Información del libro

Cómo reunirnospor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-6637-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 5 de 23 Sección 3 de 3

DEBEMOS REUNIRNOS PARA EL CRISTO ASCENDIDO

Si hemos de reunirnos con Cristo, tenemos que inhalar a Cristo como vida; pero si hemos de reunirnos para Cristo, será necesario que el viento recio sople poderosamente sobre nosotros (Hch. 2:1-2). A fin de reunirnos para el Cristo ascendido, necesitamos poder para demostrar que Aquel a quien servimos está ahora en los cielos y ha sido hecho Señor y Cristo (vs. 33-36). Tenemos que declarar esto a todo el universo. Ésta es la segunda clase de reunión cristiana. A veces nuestras reuniones tienen que ser esta clase de reuniones. No solamente nos reunimos con el Cristo resucitado, sino que también nos reunimos para el Cristo ascendido. Las reuniones en las que predicamos el evangelio tienen que ser reuniones para el Cristo ascendido, es decir, reuniones en las que declaramos al universo que al mismo Jesús a quien el mundo rechazó, Dios le ha hecho Señor y Cristo. Él está con nosotros y en nosotros, pero para los incrédulos, Él está en los cielos. Mateo y Juan dicen que debemos reunirnos con Cristo; Marcos, Lucas y Hechos dicen que debemos reunirnos para Cristo. Necesitamos tanto inhalar el aliento santo como también recibir el viento recio. Necesitamos inhalar el aire a fin de vivir, y necesitamos experimentar el viento recio para obtener poder.

Para celebrar estas dos clases de reuniones, tenemos que pagar un precio. Después de la resurrección, los discípulos estaban en Jerusalén: ellos estaban asustados, bajo amenaza y persecución. Éste fue el precio que tuvieron que pagar. Ellos eran galileos; no obstante, permanecieron en Jerusalén en medio de una atmósfera de fiera oposición. Ellos pagaron un precio.

Entonces, en un momento determinado, el Señor Jesús les dijo que fueran a un monte en Galilea. Si yo hubiera estado en el lugar de Pedro, habría preguntado: “Señor, ¿por qué tenemos que ir a un monte en Galilea? Tengo un cuarto de huéspedes muy amplio; si ya te reuniste aquí con nosotros en un cuarto que tenía todas las puertas cerradas, ¿por qué no podrías hacer lo mismo en Galilea? ¿Por qué tenemos que ir a un monte?”. Pero esto no depende de nosotros. Si Él nos dice que subamos a un monte, ¿qué debemos hacer? Simplemente debemos decir: “Amén”. Decir esto, no obstante, es fácil, pero subir al monte no es tan fácil. Si hoy yo decidiera que subamos al monte mañana, pienso que las hermanas serían las primeras en abandonarnos, alegando que no tengo la debida consideración por los niños. Pero el Señor Jesús dijo: “Subid al monte”, y Sus discípulos así lo hicieron.

Luego el Señor Jesús nuevamente tomó la delantera y regresó a Jerusalén. ¿Por qué no ascendió a los cielos desde aquel monte en Galilea? ¿Por qué tenía que regresar al monte de los Olivos para Su ascensión? Esto es muy interesante e involucra muchas cosas relacionadas con las Escrituras. En primer lugar, esto involucra Su segunda venida. Dos ángeles les dijeron a los discípulos: “¿Por qué os quedáis mirando al cielo? Este Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, vendrá de la misma manera que le habéis visto ir al cielo” (1:11). Zacarías 14:4 nos dice que Jesús vendrá por segunda vez al monte de los Olivos. Así pues, Su ascensión desde este monte guarda relación con Su retorno y con el ejercicio de Su administración sobre todo el universo. Esto no es algo en secreto, sino algo oficial y relacionado con el gobierno divino. El Señor tenía que ascender desde el monte de los Olivos, por lo cual pidió a Sus discípulos que fueran de Galilea a Jerusalén para verlo ascender.

