Servir en el espíritu humanopor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-3844-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
ISBN: 978-0-7363-3844-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
Font Size
El camino de oración del Señor no es solamente para cuando nos mudemos a otras ciudades a fin de extender el recobro del Señor, sino que también es la manera de cuidar de todos los asuntos como la limpieza del salón de reunión y el arreglo de las sillas para la reunión. Para hacer estas cosas prácticas y cotidianas, necesitamos mucha oración. Sería muy bueno ver que muchos santos sirvan en la iglesia sin ningún tipo de arreglo y sin ser asignados, sino que todos sirven por medio de oración. Que maravilloso sería que todo el servicio se llevara a cabo por medio de oración.
Para servir por medio de oración, es necesario que sirvamos en nuestro espíritu humano. Éste es el asunto más importante. La oración es una actividad totalmente relacionada con el espíritu humano. Tal como la vista depende de los ojos, el oír de las orejas y el caminar de los pies, la oración depende totalmente del espíritu. Servir por medio de la oración significa servir por medio del uso de nuestro espíritu humano. La manera de usar nuestro espíritu humano, de ejercitar nuestro espíritu, es orar. Por tanto, decir que servimos por medio de oración equivale a decir que servimos en el espíritu.
Esperamos que cada miembro sea un miembro que ejerza su función, pero no nos gusta ver que ejerzan su función debido a que fueron asignados por los que llevan la delantera. La manera única de reunirnos y servir es por medio de la oración. Tenemos una gran necesidad de orar cuando servimos juntos. Cuando venimos para arreglar las sillas para la reunión, cada uno de nosotros tiene que venir con mucha oración. Entonces, antes de empezar a arreglar las sillas, necesitamos orar juntos: orar mucho por el arreglo, orar por la manera en que los santos se van a sentar, orar por nuestro servicio, orar por todo lo que vayamos a hacer en el servicio de la iglesia. Existe una gran diferencia entre el servicio que está lleno de oración y el servicio que se lleva a cabo sin oración. Estas dos clases de servicio son totalmente distintas: la primera es un servicio lleno de oración, incluso con mucha oración que se derrama sobre el servicio; y la segunda, es un servicio que sólo consiste en hacer muchas cosas. Existe una gran diferencia entre las dos.
Igualmente, hay una gran diferencia si visitamos a los santos o a los incrédulos llenos de oración o los visitamos con muy poca oración. Sin la oración, el servicio será pobre. Las riquezas, incluso el poder que enriquece el servicio, provienen de mucha oración. Necesitamos apetito por la oración. No sólo tenemos que orar de forma individual, sino que debemos venir para orar juntos. No debemos intentar iniciar nada, comenzar nada, ni hacer nada sin la oración adecuada. Necesitamos aprender a orar adecuadamente.
Si leemos el libro de Hechos, incluso si leemos este libro una y otra vez, quizás nos sorprenderíamos al no encontrar ni siquiera un solo indicio que nos muestre que en los primeros días los apóstoles y los discípulos intentaron usar otro medio aparte de la oración para resolver sus problemas y llevar a cabo su labor. Cuanto más leemos este libro, más nos damos cuenta de que la oración era la única manera, el único camino, que usaron para enfrentarse con todas sus situaciones.
Si estudiamos los versículos relacionados con la oración en el libro de Hechos, encontraremos muchos puntos cruciales en cuanto a la oración. El comienzo del servicio cristiano en todo el universo está escrito en el primer capítulo de Hechos, y ese comienzo dependía totalmente de la oración. Los primeros cristianos empezaron el servicio por medio de oración. “Todos éstos perseveraban unánimes en oración y súplica con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con Sus hermanos” (v. 14). Todas las palabras en el texto original de este versículo son muy significativas, especialmente porque nos ayudan a entender de qué manera empezaron a orar los discípulos. Este versículo comienza con las palabras todos éstos, lo cual indica que la oración que se llevó a cabo allí, fue la oración de un grupo corporativo, no la oración de personas individuales. Habían ciento veinte personas, incluyendo a los doce discípulos y a los demás. Es importante que se haya mencionado a las hermanas aquí, y una de ellas por nombre. Esta oración que se llevó a cabo en el aposento alto es la oración corporativa, la oración de un grupo corporativo y no de personas individuales.
