Living Stream Ministry

LA REACCIÓN DE LA CRISTIANDAD ORTODOXA ACTUAL

El litigio sacudió toda la cristiandad en los Estados Unidos. Tal litigio no era una acción común y corriente, pues en la historia de la cristiandad no figuran muchos litigios. Espero que todos ustedes lean la “La declaración de la sentencia” que se dictaminó al finalizar el litigio interpuesto a causa del libro The God-Men. Esta declaración tiene que ver con el contenido de nuestra lucha por la verdad.

Este litigio también capturó la atención del doctor J. Gordon Melton, el editor principal de The Encyclopedia of American Religions [Enciclopedia de las religiones de Norteamérica]. Esta enciclopedia goza de buena aceptación no solamente en la comunidad cristiana, sino en toda la sociedad norteamericana en general. El doctor Melton examinó las verdades que proclamamos y concluyó que eran verdades fundamentales y dignas de ser leídas por todos los cristianos. Entonces voluntariamente publicó un libro que dio testimonio a favor de nosotros. Eso fue más de lo que esperábamos. Yo nunca había visto al doctor Melton ni había mantenido correspondencia con él; sin embargo, él me recomendó. Él dijo que yo era el maestro más prominente que existe en las iglesias locales y que mi teología se basaba completamente en la teología de la Asamblea de los Hermanos, la cual es la más ortodoxa de todas las teologías. Hoy en día, la teología de los Hermanos es reconocida por los cristianos del mundo entero como la mejor de entre todas las teologías ortodoxas. Lo dicho por el doctor Melton era absolutamente correcto. Desde un principio hemos sido influenciados en gran manera por las verdades aportadas por los Hermanos. La teología que ellos profesan ha penetrado hasta la médula de nuestros huesos. Por tanto, es natural que los escritos que publicamos estén impregnados con el sabor característico de los Hermanos.

Cuanto más ustedes se esfuercen por conocer la verdad, más ventajas tendrán. Cualquier esfuerzo que hagan por aprender la verdad jamás será un desperdicio. Cuán benditos son ustedes, porque las publicaciones existentes en el recobro del Señor son sumamente ricas. Ellas incluyen todas las verdades fundamentales de la Biblia. Así que, no necesitan tratar de encontrar las riquezas en los escritos de otros. No me atrevería a decir que nuestro hablar es completo, pero sí diría que a ustedes no les faltará la verdad si estudian nuestras publicaciones. Sólo las notas de la Versión Recobro del Nuevo Testamento pueden servirles como una brújula que los oriente con respecto a todas las verdades que se encuentran entre nosotros. Por ejemplo, con respecto a nuestra experiencia de ser llenos del Espíritu, todo lo que tienen que hacer es leer las notas de Hechos 2:4, 6:3 y 13:52 y lo entenderán. Si quieren saber el significado de la transformación, lean las notas de 2 Corintios 3:18. Espero que ustedes redoblen sus esfuerzos por aprender la verdad.

NUESTRA URGENTE NECESIDAD ES
CONOCER Y EXPERIMENTAR LA VIDA DIVINA

Además de estudiar la verdad, ustedes también tienen que ir en búsqueda de la vida divina, y en dicha búsqueda deberán leer cuidadosamente dos libros: El conocimiento de la vida y La experiencia de vida. La introducción al libro El conocimiento de la vida y el prefacio a La experiencia de vida señalan claramente que durante los pasados dos mil años muchos santos han ido en pos de la vida, pero que ninguno pudo proveer una clara explicación sobre las varias etapas de la vida espiritual ni sobre los puntos que debemos conocer a fin de avanzar en el camino de la vida. Estos asuntos los presenté en estos dos libros de una forma científica, muchos de los cuales no se pueden encontrar en ningún otro libro de la cristiandad. Nadie había hablado antes sobre las tres vidas y las cuatro leyes ni tampoco sobre los diecinueve puntos que componen las cuatro etapas de la vida espiritual. Por tanto, ustedes tienen que esforzarse por entrar en estos dos libros y buscar, etapa tras etapa, las cuatro etapas de la vida espiritual.

