Nuestro espíritu humanopor Witness Lee
ISBN: 978-0-87083-259-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
ISBN: 978-0-87083-259-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
Font Size
En Romanos, Pablo dice que a Dios “sirvo en mi espíritu” (Ro. 1:9). El mismo Dios a quien sirvo, lo sirvo en mi espíritu. No piensen que “mi espíritu” es simplemente un término neotestamentario. Salmos 77:3 dice: “Me acordaba de Dios, y me conmovía; me quejaba, y desmayaba mi espíritu”. También, Salmos 77:6 dice: “Me acordaba de mis cánticos de noche; meditaba en mi corazón, y mi espíritu inquiría”.
“Mi espíritu” no es sólo un término neotestamentario, sino también antiguotestamentario. Cuando me acordaba de Dios y consideraba todos los problemas, mi espíritu desmayaba. Yo medito en mi corazón y mi espíritu inquiere. Hermanos y hermanas, ¿alguna vez han ejercitado su espíritu? ¿Han usado alguna vez su espíritu? ¿Tienen esta clase de experiencia?
En Hechos 17:16 Pablo fue enardecido cuando vio tantos ídolos en la cuidad de Atenas. Cuando él vio los ídolos fue enardecido en su espíritu. El servía a Dios en su espíritu y fue enardecido en su espíritu por las cosas malignas.
En 1 Corintios 5:4 Pablo dice que aun él se reunía con los santos en Corinto mediante su espíritu. Mientras él estaba ausente dijo: “Reunidos vosotros y mi espíritu”. El estaba lejos de Corinto, pero asistía a la reunión de ellos. Su cuerpo estaba ausente, pero su espíritu asistía a la reunión de ellos. ¿Ha asistido usted alguna vez a una reunión de la iglesia mediante su espíritu mientras estaba ausente de esa iglesia? Mientras Pablo estaba ausente de Corinto físicamente, él aún asistía a la reunión de ellos.
Además, Pablo dice en 2 Corintios 2:13 que no pudo encontrar a su hermano Tito, así que no tuvo reposo en su espíritu. Entonces en 2 Corintios 7:13 Pablo dice que Tito fue refrescado en su espíritu por los corintios. También 1 Corintios 16:18 dice que algunos de los santos han “refrescado mi espíritu y el vuestro” (lit.). El espíritu de Pablo y los espíritus de los santos en Corinto habían sido refrescados por algunos queridos hermanos.
En Lucas 1:46-47 María dijo: “Engrandece mi alma al Señor” (tiempo presente) y “mi espíritu se ha regocijado” (lit.) (tiempo perfecto) “en Dios mi Salvador”. Primero, mi espíritu se regocijó en Dios. En segundo lugar, mi alma lo engrandece a El. El espíritu viene primero, luego el alma. El espíritu se ha regocijado en Dios, luego el alma engrandece al Señor. Estas son dos cosas. Regocijarse en Dios es tener comunión con Dios en el espíritu. Engrandecer al Señor es expresar al Señor con nuestra alma.
Debemos tener comunión con el Señor en nuestro espíritu y debemos expresar al Señor en nuestra alma. Primero, tenemos comunión con El; luego le expresamos. Primero nos regocijamos en El; luego le engrandecemos. Nos regocijamos en El en nuestro espíritu y le engrandecemos con nuestra alma. Estos dos órganos son para dos clases de uso. Si usted desea tener contacto con el Señor, tiene que usar su espíritu. Si desea expresar al Señor, tiene que usar su alma. Mi espíritu se regocijó en Dios y mi alma engrandece al Señor.
Segunda de Corintios 7:1 dice que nos purifiquemos a nosotros mismos de toda contaminación en la carne y también en el espíritu. Tenemos la carne y tenemos el espíritu. En estas dos partes tenemos que ser purificados de toda clase de contaminación. Seguramente, esto no se refiere al Espíritu Santo. El Espíritu Santo no necesita ser purificado de ninguna clase de contaminación, pero nuestro espíritu sí.
