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Comunión en cuanto a la urgente necesidad de los grupos vitalespor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-0268-5
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Actualmente disponible en: Capítulo 2 de 27 Sección 2 de 3

APRENDEMOS AL HACERLO

Entiendo que muchos de los santos tienen el deseo de practicar las reuniones de grupo según la nueva manera, pero no lo han hecho porque piensan que no saben hacerlo. Sin embargo, déjenme decirles que ellos no saben hacerlo porque no lo han hecho. Si ellos lo hicieran, sabrían cómo hacerlo. Es un hecho que aprendemos a hacer las cosas haciéndolas. Si no tocamos cierta cosa, no la conoceremos. Es sólo cuando nos metemos en algo, que llegamos a conocerlo. Hay muchas cosas comunes y corrientes que no sabemos hacer sencillamente porque nunca las hemos hecho. Si las hiciéramos, aprenderíamos mientras las hacemos.

FORMAMOS LOS GRUPOS MEDIANTE LA ORACION

Tengo la carga de enseñarles con lujo de detalles la manera de formar los grupos y la manera de practicar las reuniones de grupo, igual que un profesor de inglés les enseña a sus alumnos las primeras letras. Sin embargo, no puedo hacer esto con toda la iglesia. No creo que toda la iglesia esté preparada para esto. Pero creo que algunos santos sí lo están.

Para formar los grupos según la nueva manera no hay necesidad de modificar ninguna de las reuniones actuales de la iglesia ni las reuniones de grupo. Podemos dejar que continúen como hasta ahora, sin tratar de cambiarlas ni de ponerles fin. Si deseamos empezar una reunión de grupo, debemos orar primero. No se debe hacer nada sin orar primero. Debemos hacerlo todo por medio de la oración y en conformidad con ella. En nuestra oración, podemos decir: “Señor, tengo la carga de tener una reunión de grupo. Señor, trae las personas. No puedo tener una reunión de grupo yo solo. Necesito por lo menos unas cuantas personas”. Para formar un grupo, uno no necesita un gran número de personas; tres o cinco son suficientes. Después de que usted ora al Señor, es posible que El le diga que vaya y tenga comunión con cierto hermano. Mientras usted va a ver a ese hermano, debe orar diciendo: “Señor, ¿qué le debo decir?”. Háganlo todo con oración; esto cambiará las cosas.

Si el hermano consiente y se une a usted, debe orar una vez más: “Señor, ¿qué debemos hacer? Este hermano desea unirse a mí. ¿Qué debemos hacer?”. En esta situación usted debe orar y no dominar al otro hermano diciéndole lo que debe hacer. Más bien pregúntele: “Bueno, ya que has expresado tu deseo de unirte a mí, ¿qué debemos hacer?”. Tal vez el otro hermano proponga que se reúnan los dos al día siguiente para orar y tener comunión. A partir del momento en que él dice que sí quiere unírsele y usted le responde preguntándole qué deben hacer, ustedes dos estarán unidos orgánicamente en el Espíritu. Su relación no será la misma de antes. Inmediatamente el Espíritu Santo confirmará esto, haciendo de los dos uno solo. Ustedes dos se amarán más que antes. Entonces usted aprenderá de él, y él de usted.

Después de orar juntos, es probable que en pocos días el Señor los guíe a ponerse en contacto con un tercer hermano. Por medio del contacto que ustedes tienen con él, como resultado de la oración, es posible que él se les una. Ahora tienen un grupo de tres. Les aseguro que si forman su grupo así, todo el que se una al grupo al instante vendrá a ser uno con ustedes orgánicamente.

No hagan nada según el concepto natural. Háganlo todo con oración. Es posible que el Señor los guíe a ponerse en contacto con otro. Quizá éste viva a gran distancia de usted, y usted le diga al Señor que él vive demasiado lejos. Sin embargo, ése es su propio concepto; en lugar de dejarse guiar por su concepto, usted debe seguir la dirección que recibió del Señor en oración. En una semana o diez días puede ser que usted se comunique con cuatro o cinco santos que estén de acuerdo en unirse con usted en un grupo. Este modo de agruparse es diferente del arreglo o la asignación hecha por los ancianos, y también difiere de la manera de formar grupos según la geografía o el vecindario. De hecho, son necesarios tanto el camino de la oración como el de la designación, para la formación de los grupos. En futuros mensajes voy a hablar más acerca de la manera de formar los grupos.


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