CUMPLIR LA LEY DE PROPAGACIÓN
Y CUIDAR LOS PRINCIPIOS DE LA VIDA

Me preocupa que los santos en las iglesias puedan pensar que nuestro énfasis actual recae en la predicación del evangelio y los grupos pequeños, y que nos centramos en la propagación y en ganar un aumento numérico, mientras que descuidamos el aspecto de la vida. Esto es erróneo. Espero que todos ustedes experimenten de manera concreta la vida divina y se percaten de que todo cuanto existe en el universo es regido por sus propias leyes y principios. La ciencia busca encontrar las leyes y principios que rigen el universo. Por ejemplo, la ley de la reproducción humana se encuentra en el matrimonio. Sin el matrimonio, los seres humanos no se pueden reproducir. Por tanto, Dios creó a nuestros primeros ancestros como una pareja a fin de que fueran fructíferos y se multiplicaran (Gn. 1:27-28).

Todo aquel que permanece en la ley de propagación se reproducirá, pero esto no significa que todo lo que produzcan será aceptable. Lot y sus hijas son un ejemplo de esto. Ellos acataron la ley de propagación y produjeron dos hijos: Moab y Amón (19:30-38). Sin embargo, a los moabitas y amonitas no se les permitió entrar en la congregación santa de Jehová durante diez generaciones (Dt. 23:3). Esto muestra que no podemos cumplir únicamente con la ley de propagación y desatender los principios de la vida. Si bien Lot y sus hijas actuaron conforme a la ley de propagación, ellos infringieron la ley moral. La manera como ellos se propagaron no cuidó de los principios de la vida y la ética humana. Esto fue completamente erróneo.

Les digo esto como una advertencia. Ustedes no deben enfocarse únicamente en la propagación e incremento descuidando la ley de la vida. Nosotros hemos guiado a muchas personas a la salvación, pero ¿pertenecen ellas a la congregación santa o a los moabitas y amonitas? Cuando ustedes salen a laborar en los recintos universitarios y predicar el evangelio, no deben considerar solamente la ley de propagación e ignorar el procedimiento apropiado. Desde mi perspectiva, la obra que realizamos en los recintos universitarios tiende, en cierto modo, a la manera del mundo. ¿Cuál es el procedimiento apropiado para la propagación? El procedimiento apropiado es el siguiente: primero, debemos esforzarnos por predicar el evangelio, y segundo, debemos usar los grupos pequeños. Si ustedes siguen estos dos pasos y se abstienen de tomar el camino del mundo, entonces tendrán la propagación y el aumento.

No debemos criticar a otros; más bien, debemos tener un control estricto sobre nosotros mismos. No debemos cumplir la ley de propagación mientras que violamos el principio de la vida; es posible llevar a cabo la ley de propagación al buscar el aumento, y al mismo tiempo violemos la vida espiritual. Si hacemos esto, los resultados que obtengamos serán semejantes a los que obtuvo Lot. Es posible que engendremos hijos, pero ellos no podrán entrar en la congregación santa y serán condenados. En el pasado, ha habido muchos evangelistas que salvaron a miles de personas, pero en principio muchos de esos creyentes que ellos produjeron fueron probablemente varios “Moab” y “Amón”, a quienes no se les permitió entrar en la santa congregación de Jehová. Hoy tenemos que implementar la ley de propagación ordenada por Dios, pero también tenemos que cuidar el principio de la vida espiritual. Por tanto, tenemos que ser personas ortodoxas, y la manera que tomamos debe ser apropiada. La manera apropiada consiste en laborar y edificar los grupos pequeños; esto es diferente del camino que toma la cristiandad.

Muchas denominaciones y grupos cristianos cumplen con la ley de propagación, pero lo hacen valiéndose de diversos métodos humanos. Por ejemplo, recurren a actividades sociales para atraer a la gente y ganarlos; incluso algunos grupos utilizan música rock. Recurrir a tales métodos es infringir los principios de la vida espiritual. Debido a que ellos violan estos principios, muy pocos de los que conducen a la salvación se encuentran en la congregación santa. Por supuesto que hay entre ellos algunas “Rut”, las cuales reciben una misericordia especial del Señor para buscarlo y escoger a Cristo. Tales personas se han vuelto a Dios y han entrado en la congregación santa. Mi intención al tener comunión con ustedes acerca de esto, no es criticar a las personas; sino más bien espero que ustedes entiendan que si bien algunas denominaciones y grupos cristianos conducen a muchas personas a la salvación, esto no quiere decir que su principio de vida sea correcto, o que sea aprobado por Dios.

