Pláticas para los ancianos sobre asuntos prácticospor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-4948-2
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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¿Por qué la vaciedad trae como consecuencia la división? Porque, por un lado, usted está vacío, y por otro, no está dispuesto a desistir.
Usted está cuidando de la iglesia, pero la iglesia ha llegado a ser vacía, y usted ahora también se siente vacío. La razón por la cual la iglesia se ha vuelto vacía es que usted ha sido el primero en ser una persona vacía. Sin embargo, usted se niega a renunciar; todavía se aferra a la iglesia y quiere que las cosas continúen como van. El deseo de conservar la iglesia y de que las cosas sigan como van abre una puerta a personas ambiciosas. En cada era y en cada etapa de la historia ha habido personas ambiciosas. Por un lado, las iglesias se volvieron vacías y, por otro, los líderes rehusaron a soltar lo que tenían en sus manos; esta situación abrió una puerta a personas ambiciosas.
Las personas dotadas al principio no son tan ambiciosas; sin embargo, debido a su capacidad, logran algo, y lo que han logrado las tienta a volverse ambiciosas. Si usted no hubiera tenido éxito en nada de lo que ha hecho, no tendría el pensamiento de hacerse grande. Así pues, su obra exitosa llega a ser una tentación. Por lo tanto, usted decide hacer más, y cuanto más éxito obtenga, más lo tentará la ambición. Esto entonces producirá una división. Si todas las iglesias están llenas de Cristo, llenas de vida, llenas del Espíritu, y llenas de la verdad con luz, les aseguro que no habrá ninguna oportunidad para que las personas ambiciosas hagan nada.
Al respecto tenemos los hechos históricos. Si hace dos siglos los cristianos en Inglaterra no hubieran estado vacíos, no creo que John Wesley hubiera tenido la oportunidad de sobresalir tanto. Un evangelista que predica en campañas de avivamiento es levantado debido a la tibieza del pueblo de Dios. Esta indiferencia favorece el que personas sobresalientes hagan algo en respuesta, lo cual da por resultado la división.
Junto con lo que venimos diciendo, deben estar advertidos de que cuanto más llenos ustedes estén, más amplio será su corazón y también su mente. Asimismo, cuanto más vacío y pobre llegue a estar, más estrecho usted será en su corazón, en sus conceptos. Tendrá la actitud de excluir a otros, especialmente en su localidad, y luego empezará a arrogarse más autoridad, diciendo: “Somos ancianos. No estoy de acuerdo con ese hermano ni con aquello. No estamos de acuerdo con que ese hermano continúe haciendo lo que está haciendo”. De este modo, ustedes muestran que no están abiertos a todos los santos.
Ustedes deben saber que ese tipo de actitud dejará por fuera una gran parte de las riquezas del Señor. Cuando usted es rico, cuando está lleno, llega a tener un corazón muy ensanchado, y está dispuesto a dar cabida a otros. Algunos de los ancianos —y perdónenme por decir esto— son a mi juicio muy estrechos. Únicamente están abiertos a ustedes mismos. No les dan oportunidad a otros. Ustedes únicamente valoran sus propios conceptos, su propia manera de hacer las cosas y lo que usted mismo hace. Por un lado, quizás excluyan a algunos santos que están allí y les impidan participar; por otro, es posible que estén cerrando la puerta para que más santos participen. ¿Saben ustedes cuál será el resultado de eso? El resultado es que ustedes se secarán.
Por supuesto, es una insensatez recibir a cualquiera a ciegas. Pero usar esto como pretexto para llevar a cabo su práctica estrecha acabará por secar la vida de iglesia e incluso acabará con ella. Así que, existe este peligro.
Basándonos en nuestra experiencia y observación, sentimos que este peligro surge cuando los ancianos están en una localidad por demasiado tiempo. Espero tener las palabras precisas para expresarme correctamente y no hacerles daño. El hecho de que un anciano esté en una localidad por demasiado tiempo hace que surja este peligro. Ustedes se volverán indiferentes. Ustedes se volverán estrechos. Ustedes no recibirán a otros. Pero si son fervientes, no serán así. Es únicamente cuando se vuelven indiferentes, tibios y, por ende, pobres, que se vuelven estrechos. Si bien no son ricos, aún quieren conservar su posición, y quieren conservar las cosas en la iglesia tal como están. A fin de hacer esto, llegan a tener la actitud de excluir a otros.
El resultado de ello es que el agua no fluirá al lugar donde usted sirve. El agua representa la bendición. La bendición seguirá otro rumbo. A fin de recibir la bendición, usted debe ser humilde. Su elevación tiene que ser allanada. ¿Por qué no viene la bendición? ¿Por qué no fluye el agua hasta usted? Porque su lugar es demasiado elevado. Por lo tanto, tiene que humillarse. Tiene que allanar la elevación.
En el Antiguo Testamento los lugares altos era una expresión negativa, pues era allí donde se adoraban ídolos. La tibieza y la indiferencia producen los lugares altos. Usted entonces se secará. Incluso si el agua quisiera enriquecerlo de nuevo, no podría quedarse. Además, usted no tiene una reserva ni siquiera capaz de retener el agua de la lluvia; mucho menos podrá el agua del río correr hasta su lugar alto. Todos estos problemas tienen una sola fuente: haber perdido el fervor.
Según mi observación, algunas de las iglesias ya se han vuelto estrechas. El ancianato ya no recibe a todos de manera inclusiva. Tal vez usted diga: “Yo no controlo nada”. Sin embargo, no estoy hablando de que usted controle las cosas. Controlar es una cosa, y otra es ser estrecho. El simple hecho de no controlar no es suficiente. Además de ello, usted debe dar cabida a otros. Sin embargo, un hombre pobre no puede recibir a otros con brazos abiertos. Para poder hacer esto, usted tiene que ser rico en Cristo; debe estar lleno de gracia. No es fácil para los ancianos evitar controlar. Les es aún más difícil no ser estrechos. Estos dos asuntos tienen una relación de causa y efecto, y la causa y el efecto generan un ciclo. Éste es un asunto que reviste gran seriedad.
Los lugares altos no sólo representan la indiferencia; todo lugar alto es una división. Todo el pueblo debía ir a Jerusalén, al centro de unidad. Así que, los lugares altos eran divisiones con idolatría. No piense que esto es simplemente algo histórico del Antiguo Testamento. También es la historia del Nuevo Testamento. La historia entre los cristianos es la misma. La tierra está llena de lugares altos. Estos lugares están secos, y lo único que vemos allí es estrechez debido a la pobreza.
El fervor pondrá fin a la fuente de la indiferencia. Por lo tanto, no importa por cuánto tiempo usted haya sido anciano en una iglesia local, mientras sea ferviente, no correrá ningún peligro. Pero en cuanto se acabe el fervor, el peligro estará allí presente.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.