CAPÍTULO CUATRO

ESTAR AL DÍA CON LA ERA
A FIN DE PERFECCIONAR A LOS SANTOS

El recobro del Señor ha ido avanzando en la revelación divina. También necesitamos hacer avances en la práctica a fin de que igualemos la revelación que el Señor nos ha mostrado. En particular, los colaboradores deberían buscar al Señor en cuanto a cómo estar al día con la era y cómo tener una obra eficaz para el Señor.

NO AFERRARNOS AL VIEJO FUNDAMENTO
Y ESTAR DECIDIDOS EN BUSCAR EL CAMBIO

Dios creó la tierra; por tanto, ella no puede ser cambiada por el hombre. Sin embargo, los métodos de transporte pueden cambiar y han avanzado. A fin de viajar por la tierra, la humanidad primero inventó las ruedas y luego inventó toda clase de vehículos, incluyendo el carruaje de caballo, la bicicleta y el automóvil. Hoy en día no sólo hay autos, sino también aviones, y la fabricación de los aviones también está mejorando. De igual manera, la Biblia no ha cambiado en los últimos dos mil años, pero nuestro conocimiento de la Biblia progresa continuamente. No podemos cambiar la Biblia, ni podemos cambiar el camino del Señor, pero nuestro conocimiento de la Biblia y la manera en que llevamos a cabo la obra del Señor debería progresar. Si todavía obramos de la misma manera en la que fuimos adiestrados hace veinte años, nos volveremos anticuados. Si la escuela militar enseña lo mismo por veinte años, se volverá anticuada, pues las estrategias, las tácticas y las armas cambian. El viejo conocimiento sólo puede servir como fundamento sobre el cual necesitamos seguir estudiando y avanzando.

El conocimiento viejo puede ser útil y también dañino. Consideremos a un joven que va a la escuela militar para ser adiestrado, pero que nunca ha recibido una educación militar. Su punto débil es que no tiene un fundamento en el conocimiento militar; pero su punto fuerte es que él puede aprender rápidamente, pues no está limitado por el conocimiento de fondo. En contraste, un soldado que ha recibido una educación militar tiene un fundamento de conocimiento militar. Esto es un punto fuerte, pero si él insiste en emplear las viejas maneras, su fuerza llegará a ser una debilidad. Sin embargo, si él no insiste en emplear las viejas maneras, sino que usa este fundamento como un medio para aprender material nuevo, podrá avanzar con rapidez.

Por la misericordia del Señor, en los últimos años hemos tenido algunos cambios en nuestra obra para el Señor, pero no estamos firmes. Deberíamos estar tan decididos que voluntariamente no nos aferraríamos al viejo fundamento. Es difícil abandonar un fundamento por completo; pero si seguimos dependiendo de las viejas maneras, ellas llegarán a ser un obstáculo que nos impedirá ir adelante.

Los colaboradores no han dado un giro completo. Ellos todavía retienen viejos conceptos. Cuando la era cambia, quien sea que dé el giro rápidamente tendrá la ventaja, y quien sea que dé el giro lentamente se quedará atrás. Puesto que mi madre recibió una educación moderna y tenía algún conocimiento de la era moderna, insistió en que yo aprendiera inglés. Mi pueblo natal no era una ciudad moderna. En aquel tiempo se burlaban de quienes aprendían inglés, pues tenían un acento de extranjero. Sin embargo, más adelante se reconoció que quienes hablaban el mejor inglés tienen la ventaja. Quienes pueden dar el giro de manera rápida y cabal propia de la era tendrán la ventaja.

RECONOCER LA SITUACIÓN,
CONOCER LOS TIEMPOS Y
DAR UN GIRO PROPIO DE LA ERA

La situación actual indica que el Señor ha cambiado la era. Algunos de la generación más joven nos han superado en sus capacidades. Cuando les escucho hablar por el Señor en las reuniones, siento que la generación de mayor edad carece de la porción que ellos tienen. Según Mateo 25, la producción de los dones tiene que ver con la capacidad. El versículo 15 dice: “A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad”. Talentos se refiere a los dones espirituales, y capacidad se refiere a las aptitudes naturales. Los dones que el Señor nos da varían según nuestras aptitudes naturales. Por ejemplo, si soy mudo, el Señor no me dará el don de hablar, pues no poseo esa capacidad. Los chinos tienen un refrán que dice: “Sólo hay estudiantes campeones, pero no hay maestros campeones”. Esto quiere decir que el maestro que no sea campeón no debería pensar que sus estudiantes no pueden llegar a ser campeones. Los estudiantes campeones muchas veces son instruidos por maestros que no son campeones. Sin embargo, los maestros que tienen estudiantes campeones no deberían volverse orgullosos. Los maestros tienen conocimiento y sentido común, pero sus estudiantes tienen talento. Los maestros pasan su conocimiento y sentido común a los estudiantes, y cuando los estudiantes comienzan a implementar lo que aprenden, su talento se manifiesta.

La era está cambiando, el Señor se está moviendo, la iglesia está dando un giro y los adultos jóvenes se están levantando. ¿Qué deberían hacer los colaboradores? Los colaboradores tienen que reconocer y conocer los tiempos, la tendencia de los tiempos. En otras palabras, los colaboradores tienen que conocerse a sí mismos y conocer su situación. Hace más de veinte años las iglesias en Taiwán estaban en una etapa inicial. Las iglesias necesitaban colaboradores entrenados que les ayudaran, y los colaboradores pudieron ayudar a las iglesias. Éste fue el caso en Taiwán y en otros lugares en el sudeste de Asia. Sin embargo, la era ha cambiado. Los colaboradores necesitan reconsiderar su situación y su función. Me temo que algunos colaboradores todavía tengan el concepto de que las iglesias deberían escucharles y aceptar su dirección debido a que ellos han servido a tiempo completo por muchos años. Tal concepto quizás no fue un problema hace veinte años, pero hoy en día traerá conflictos.

Quienes se están levantando actualmente son mejores que nosotros en muchas maneras. Si los colaboradores no están al día, a la postre ellos crearán conflictos. Esto podría compararse con insistir en enseñarle a un piloto de avión cómo montar a caballo. Los colaboradores tienen más tiempo de servicio, pero ya no estamos en la era de andar a caballo; estamos en la era de los aviones a reacción. De nada vale que los colaboradores den mensajes viejos. No todo el mundo en el recobro del Señor es prudente, pero algunos en la generación más joven son prudentes y están al día con la era. Si ellos están aprendiendo a pilotar un avión, no les deberíamos enseñar cómo montar a caballo.

La era está cambiando, y tenemos que mantenernos al día con la era. Si seguimos enseñando las doctrinas que aprendimos en el pasado, no estamos al día con la era. Lo que aprendimos en el pasado únicamente nos puede servir de fundamento. Tenemos que mantenernos al día con la manera en que el Señor procede actualmente a fin de perfeccionar a los adultos jóvenes.