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Visión del edificio de Dios, Lapor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-6775-2
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EL TERRENO DE LA IGLESIA

Ahora, permítanme preguntarles: ¿Qué es el terreno de la iglesia? En principio ya hemos visto el significado del terreno y su importancia, pero ahora necesitamos aplicarlo. El terreno de cierta cosa es el mismo lugar donde ésta se pone. ¿Qué es el terreno de la iglesia? El terreno de la iglesia es el mismo lugar donde ella está.

Si un florero reposa sobre una mesa, el terreno del florero es la mesa. Entonces, ¿cuál es el terreno sobre el cual la iglesia se edifica? Es la ciudad donde está la iglesia. La primera iglesia en el Nuevo Testamento estaba en Jerusalén (Hch. 8:1). Se puede ver claramente que la ciudad de Jerusalén era el terreno de esa iglesia.

Después la iglesia se extendió de Jerusalén a Antioquía. Como ahora existía una iglesia en Antioquía (Hch. 13:1), espontáneamente la ciudad de Antioquía llegó a ser el terreno de la iglesia allí. Luego la iglesia se propagó de Antioquía a Efeso, a Corinto y a muchas otras ciudades. Todas las ciudades donde la iglesia se había extendido llegaron a ser el terreno sobre el cual estaba la iglesia. El terreno local, o sea, el terreno de la ciudad, es la base única de la unidad genuina.

Supongamos que en Corinto algunos creyentes que eran partidarios de Apolos edificaran una iglesia apolónica, y algunos creyentes que eran partidarios de Pedro edificaran una iglesia petrina. Entonces habría una iglesia de Apolos y una iglesia de Pedro. Luego, supongamos que algunos creyentes partidarios de Pablo edificaran una iglesia paulina, y otros, quienes decían ser de Cristo, edificaran una “iglesia de Cristo”. Como consecuencia, habría cuatro iglesias en la ciudad de Corinto y cada una de esas cuatro iglesias diría, aseguraría y proclamaría que Cristo es su fundamento: la iglesia apolónica sería edificada sobre Cristo; la iglesia petrina sería edificada sobre Cristo; la iglesia paulina sería edificada sobre Cristo; y por supuesto, la “iglesia de Cristo” también sería edificada sobre Cristo. Cada una de las cuatro diferentes clases de iglesias reclamaría tener a Cristo como fundamento. El fundamento quizá sea el mismo, pero los terrenos, o sea, las bases, son absolutamente diferentes. Cada iglesia estaría edificada sobre una base diferente: una tendría base apolónica; otra, base petrina; otra, paulina; y la otra incluso diría tener la base de Cristo. ¿Qué son estas bases? Tenemos que entender claramente que cada una de estas bases causa división; solamente la ciudad de Corinto es el terreno correcto. El terreno de la ciudad es la única base que une y el único terreno sobre el cual la iglesia puede ser edificada. El único terreno correcto de la iglesia es la ciudad donde ella está.

Hoy en día tenemos la misma situación en la ciudad de Los Angeles. Existe una iglesia edificada sobre la base presbiteriana, otra iglesia edificada sobre la base bautista, aun otra edificada sobre la base metodista, y muchas otras “iglesias” edificadas sobre tantas otras bases diferentes. En una ciudad hay muchas clases de “iglesias”. ¿Por qué sucede esto? Simplemente porque ellas están edificadas sobre bases diferentes. Y cada una de esas bases causa división.

Si entendemos claramente que el terreno de la iglesia es la misma ciudad donde la iglesia está, desaparecerán las divisiones. Si vamos a Jerusalén, debemos reunirnos con la iglesia que está en Jerusalén; si nos trasladamos a Antioquía, es necesario reunirnos con la iglesia en Antioquía; si vamos a una ciudad, debemos reunirnos con la iglesia que está en esa ciudad.

Pero el gran problema es el siguiente: supongamos que yo creo en el bautismo por aspersión, pero la iglesia en la ciudad donde vivo practica el bautismo por inmersión. ¿Qué debería hacer? Lo usual es que hablaría con los creyentes, discutiría con ellos, y finalmente empezaría una nueva “iglesia” que practique el bautismo por aspersión. Entonces, ¿sobre qué terreno estaría edificada mi “iglesia”? Sin duda alguna estaría edificada sobre el terreno del bautismo por aspersión. Aunque yo edifique algo que según mi parecer está correcto, estaría edificado sobre el terreno incorrecto. Esa “iglesia” no estaría edificada sobre el terreno de la localidad, sino sobre el terreno del bautismo por aspersión.

Luego, otra persona que practica hablar en lenguas va a la misma ciudad, pero la iglesia en esa ciudad tampoco practica hablar en lenguas. Así que él hace lo mismo y edifica una “iglesia que habla en lenguas”. El terreno de su “iglesia” es hablar en lenguas. No obstante, las lenguas no deben ser el terreno sobre el cual se edifica una iglesia, sino que ella debe ser edificada sobre el terreno de la localidad. Esta es la lastimosa situación actual. Quizá después otra persona va a la misma ciudad a edificar una “iglesia” en la que se cubren la cabeza, y así se forma otra división. La base de la iglesia no debe ser las lenguas ni tampoco el cubrirse la cabeza.


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