Living Stream Ministry

Al aplicar las verdades divinas
debemos evitar dar demasiado énfasis
a las verdades básicas
y no descuidar las verdades secundarias
ni darles demasiada importancia

Al aplicar las verdades divinas se debe evitar dar demasiado énfasis a alguna de las verdades básicas, tales como las tres secciones de la santificación, la designación de Cristo como la simiente de David para ser el Hijo primogénito de Dios, o afirmar “Yo soy de Cristo”, pues al hacer esto dividimos a Cristo y Su Cuerpo (1 Co. 1:11-13a). Algunos decían que eran de Pablo, otros de Cefas, otros de Apolos, y otros, los “superiores”, decían que eran de Cristo. Pero Cristo no está dividido. Así que deben tener cuidado. Pueden enseñar las verdades correctas, pero al hacer demasiado hincapié en alguna de ellas pueden causar divisiones.

Al aplicar las verdades divinas también se debe evitar descuidar cualquier verdad secundaria o darle mucha importancia, pues ello conduce a crear división en el Cuerpo de Cristo. Tanto resaltar como descuidar ciertas verdades puede causar división. Cuando nos reuníamos en Elden Hall, a menudo venían hermanos pentecostales que hablaban en lenguas. Los hermanos me preguntaban acerca de ellos, y yo les indicaba que no había problema. Les permitíamos hablar en lenguas porque eso está en la Biblia. He estudiado mucho el tema de hablar en lenguas. Descubrí que aun antes de la era del Nuevo Testamento las personas ya hablaban en lenguas movidos por el poder de los demonios. Un hermano de Ghana, Africa, nos dijo que cuando regresó a su tierra natal, vio allí a los incrédulos hablando en lenguas inspirados por los demonios. Algunas veces el hablar en lenguas procede de los demonios, y en otras, aunque muy pocas, procede del Espíritu Santo. Sin embargo, los pentecostales no disciernen esto. Además de que a veces hablar en lenguas puede ser inspirado por demonios, en ocasiones no es más que la capacidad humana de ligar sílabas. En tal caso, no proviene del Espíritu Santo ni de espíritus malignos, sino simplemente del hombre. A algunos les imponen las manos y les enseñan a torcer la lengua y a decir “alabado sea el Señor” varias veces rápidamente. Como resultado, salen algunas sílabas incoherentes, las cuales alegan ser lenguas. Analicé esto mucho y encontré que éstas eran sólo sílabas sin sentido, y no eran lenguas genuinas.

T. Austin Sparks tenía gran estatura espiritual y estaba por encima de muchos. Fue uno de los mejores escritores sobre la vida eterna, y aun podríamos decir que la línea de la vida eterna en los escritos cristianos se detuvo después de su muerte. Una vez lo invité a Taipei. El se oponía con vehemencia al hablar en lenguas, pero los pentecostales le dan a este don demasiada importancia. Hacen que la lengua sea todo el cuerpo. Dicen que cuando hablan en lenguas están contentos. Y ciertamente, hablar con sílabas sin sentido lo alegra a uno y lo relaja. Al estudiar estas cosas descubrí que tienen un lado positivo: su finalidad es tocar al Señor y a veces espontáneamente sí lo tienen. No podemos negar esto. De esto aprendí que no todas las enseñanzas erróneas son herejías. Algunas enseñanzas erróneas son simplemente equivocaciones. Por lo tanto, tenemos que ser cuidadosos.

DEBEMOS SEGUIR A OTROS
SEGUN LA VERDAD Y LA VISION DIVINAS

Desde que llegué a este país en 1962, he visto y experimentado muchas cosas. Ya que hay tantos colaboradores en esta área, siento la carga de darles una exhortación amorosa a modo de advertencia. Guárdense de estos cuatro “topos” y tengan cuidado al seguir a alguien. En realidad, no deberíamos seguir a nadie. Al respecto, el Nuevo Testamento afirma que Pablo dijo: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo” (1 Co. 11:1). Seguimos a alguien porque tiene la revelación y la visión de Dios. Reconozco que soy atrevido al decir que Dios me condujo al hermano Nee, y que lo seguí; lo admito. La gente trataba de burlarse de mí diciendo: “Sólo hablas lo que enseña Watchman Nee”. Y les dije: “Es verdad. Esa es mi gloria, y no me avergüenzo”. Nunca conocí a ningún predicador cristiano que conociera la Biblia como él. Nadie me mostró jamás la visión de Dios, salvo Watchman Nee. Así que, yo aprendí de él. Desde que vine a este país, siempre he hecho lo posible por mantenerme en la línea central de la revelación divina. En ocasiones he sido un poco descuidado al hablar, pero después de que el mensaje se pule, lo leo otra vez, y cambio algunas expresiones. He sido muy cuidadoso al publicar mis escritos. En realidad nuestra guía no es una persona, sino la verdad divina, la visión divina.

