Perfeccionamiento de los santos y la edificación de la casa de Dios, Elpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-7391-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Yo llevo al menos veinticinco años en la obra del Señor, y he sufrido mucho durante este tiempo. Es por ello que en cuanto surge una situación, yo sé si va a ser de ganancia o pérdida. Por ejemplo, debido a que yo sabía que íbamos a sufrir una gran pérdida cuando el hermano T. Austin-Sparks estuvo aquí en la primavera pasada, yo hice lo posible por evitar que tal cosa sucediera. Reconozco que el hermano Sparks es espiritual. Es difícil encontrar a otra persona en la tierra hoy que sea tan espiritual como él. Por esta razón, en los pasados treinta años el hermano Nee, algunos santos y yo lo hemos apreciado. También estuvimos observándolo por treinta años, y nos preguntábamos si su entendimiento del Cuerpo de Cristo era apropiado.
El tesoro y el vaso de barro (2 Co. 4:7) deben corresponder. El recipiente es importante. Es por ello que dedicamos bastante tiempo el año pasado para recalcar el terreno de la iglesia. Es por esa misma razón que estamos teniendo comunión sobre la edificación de la iglesia. Si el terreno y la edificación de la iglesia no son apropiados, nuestra obra no producirá resultados, y la bendición del Señor no permanecerá. No podemos dejar que esto suceda. Por consiguiente, la bendición y el recipiente deben corresponder.
Si tenemos la intención de formar un grupo aparte dentro del cristianismo y convertirnos en una secta, merecemos ser maldecidos; el Señor jamás nos bendecirá. Asimismo merecemos ser maldecidos si siempre contendemos con otros creyentes y tratamos de ser diferentes. Sin embargo, debido a que la iglesia se halla en un estado de confusión, debemos encontrar la manera de obtener la bendición de Dios y encontrar el terreno apropiado que habrá de retener la bendición de Dios. Más aún, tenemos que encontrar la manera en que los creyentes que están firmes en este terreno podrán ser edificados para que la bendición de Dios no se esfume.
No podemos cambiar la condición del cristianismo. Dios permite que este estado de confusión continúe, y nosotros no podemos cambiarlo. Cualquier esfuerzo por cambiarlo es una necedad. Sin embargo, puesto que deseamos seguir al Señor, vivir en Su presencia y serle útiles, debemos encontrar la forma de retener lo que sabemos y hemos experimentado. Necesitamos el terreno y la edificación a fin de conservar la bendición que hemos recibido. De lo contrario, el fruto de toda nuestra labor desaparecerá.
No debemos laborar de forma insensata. Nuestra obra puede ser comparada a sacar agua de un pozo con un balde. Si derramamos el agua en el suelo, ésta desaparecerá. Por consiguiente, debemos considerar cómo traer la bendición, el terreno apropiado que puede contener la bendición y la edificación que resguarda la bendición.
La bendición de Dios, que está entre nosotros, tiene mucho que ver con el camino que seguimos y con el terreno sobre el cual estamos afirmados. También está relacionada con nuestro servicio en coordinación. Aparte de este camino, este terreno y este servicio en coordinación, no tendríamos la bendición de Dios. Sin embargo, si la edificación y la coordinación entre nosotros fueran más fuertes, habría al menos cinco mil santos en las reuniones.
Aunque no hacemos hincapié en el resultado de nuestra obra, sería mejor tener cinco mil santos que puedan escuchar los mensajes que son liberados en lugar de tener sólo dos mil santos. Incluso sería mejor que diez mil santos escucharan estos mensajes. Lo que deseamos no es tener un gran número de personas, sino más bien que la palabra de Dios alcance a muchos. Por lo tanto, es importante que sepamos cómo retener a los creyentes después que son salvos. Bautizamos entre siete mil y ocho mil personas, pero sólo una cuarta parte de este número estuvo en la conferencia. Esto nos muestra que la coordinación y la edificación entre nosotros son débiles. Si nuestra coordinación fuera fuerte, unos cinco mil santos asistirían a las conferencias.
En comparación con otros grupos cristianos, nosotros hemos recibido más de la bendición de Dios. Sin embargo, nuestro número de asistencia es un indicio de nuestra debilidad e incompetencia. La bendición que recibimos se debe a nuestra coordinación. Aunque nuestra coordinación no es la adecuada, todavía tenemos cierta medida de coordinación. Otros creyentes no experimentan la bendición de Dios porque no tienen esta coordinación. Nosotros somos bendecidos por Dios, pues tenemos cierta medida de coordinación y edificación, aunque sean débiles. Damos gracias al Señor por esto.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.