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Testimonio de Jesús, Elpor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-8269-4
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Actualmente disponible en: Capítulo 3 de 3 Sección 4 de 7

LA RELIGIÓN ES LA MAYOR FRUSTRACIÓN
PARA EL CUMPLIMIENTO DEL PROPÓSITO DE DIOS

Ahora el Señor necesita que algunos se levanten para hablar palabras que quiten velos. Fue así como el Señor Jesús habló. Él nació en la religión judía, pero al comenzar Su ministerio Él ofendió a muchas personas. No drogó a nadie ni los endulzó. Más bien, Él vino a las personas con el propósito de Dios, diciéndoles no solamente de la salvación de Dios, sino también de la manera que Dios tiene para cumplir Su propósito. Esto ofendió a todos los fariseos. Al final, no fueron los gentiles quienes lo persiguieron sino los judíos religiosos. Los que persiguieron a Jesús eran religiosos devotos, quienes lo condenaron a muerte conforme a su ley religiosa. Por tanto, el mundo que aborreció al Señor Jesús no era el mundo de los gentiles, el mundo secular, sino el mundo religioso de los judíos. Lo mismo sucedió con los apóstoles. Fueron el sumo sacerdote de la religión judía y todos los que estaban con él quienes echaron a Pedro en la cárcel (Hch. 5:17-18), y fueron también los judíos religiosos esparcidos por el mundo de los gentiles quienes persiguieron a Pablo. Dondequiera que Pablo fuese a predicar, los judaizantes lo seguían e instigaban la oposición de la gente (13:44-45; 17:5). El mismo principio se mantiene hoy en día. A lo largo de más de cuarenta años que llevo en esta línea del ministerio, no he sido perseguido principalmente por los incrédulos. Desde el primer día hasta el día de hoy, casi todos mis perseguidores han sido los cristianos. De la misma manera, las persecuciones que las iglesias locales sufren en los Estados Unidos no tienen como fuente el mundo gentil. En cada localidad, las persecuciones tienen su origen en el cristianismo.

COMER Y BEBER A JESÚS
A FIN DE SER SUS COMPAÑEROS
EN EL CUMPLIMIENTO DEL PROPÓSITO DE DIOS

Esto nos muestra que no sólo es imposible cumplir el propósito eterno de Dios en la religión, sino que la religión es la mayor frustración para el propósito de Dios, sea la religión judía o el cristianismo. Quizás la religión puede prestar cierta ayuda a la gente, pero esta ayuda religiosa se convierte siempre en una frustración. La religión es un sistema que enseña a la gente a adorar a Dios y a comportarse bien con el objetivo de agradar a Dios, pero aparte de Cristo. Aunque la religión enseña la adoración a Dios y el buen comportamiento con el fin de agradar a Dios, ella mantiene a la gente alejada de la verdadera experiencia de Cristo. Dios tiene la intención de forjar a Cristo en cada uno de nosotros a fin de que seamos compañeros de Cristo para que se cumpla el propósito eterno de Dios. Únicamente aquellos que son partícipes de Cristo pueden ser Sus socios, Sus compañeros, que cumplen el propósito eterno de Dios (He. 1:9; 3:14). Sin embargo, Satanás es astuto, pues usa la religión bíblica, típica, para impedir que las personas experimenten a Cristo. Es por esta razón que el Señor Jesús nos dice en Apocalipsis 2 y 3 que no necesitamos las enseñanzas, doctrinas, normas, rituales ni ritos de la religión degradada. Lo único que necesitamos es probar, comer, participar y disfrutar al Señor Jesús, como el árbol de la vida y el maná escondido (2:7, 17). Comer es tomar algo que está fuera de nosotros y ponerlo en nuestro ser. Día tras día tenemos que comer al Señor Jesús e introducirlo en nuestro ser. El significado de la mesa del Señor consiste en que, al hacer memoria del Señor, declaramos que tenemos vida y vivimos diariamente al comer y beber a Jesús, quien es nuestra vida y nuestro suministro de vida. Día tras día vivimos por Él, de tal manera que el primer día de la semana nos reunimos para testificar a todo el universo que comer y beber a Jesús es nuestra manera de vivir.

SER LIBERADOS DEL ELEMENTO RELIGIOSO
QUE ESTÁ DENTRO DE NOSOTROS

Primeramente, tenemos que salir de la religión, y luego tenemos que sacar la religión de nosotros. Es necesario escaparnos de la trampa que está en todas las religiones: la religión judía, la religión católica y la religión protestante. Después, debemos expulsar de nosotros todos los elementos religiosos. Todos, hasta cierto punto, todavía retenemos ciertos elementos religiosos. Si un hermano ha salido de la religión judía, es posible que el elemento del judaísmo aún permanece inconsciente, subconsciente y profundamente dentro de él. Esto le acarreará problemas en su comunión en el Cuerpo. Igualmente, algunos queridos hermanos que han salido de otros grupos cristianos aún retienen tales elementos dentro de ellos. Eso constituye un estorbo para ellos y frustra la comunión apropiada. Un hermano puede amar al Señor y salir de la religión para ser un buen hermano en la vida de iglesia; sin embargo, es posible que cierta cantidad de elemento religioso esté plantado profundamente en sus tejidos orgánicos. En tales casos, siempre el elemento religioso, tarde o temprano resurgirá. Sin duda, hemos salido de la religión, pero ¿el elemento religioso ha sido erradicado radicalmente y de forma completa de nuestro ser? Si lo hemos hecho, entonces jamás tendremos problemas en nuestra comunión en el Cuerpo.


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