En febrero de 1986 tuvimos una conferencia urgente de ancianos en la cual hablé de la nueva manera en que la iglesia debe reunirse. Debido a que el recobro del Señor estaba adormecido, yo como Gedeón toqué la trompeta para reunir a un grupo de personas a fin de pelear por el recobro. No tenía la intención de que todos me siguiesen. Les dije que no tenían que seguirme, sólo que no se opusieran. El siguiente verano les dije a los santos que nosotros no somos guiados realmente por una persona, ni por mí, ni el hermano Nee; sino por la revelación del Señor, por Su Palabra. Así que, tenemos mucho que discernir en cuanto a la verdad. De ese modo, no le haremos daño al Cuerpo, ni a nosotros mismos ni a aquellos a quienes seguimos.

No debemos procurar que otros nos sigan, pues ésa es la naturaleza de la serpiente. No ayudamos a quien seguimos, sino que lo perjudicamos. Esto también significa que no debemos seguir a ninguna persona; simplemente sigamos al Señor según Su Palabra y la visión celestial. Es por eso que debemos estudiar Su Palabra concienzudamente, sin torcerla ni distorsionarla. Los hermanos que están en el entrenamiento de tiempo completo no deben decir que vinieron a seguir a alguien. Están aquí para aprender a seguir al Señor y Su Palabra, a fin de discernir cuáles son las verdades fundamentales y cuáles son secundarias. Algunas verdades son como el tronco, y algunas son como las ramas. Es más, algunas ramas son más gruesas que otras. La comprensión y aceptación de las verdades básicas debe basarse en la economía de Dios y recibirse por Cristo y mediante Su Cuerpo. No se opongan a las verdades secundarias ni las descuiden, ni le den mucho énfasis a ninguna de ellas.

UN TESTIMONIO ACERCA DE LA MANERA
DE SEGUIR A OTROS

Estuve con el hermano Nee por dieciocho años. Durante ese tiempo nunca lo invité a comer conmigo. De igual manera, en todo el tiempo que laboramos juntos, él sólo me invitó a su casa una vez; en 1948 en Foochow, cuando me hospedó por una o dos semanas. En aquel tiempo, me llevaba a comer a cierto lugar donde podíamos observar las costumbres de los de ahí, pero simplemente comíamos y no hablábamos en forma casual. Por otro lado, cierto hermano a menudo llevaba a sus seguidores a una cafetería para beber y hablar de manera relajada. Le advertí que no debía hacerlo. No debemos tener relaciones estrechas ni mucha amistad con nadie. La cercanía no es buena; en la Biblia, es tipificada por la miel, la cual no se permitía en la oblación. El pueblo no debía agregarle miel a la ofrenda de harina. Por el contrario, le ponían sal, la cual mata los microbios (Lv. 2:11, 13). Nosotros o no nos amamos en absoluto o nos amamos con un amor natural, lo cual es miel y nos corrompe. Creo que jamás le di un regalo al hermano Nee. El sólo me dio dos juegos de libros, Una sinopsis de los libros de la Biblia, escrita por Darby en cinco tomos, y el Nuevo Testamento en griego de Dean Alford. Me los obsequió en 1933, y me fueron muy útiles. Esa fue la manera en que me pastoreaba y me perfeccionaba. Nosotros nunca bromeábamos.

Oración: Señor, a pesar de todos los defectos y errores que cometemos, no estamos desanimados ni decepcionados. Nos anima mucho lo que Tú eres, lo que has hecho y lo que sigues haciendo. Gracias Señor, porque aún actúas entre nosotros por todo el mundo. Acudimos a Ti para hallar misericordia y gracia; para experimentarte más profundamente en nuestro espíritu, a fin de que seas nuestra gracia. Cuánto apreciamos las palabras de ánimo: “El Señor esté con vuestro espíritu. La gracia sea vosotros”. Señor, no confiamos en nuestro yo. Confiamos en Ti, Señor. Llénanos y empápanos para que seas el todo en nosotros, para que seas nuestra fe, nuestro gozo, nuestra paz, nuestro descanso y nuestra comodidad. Gracias por ser nuestro Pastor exteriormente y nuestro Consolador, como Espíritu vivificante, interiormente. Confiamos en que has de llevar adelante Tu recobro. Señor, acuérdate de cada uno de nosotros. Estamos en Tu corazón y aun sobre Tu pecho. Señor, no te olvides de nosotros. Te damos gracias porque nunca te olvidas de nosotros. Estamos de verdad en Tu corazón. Gracias Señor por Tu misericordia, por sostener a todas las iglesias del sur de California. Señor, bendice a todos los santos y a Tu recobro. Bendice a todas las iglesias y todo nuestro servicio en la obra que lleva adelante Tu recobro. Amén.

Facsímil de la placa preparada por el hermano Lee
para los colaboradores que escucharon esta exhortación amorosa. El hermano Lee les aconsejó colocarla en un lugar visible
y leerla todos los días durante un mes.