Después que ellos hicieran esto, el Señor les pidió que permanecieran en Jerusalén, informándoles que algo sucedería en esta tierra con miras a la administración divina, a la economía divina, a la actividad gubernamental de Dios. Esto jamás podría realizarse en Galilea, sino que tenía que realizarse en Jerusalén. Debemos comprender que Pedro y los demás discípulos no eran personas ricas, sino pescadores pobres. ¿Cómo podrían ellos viajar tan lejos y permanecer por tanto tiempo allí al mismo tiempo que se encontraban bajo amenazas y persecuciones? Pero ése fue el precio que se les pidió pagar.

Con respecto a estas reuniones celebradas después de la resurrección o ascensión, no podemos percibir ninguna clase de ligereza. Todas ellas fueron reuniones muy serias, con mucha autoridad, lo cual es muy diferente de las reuniones del cristianismo de hoy. Hoy en día la gente dice algo así: “Vamos al culto que se celebra a las once de la mañana del día domingo. Como hemos trabajado tanto durante la semana, el domingo por la mañana es el mejor tiempo para dormir hasta tarde”. Lo que quiero decir es esto: si adoptamos la manera de reunirse establecida por el Señor, tenemos que reunirnos a cualquier precio; tenemos que pagar el precio. Me siento tan feliz de poder declarar ante el universo que aquí en Los Ángeles hay muchos santos muy queridos que vienen desde lejos con el único propósito de reunirse. Hay muchos que se han establecido aquí y han encontrado trabajo, pero ellos tienen como meta principal asistir a las reuniones, y no establecerse o hallar trabajo. Esto es muy bueno. Hay una razón por la cual aquí disfrutamos tan ricamente de la presencia del Señor. Hay tantos que verdaderamente han pagado un precio para asistir a las reuniones. Tengo plena certeza de que quienes han emigrado desde aquí a otras ciudades para propagar la vida de iglesia son grandemente bendecidos con la rica presencia del Señor. Ellos están dispuestos a vender sus casas, renunciar a sus trabajos, su futuro y seguridad, a fin de ir y propagar la vida de iglesia a cualquier costo. ¡Alabado sea el Señor!

Hermanos y hermanas, tenemos que estar aquí no por causa de nuestros negocios, nuestros estudios o nuestras familias, sino por causa de las reuniones. Somos personas que se reúnen. Deseamos pagar el precio que sea necesario a fin de mantener el estándar de nuestras reuniones. Preferimos perder nuestros trabajos antes que dejar de reunirnos. Algunos dicen que nuestras reuniones son demasiado frecuentes y se preguntan cómo es que las madres podrán cuidar apropiadamente a sus hijos. Pero yo no tengo nada que decir al respecto. Todo depende de qué es lo más precioso o valioso en nuestras vidas. Si para ustedes la iglesia es aún más preciosa que sus propios hijos, ustedes sabrán qué hacer. Si para ustedes sus hijos son más preciosos que el Señor Jesús y Su iglesia, ustedes también sabrán qué hacer. No hay necesidad de que yo les diga nada. Si verdaderamente tomamos en serio los asuntos de la iglesia, tenemos que darnos cuenta de que la iglesia está en las reuniones. Estar aquí por causa de la iglesia significa estar en las reuniones. No nos importan las cosas pasajeras de nuestro presente; lo que nos importa es la eternidad. ¡Aleluya! Buscamos la consumación eterna.

Nuestro Contador Público está en los cielos y Él lleva nuestras cuentas por la eternidad. Todo lo que podamos ganar en este mundo a manera de ganancia carece de significado, pues, a la postre, todo ello será una pérdida. El Contador Público celestial dirá: “Lo siento, su cuenta muestra un déficit. Ustedes piensan que les fue bien y ganaron mucho dinero, pero han sufrido una gran pérdida”.

¿Cuál es el propósito de nuestra existencia? Miren a Jesús y a todos Sus discípulos. Reflexionen sobre la manera en que ellos se reunieron y estuvieron dispuestos a pagar cualquier precio con miras a mantener sus reuniones en el debido nivel. Todos tenemos que reunirnos con el Cristo resucitado y para el Cristo ascendido, y tenemos que estar dispuestos a pagar el precio que sea necesario para mantener esta clase de reuniones.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top