Hace treinta años tuvimos un rápido incremento numérico. En un lapso de cinco o seis años tuvimos un aumento del cien por ciento. En el mundo entero solamente unos cuantos grupos han tenido tal índice de aumento. Esto fue hace treinta años. Sin embargo, en los últimos quince años, muchos grupos nos han sobrepasado en términos de propagación y tasa de incremento, pero esto no quiere decir que ellos no tengan ningún problema. Cuando una persona compite en una carrera e infringe cualquier regla de competencia, tal persona quedará descalificada. Sin embargo, con respecto a la propagación y el aumento, no sólo involucra el ser descalificado, sino que además se han engredado hijos. Lot cometió un error, pero si no hubiera engendrado ningún hijo, solamente habría quedado “descalificado”. Sin embargo, puesto que engendró a Moab y Amón, él además causó perjuicios al pueblo de Israel. Hoy en día hay muchos individuos y grupos que únicamente se interesan por alcanzar su objetivo, mas no les preocupan los medios ni los principios de la vida. Nosotros no podemos ser así.

Hoy tenemos que cuidar de la meta y de los medios. Nuestra meta es la propagación, y el medio que usamos es la vida divina. Tengo la certeza de que si cuidamos de nuestros medios para llevar a cabo la ley de propagación, definitivamente tendremos un aumento. Hace treinta años estuvimos atentos a estos dos aspectos, y como resultado se produjeron buenos resultados. Treinta años después seguimos a favor de la ley de la vida; es decir, no amamos el mundo, no nos involucramos con el pecado, partimos el pan y oramos con devoción y de manera oportuna. Sin embargo, con respecto a la obra, no hemos llevado a cabo la ley de propagación. No hemos laborado ni tampoco hemos levantado los grupos pequeños; simplemente “nos hemos resignado a la voluntad del cielo” y “hemos dejado que la naturaleza siga su propio curso”. Como resultado, la propagación se ha detenido. Por tanto, ahora no sólo debemos atender a los principios de la vida, sino que también tenemos que cumplir la ley de propagación. No podemos producir hijos infringiendo la ley de la vida y cometiendo “incesto espiritual”. Sí, es bueno y necesario tener hijos; sin embargo, no debemos tenerlos valiéndonos de cualquier método que escojamos sin tomar en cuenta el principio de la vida.

No es posible escuchar en la cristiandad las verdades que tenemos entre nosotros. Esto se debe a que ellos no han recibido esta luz y carecen de esta revelación. Esto muestra cuán misericordioso ha sido el Señor con nosotros y cuán benditos somos. Puesto que éste es el caso, debemos aprovechar toda oportunidad que se nos presente a fin de ser aquellos que son firmes y puros por causa del testimonio del recobro del Señor. El camino del recobro del Señor es de mucho alcance, y su futuro es muy amplio. Pese a que estamos limitados por el principio de la vida, tengo la certeza de que al ceñirnos a tal principio, el recobro del Señor se difundirá y propagará a todos los continentes de la tierra. Esto preparará el camino que el Señor necesita para obtener a Su novia, y así Él tendrá la manera de regresar.

Aunque millares de personas han sido salvas, pocas han entrado en la congregación santa, esta es la situación que impera en el cristianismo actual. ¿Cómo podría regresar el Señor? Aun cuando la propagación es una bendición y el incremento numérico es necesario, todavía debemos preguntarnos: “¿De qué manera están naciendo los hijos de Dios? ¿Quién los engendró? ¿Nacieron de Lot y sus hijas, o nacieron de Abraham y Sara?”. Ustedes deben tomar estas palabras como una seria advertencia. Al cumplir con la ley de propagación, tenemos que someternos al principio de la vida. Por esto, debemos tener el debido conocimiento de la vida así como también la experiencia y el crecimiento genuinos en la vida divina. De esta manera podremos evitar caer en el error que cometió Lot y ser salvos de producir descendientes en una manera impropia.