todos estuvieron de acuerdo en que debían confiar su dinero a esa persona que ellos llamaban Jesús. Se dieron cuenta de que él era la persona más digna de confianza de toda la compañía. Es así como las personas de la iglesia deben ser en el mundo. Ellos deben tener la sabiduría y el poder con la presencia de Dios.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.