Comunión en cuanto a la urgente necesidad de los grupos vitalespor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-0268-5
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Debemos recibir la palabra de Hageo y considerar de nuevo nuestros caminos (Hag. 1:5, 7). Nosotros, especialmente los ancianos y los colaboradores, debemos considerar de nuevo nuestra vida de iglesia y nuestra obra. Debemos considerar de nuevo cuál ha sido el resultado de nuestra vida cotidiana. No debemos seguir en el camino en que estamos hoy.
En las localidades nuevas del sur de California, la proporción de crecimiento fue alta al principio. Sin embargo, me di cuenta de que cuando el número de personas que asistían a las reuniones de la localidad llegaba a cien, la tasa de crecimiento disminuía notoriamente porque los hermanos no sabían cómo avanzar. Al comienzo ellos practicaban espontáneamente las reuniones de grupo, porque la reunión era pequeña. Pero gradualmente ellos, al aumentarse, dejaron la práctica de los grupos y adoptaron la práctica de reuniones grandes. El aumento en dichas localidades se redujo porque tenían solamente las reuniones grandes sin las reuniones de grupo apropiadas.
He dado varios mensajes presentando los principios y dando indicaciones detalladas acerca de la práctica de las reuniones de grupo, pero hasta ahora no he dado los pasos para conformar los grupos. Día tras día, mes tras mes, y año tras año, por siete años y medio, he estado esperando ver que algunos de ustedes se levanten y hagan algo orgánico para formar los grupos. Sin embargo, no he visto los resultados que esperaba. Por consiguiente, tengo la carga de hacer algo personalmente.
Después de que el recobro se extiende a una nación, debe llegar a los indígenas típicos. Estados Unidos fue edificado por los caucásicos. El recobro en este país debe extenderse a ese pueblo. Si no podemos hacer esto o no estamos dispuestos a hacerlo, tendremos una gran deficiencia. Dios no hace acepción de personas (Hch. 10:34); sin embargo, nosotros tenemos que hallar la solución para nuestra situación deficiente en cuanto a ganar al pueblo caucásico de los Estados Unidos. Cuando yo vine a este país, vine con la firme determinación de no laborar entre el pueblo chino. Aunque yo amo a China y al pueblo chino, la comisión que recibí del Señor no era que viniera aquí a ocuparme de los chinos. No hice ninguna labor particular entre los chinos en Estados Unidos sino hasta 1983. Poco antes, la ley de los Estados Unidos cambió y se aumentó a veinte mil por año el número de inmigrantes chinos que podían ser admitidos tanto de Taiwán como de la China continental. Me di cuenta de que muchos chinos ya estaban aquí procedentes de Taiwán, y después de que llegaban aquí, se perdían para el recobro. Abraham Chang me propuso que empezáramos a cuidar de los inmigrantes chinos. Aquello fue el comienzo de la obra entre los hermanos de habla china en los Estados Unidos. En vista de la situación actual, creo que los hermanos caucásicos deben considerar la forma de traer otros de su raza al recobro del Señor. Si no hacemos esto, sería una vergüenza.
Recientemente tuve un profundo pensamiento de que la razón por la que hemos ganado tan pocos angloamericanos estos últimos años puede ser que en nuestras reuniones tenemos un alto porcentaje de personas de otras razas. No practicamos la separación de las razas como lo hacen algunas denominaciones. Sin embargo, debido a que estamos en los Estados Unidos, la mayoría de los santos en las iglesias locales deberían de ser caucásicos. Las otras razas deben ser una minoría. Si el porcentaje de personas de otras razas en las reuniones es demasiado elevado, será difícil que los caucásicos sean atraídos al recobro. Por lo tanto, tenemos que hallar la forma de llegar a la comunidad caucásica. Tenemos una enseñanza sana, pero no tenemos una práctica sana. Tenemos que considerar de nuevo nuestra situación. Me gustaría hacer el esfuerzo necesario para ganar al pueblo caucásico. Todos los hermanos y hermanas de este grupo étnico deben tener la carga y considerar qué hacer para abrirle un camino al Señor.
Aun entre el pueblo de habla china, no hemos producido el fruto satisfactorio. El número de hispanohablantes de algunas de las iglesias de los Estados Unidos tampoco ha sido el que debiera. Por consiguiente, tenemos que considerar de nuevo nuestro camino.
Algunos de los santos chinos salieron por un tiempo a tocar puertas y no obtuvieron nada de fruto. Finalmente, llegaron a la conclusión de que el camino de tocar puertas no produce resultados. Por favor, permítanme decir que no es el tocar a las puertas lo que no produce resultados; lo que ocurre es que no perseveramos en hacerlo hasta que produzca resultados. Si tocar a las puertas no produce resultados, ¿entonces cómo es que los mormones y los testigos de Jehová tienen tanto éxito al hacerlo? Según las estadísticas de este último siglo, estos dos grupos heréticos han tenido una tasa de crecimiento muy alta. El factor de su éxito es que salen a tocar a las puertas.
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