Información del libro

Estudio-vida de Danielpor Witness Lee

ISBN: 978-7363-6371-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 6 de 17 Sección 2 de 2

I. LA ALABANZA DE NABUCODONOSOR
CON RESPECTO A DIOS

En 4:1-3 tenemos la alabanza de Nabucodonosor con respecto a Dios en cuanto a Su grandeza, poder, reino eterno y dominio imperecedero. En los versículos 2 y 3 él dijo: “Me ha parecido bien declarar las señales y los prodigios que Dios el Altísimo ha hecho conmigo. ¡Cuán grandes son Sus señales, / y cuán potentes Sus maravillas! / Su reino es un reino eterno, / y Su dominio de generación en generación”.

II. EL TESTIMONIO DE NABUCODONOSOR

Los versículos del 4 al 18 relatan el testimonio de Nabucodonosor.

A. Ve un sueño que los magos y caldeos
no pueden interpretar

El versículo 5 dice: “Vi un sueño que me espantó, y las imaginaciones que tuve en mi cama y las visiones de mi cabeza me turbaron”. Él decretó que los sabios de Babilonia le declarasen su interpretación. Sin embargo, los magos, encantadores, caldeos y adivinos no pudieron interpretar el sueño para Nabucodonosor (vs. 6-7).

B. Daniel viene a interpretar el sueño

Finalmente, Daniel vino a interpretar el sueño. Nabucodonosor le contó el sueño y le pidió que le dijera su interpretación (vs. 8-18).

III. LA INTERPRETACIÓN DADA POR DANIEL
DEL SUEÑO DE NABUCODONOSOR

A. Daniel queda atónito y se turba

Al enterarse de los detalles del sueño, Daniel quedó atónito y sus pensamientos lo turbaban. Cuando Nabucodonosor le dijo que no se turbase, Daniel le respondió: “¡Señor mío, el sueño sea para los que te aborrecen, y su interpretación para tus enemigos!” (v. 19).

B. El gran árbol representa a Nabucodonosor

En su sueño, Nabucodonosor vio un árbol grande, fuerte, alto, de hermoso follaje y fruto abundante, el cual servía de alimento. Este árbol representaba al propio Nabucodonosor (vs. 20-22).

C. Un vigilante, un santo, desciende de los cielos
y ordena que el árbol sea talado

En su sueño, Nabucodonosor vio un “vigilante, sí, al santo que el rey vio, que descendía del cielo y decía: Talad el árbol y destruidlo; mas dejad el tocón con sus raíces en tierra, mas con atadura de hierro y de bronce alrededor de él, entre la tierna hierba del campo; y sea mojado con el rocío del cielo, y con las bestias del campo sea su porción, hasta que pasen sobre él siete tiempos” (v. 23). En su interpretación Daniel explicó que esto significaba que el Dios Altísimo había decretado que Nabucodonosor sería echado de entre los hombres y moraría con las bestias del campo, donde se le daría hierba para comer como a los bueyes, pues perdería la razón durante un período de siete tiempos hasta que reconociera que el Altísimo es Soberano del reino de los hombres (vs. 24-25). El versículo 26 procede a decir: “Y en cuanto a la orden de dejar en tierra el tocón con las raíces del árbol, tu reino te quedará firme después que reconozcas que son los cielos los que gobiernan”.

IV. EL CONSEJO DE DANIEL
A NABUCODONOSOR

Después de interpretar el sueño, Daniel ofreció su consejo a Nabucodonosor. Le aconsejó diciéndole: “Pon fin a tus pecados haciendo lo justo, y a tus iniquidades mostrando misericordia a los pobres; tal vez sea prolongada tu prosperidad” (v. 27).

V. EL CUMPLIMIENTO DEL SUEÑO
QUE TUVO NABUCODONOSOR

Del versículo 28 al 33 se nos muestra el cumplimiento del sueño que tuvo Nabucodonosor.

A. Lo dicho por Nabucodonosor mientras paseaba
sobre el techo del palacio real de Babilonia

Después que Daniel exhortó a Nabucodonosor, Dios le dio doce meses para arrepentirse. Sin embargo, no hubo arrepentimiento ni cambio alguno. Un día, mientras el rey se paseaba sobre el techo del palacio real en Babilonia, al contemplar la gran ciudad se llenó de orgullo y dijo: “¿No es ésta Babilonia la grande, que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder y para gloria de mi majestad?” (v. 30).

B. Una voz del cielo le dice a Nabucodonosor
que su reino le ha sido quitado

Mientras aquellas palabras todavía estaban en la boca del rey, una voz descendió del cielo diciendo: “A ti se te declara, rey Nabucodonosor: El reino te ha sido quitado” (v. 31). Dios habría de enseñarle a reconocer que él no era nada y que el Dios poderoso, el Soberano del reino de los hombres, Aquel que da el reino de los hombres a quien le place, lo es todo.

Según su naturaleza y su propio ser, Nabucodonosor no era un hombre sino una bestia. Por esta razón su corazón fue cambiado para dejar de ser el corazón de un hombre y se le dio un corazón de bestia (v. 16). Dios también le quitó el raciocinio propio de los hombres. En esa misma hora él empezó a comer hierba como los bueyes y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo hasta que su pelo creció como plumas de águilas y sus uñas como las garras de las aves (v. 33).

VI. NABUCODONOSOR VUELVE A LA NORMALIDAD
Y DA SU TESTIMONIO

A. Al final de aquellos días,
Nabucodonosor alza sus ojos al cielo,
y su razón le es devuelta

Nabucodonosor permaneció en aquella condición por “siete tiempos”. Creo que esta expresión se refiere a siete semanas, o sea, cuarenta y nueve días. Al final de este período, Nabucodonosor alzó sus ojos al cielo, y su razón le fue devuelta (v. 34a). Debido a que las bestias caminan sobre sus cuatro patas, ellas miran para abajo; pero los seres humanos andamos en dos pies y podemos levantar la mirada. El raciocinio de Nabucodonosor le fue restaurado en cuanto miró hacia arriba, hacia los cielos. Debido que él mismo cambió, su raciocinio también le fue restaurado.

B. Nabucodonosor bendice al Altísimo,
y alaba y honra a Aquel que vive para siempre

Nabucodonosor bendijo al Altísimo, y alabó y honró a Aquel que vive para siempre declarando: “Su dominio es un dominio eterno, / y Su reino es de generación en generación. / Y todos los habitantes de la tierra son considerados como nada, / pero Él hace según Su voluntad en el ejército del cielo / y entre los habitantes de la tierra; / no hay quien detenga Su mano, / ni le diga: ¿Qué haces?” (vs. 34b-35). Además, en el versículo 37, Nabucodonosor alabó, exaltó y honró al Rey de los cielos, porque todas Sus obras son verdad, y justos Sus caminos, y porque Él puede humillar a los que andan con soberbia.

Según lo indica su alabanza al final del capítulo 4, Nabucodonosor ciertamente aprendió la lección de humillarse y reconocer a Dios. En el capítulo 3 él erigió una imagen de oro debido a que era soberbio; enseguida viene el capítulo 4, donde se le enseña una gran lección. Aun cuando actuara como un caballero, él era una bestia. Después de este capítulo cesa el relato con respecto a Nabucodonosor.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top