Primera de Tesalonicenses 5:23 es un versículo al cual debemos prestar atención y recordar: “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu y alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”. Nunca crea que el espíritu es el alma y el alma es el espíritu. Algunos maestros cristianos dicen que el espíritu y el alma son simplemente sinónimos. Sin embargo, en 1 Tesalonicenses 5:23 ellos no lo son porque allí se halla la conjunción “y”: “espíritu y alma y cuerpo”. Dos conjunciones unen tres cosas. El alma es diferente del cuerpo y el espíritu es diferente también del alma. Dios entra en nuestro espíritu y se extiende del espíritu al alma y finalmente del alma al cuerpo. Entonces seremos santificados por completo: espíritu, alma y cuerpo.
Si dice usted que el espíritu es lo mismo que el alma, entonces yo le señalaría a los monos, a los tigres, a todas las bestias y a todo el ganado. Job 12:10 se refiere al alma de todo viviente. Todo viviente incluye a los animales. Nosotros somos seres vivientes y también tenemos un alma, pero además de un alma tenemos algo superior, algo más elevado: el espíritu humano. Somos distintos de los animales porque ellos tienen un alma, pero no tienen espíritu. Nosotros tenemos un espíritu. Tenemos algo más, algo superior, algo más elevado, para tener contacto con Dios. Fuimos creados a la imagen de Dios con tal órgano superior, el espíritu humano, para tener contacto con Dios.
Hebreos 4:12 dice que nuestra alma puede ser dividida de nuestro espíritu, como los tuétanos de las coyunturas. Sabemos que las coyunturas forman parte de los huesos y que dentro de estos huesos se encuentra el tuétano. El tuétano está contenido y escondido en los huesos, pero es absolutamente diferente de los huesos. Los huesos son como el alma y el espíritu es como el tuétano. El espíritu está escondido y contenido en el alma, y el alma puede ser dividida del espíritu.
Filipenses 1:27 dice: “Estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo con una sola alma por la fe del evangelio” (lit.). Para estar firmes necesitamos estar en un mismo espíritu. Para luchar juntos para la predicación del evangelio, para la expansión del reino de Dios, necesitamos ser de una sola alma. Para estar firmes necesitamos estar en un mismo espíritu, pero para propagar el evangelio necesitamos ser de un mismo pensamiento, de un mismo sentir, de una misma opinión, de un mismo concepto. Esto significa que necesitamos ser de una sola alma. Así que en un mismo espíritu es una cosa, con una sola alma es otra.
Por último, debemos ver que el Señor Jesús como vida entra en nosotros, pero, ¿en qué parte de nosotros? Segunda de Timoteo 4:22 dice: “El Señor Jesucristo esté con tu espíritu”. Nada puede ser más claro o más definido. El Señor Jesús hoy está en nuestro espíritu. ¡Aleluya! Cristo hoy está en nuestro espíritu. Nunca se olvide de que Cristo es el Espíritu vivificante (1 Co. 15:45) en nuestro espíritu.
Primera de Corintios 6:17 dice: “Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él”. Ya que Cristo hoy es el Espíritu vivificante, y nosotros tenemos una parte interior, el espíritu humano, estos dos espíritus simplemente se juntan y se mezclan y llegan a ser un espíritu. El que se une al Señor, un espíritu es con El. Ahora tenemos un espíritu mezclado. Es bastante difícil determinar si éste es el Espíritu Santo o el espíritu humano porque los dos espíritus están mezclados como uno.
Por eso Romanos 8:4 nos dice que andemos conforme al espíritu. ¿Cuál espíritu es éste? Nosotros debemos andar no sólo conforme al Espíritu Santo y no sólo conforme al espíritu humano, sino conforme al espíritu mezclado. Ahora el Espíritu Santo y el espíritu humano están mezclados como uno. Aquí en esta tierra, en este universo, existe un lugar donde Cristo como el Espíritu vivificante es uno con nosotros. Ahora debemos andar conforme a este maravilloso espíritu mezclado. Cristo es el Espíritu vivificante en nuestro espíritu.
Si nosotros queremos conocer, experimentar y disfrutar este Espíritu vivificante, tenemos que conocer nuestro espíritu humano. Es por eso que nuestro espíritu humano es tan estratégico. Nuestro espíritu humano es el centro de nuestro ser y el único órgano con el cual podemos tener contacto con el Señor. En nuestro espíritu podemos ser uno con el Señor.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.