Aquí vemos dos asuntos que son de especial interés. El primero es que perseveraban en oración, y el segundo es que oraban unánimes. La traducción no es adecuada para poder expresar todo el significado de las palabras de este versículo en el griego original. Ellos se entregaron, se dedicaron a la oración con un espíritu de perseverancia. Ellos perseveraban en la oración. Incluso se entregaron a la oración. Ciertamente podemos darnos cuenta de que lo que indica este versículo no es que oraban ocasionalmente en esos diez días. Realmente creo que en esos diez días no hicieron nada más que orar. Se dedicaron con perseverancia, continuamente y con persistencia a la oración.
Espero que algunos de los hermanos que tienen carga para mudarse a otras ciudades a fin de extender el recobro del Señor se reúnan para dedicarse a esta clase de oración perseverante con miras al mover del Señor.
El segundo punto importante es que los primeros discípulos eran unánimes en su oración. La palabra griega homothumadón que se usa aquí tiene mucho significado. Indica que todos tenían una misma manera de pensar, la misma voluntad y el mismo propósito. Todos eran uno solo, no solamente en un solo espíritu a fin de orar en espíritu, sino que tenían un solo sentir, una sola voluntad y un solo propósito. Cuando venimos a orar para servir en la iglesia tenemos que ser unánimes. Quizás nos reunamos para servir, pero tal vez cada uno de nosotros venga con sus propios pensamientos, voluntad y propósito. Usted tiene su sentir y yo tengo el mío. Usted tiene su voluntad y yo tengo la mía. Usted tiene su propósito y yo tengo el mío. Entonces en la oración quizás nos peleemos. En la oración usted pelea por su sentir, su voluntad y su propósito, y yo peleo por los míos. ¿Acaso puede prevalecer este tipo de oración? Esta clase de oración no puede tocar el trono de autoridad. Cuando nos reunimos para orar, cada uno de nosotros tiene que olvidarse de su propio sentir, voluntad y propósito. Tenemos que adoptar el sentir de Cristo, aceptar la voluntad del Señor y tener carga por el propósito de Dios. Entonces seremos uno. No solamente en espíritu, sino que también tendremos un solo sentir, una sola voluntad y un solo propósito.
Quizás no nos hemos dado cuenta de que el Espíritu Santo ya estaba con los discípulos antes del Día de Pentecostés. Si el Espíritu que mora en los creyentes no hubiera estado con los discípulos, hubiera sido imposible que las ciento veinte personas fueran unánimes en oración por diez días. Es cierto que aún no habían recibido el derramamiento del Espíritu Santo, el bautismo externo del Espíritu Santo, pero en el día de resurrección, cuando el Señor sopló en ellos y les dijo: “Recibid el Espíritu Santo”, ellos recibieron el Espíritu de vida que mora en los creyentes (Jn. 20:22). Por tanto, aquí en Hechos 1, antes del Día de Pentecostés, ellos eran muy espirituales. No tenían mucho poder, pero eran muy espirituales. De ninguna otra manera ciento veinte personas hubieran podido tener un solo sentir, una sola voluntad y un solo propósito por diez días.
¡Cuánto necesitamos esta clase de oración entre nosotros! Los hermanos y hermanas tienen que seguir al Señor y reunirse para orar y dedicarse continuamente y con perseverancia a esta clase de oración con un solo sentir, una sola voluntad y un solo propósito. El hombre no debe arreglar las cosas prácticas del servicio y hacer asignaciones; más bien, todo el servicio debe proceder de esta clase de oración.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.