Estudio-vida de Colosensespor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-0342-2
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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En el mensaje anterior vimos que Cristo es el misterio de la economía de Dios. En este mensaje, veremos que Cristo en nosotros es la esperanza de gloria. Para ver cuán importante es este aspecto de Cristo, debemos prestar atención a muchos aspectos críticos con respecto a Cristo, mencionados en Colosenses.
Cristo es la porción de los santos. Colosenses 1:12 dice: “Dando gracias al Padre que os hizo aptos para participar de la porción de los santos en la luz”. Este es el primer aspecto de Cristo presentado en esta epístola. La palabra porción se refiere al Cristo que es el lote de la buena tierra que fluye leche y miel, el cual ha sido dado a los santos. El Cristo que mora en nosotros es la buena tierra. Él es el Cristo todo-inclusivo que se nos da para que podamos disfrutarlo.
Según Colosenses 1:15, Cristo es también la imagen del Dios invisible, lo cual implica que Cristo es la expresión de Dios. Aunque Dios es invisible, Él se expresa en Cristo. El Cristo que es nuestra buena tierra es también la imagen del Dios Triuno, Su expresión. Como tal, Cristo es la imagen de Dios.
Colosenses 1:15 dice también que Cristo es el “Primogénito de toda la creación”. El Dios invisible se expresa en Su creación. Romanos 1:20 dice: “Porque las cosas invisibles de El, Su eterno poder y características divinas, se han visto con toda claridad desde la creación del mundo, siendo percibidas por medio de las cosas hechas”. Dios se expresa por medio de Su creación, y Cristo es el Primogénito de dicha creación. Por lo tanto, Cristo es el medio por el cual Dios se expresa a Sí mismo. El hecho de que en el mismo versículo se mencionan la imagen de Dios y el Primogénito de la creación, da a entender que la imagen de Dios está relacionada con la creación. Esto demuestra claramente que Cristo, el Primogénito de la creación, es la imagen de Dios, Su expresión.
Existen dos creaciones: la vieja creación y la nueva. Los incrédulos sólo conocen la primera creación, la creación del universo. No obstante, conforme a la Biblia, Dios tiene también una nueva creación, a saber, la iglesia. Cristo no sólo es el Primogénito de la antigua creación, sino también de la nueva. Como el Primogénito de ambas creaciones, Él es la expresión de Dios.
Los versículos del 15 al 20 están estrechamente relacionados y expresan una sola idea. En los versículos 15 y 16, vemos que Cristo es la imagen del Dios invisible, el Primogénito de toda creación, dado que todas las cosas fueron creadas en Él. Observemos que los versículos 17 y 18 empiezan con la conjunción “y”. Por último, en el versículo 19, Pablo presenta la conclusión de su argumento: “Por cuanto agradó a toda la plenitud habitar en El”.
Pablo, al usar la frase “toda la plenitud”, indica que en Cristo habita la plenitud tanto de la vieja creación como de la nueva. Ya mencionamos que la plenitud equivale a la imagen y también a la expresión. En el Nuevo Testamento, la palabra plenitud también se usa para denotar al Cuerpo. En Efesios 1:23 Pablo dice que la iglesia es el Cuerpo de Cristo, “la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo”. El Cuerpo es la plenitud, la plenitud es la expresión, y la expresión es la imagen. Si hemos de entender Colosenses 1:15-20, debemos ver que la imagen mencionada en el versículo 15 es la misma plenitud hallada en el versículo 19, la cual denota una expresión. Por consiguiente, vemos que la imagen de Dios es la expresión de Dios, y que ésta a su vez es la plenitud de Dios. Puesto que Cristo es el Primogénito de la creación, se puede ver la plenitud de Dios en la vieja creación, y puesto que Él es el Primogénito de entre los muertos, se puede ver la plenitud de Dios en la nueva creación. Ésta es la razón por la que el versículo 19 habla de “toda la plenitud”. A toda la plenitud le agradó habitar en el Cristo todo-inclusivo.
Si tenemos la perspectiva espiritual adecuada, veremos a Cristo cada vez que contemplemos el universo. Asimismo, cada vez que contemplemos la iglesia, veremos a Cristo. Tanto en el universo como en la iglesia encontramos la plenitud de Dios, Su expresión. Esta expresión es el Cristo que es la imagen del Dios invisible.
Las personas serias tienen conciencia de que hay cierta especie de expresión en el universo. Cuanto más contemplamos el universo, más conscientes somos de que éste expresa algo. Según Colosenses, el universo es la expresión de la plenitud del Dios invisible. Bajo el mismo principio, cuando vemos la vida apropiada de iglesia, también percibimos cierta expresión, la cual es también la expresión de la imagen del Dios invisible. Esta imagen es Cristo. Puesto que Cristo es el Primogénito, tanto de la vieja creación como de la nueva, Él es la expresión del Dios invisible.
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