Información del libro

Mensajes de vida, tomo 2 (#42-75)por Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-6927-5
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 45 de 34 Sección 1 de 2

CAPÍTULO CUARENTA Y CINCO

UNA PERSONA VIVA, NO UN SUSTITUTO

Lectura bíblica: Jn. 1:1, 4, 14; 6:63; 14:23; 15:7; 2 Co. 3:17-18

Cristo es la Cabeza, y la iglesia es Su Cuerpo. Ambos son una sola persona. La Biblia nos revela a esta persona desde la primera página hasta la última. La cabeza y el cuerpo no son dos entidades separadas. Cuando el Señor dijo: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos” (Jn. 15:5), estaba diciendo que Él y nosotros somos una sola entidad viviente. El tronco y los pámpanos se incluyen mutuamente. El significado de esta unidad entre la vid y los pámpanos es el enfoque de toda la revelación divina contenida en la Biblia.

LA LECCIÓN QUE NOS DA LA HISTORIA

La historia humana se extiende ya por seis mil años, lo cual no es un tiempo breve. Toda la historia testifica de una sola cosa: de la necesidad de Cristo. Por ejemplo, ¿por qué fue inventada la religión? Porque el hombre no tenía a Cristo; estaba carente de Dios.

Génesis 4 nos deja esto bastante claro. Cuando Caín fue echado de la presencia de Dios y, por ende, perdió a Dios, él y sus descendientes empezaron a inventar cosas (vs. 16, 20-22). Por ejemplo, Jubal fue “padre de todos los que tocan lira y flauta”. La invención de la música incluye el entretenimiento, como bailar, cantar y jugar deportes. ¿Por qué las personas son tan atraídas a los clubes nocturnos, los conciertos y otros entretenimientos semejantes? Porque carecen de Cristo.

Para nosotros, Dios es nuestro entretenimiento. Él es nuestro gozo y también nuestro disfrute. El Señor es nuestra canción. Moisés dijo: “Jah es mi fortaleza y mi cántico” (Éx. 15:2).

Otra invención que surgió cuando el hombre perdió a Dios fue la cría de ganado (Gn. 4:20). Jabal era nómada, pues leemos que habitaba en tiendas. Debido a que la tierra no le daba más su fuerza, él se vio obligado a ser un nómada y a cuidar ganado para ganarse la vida.

Otra invención para compensar la pérdida de Dios fue la elaboración de armas (v. 22). Las armas modernas podrán ser más sofisticadas, pero éstas tuvieron inicio inmediatamente después que “salió Caín de la presencia de Jehová” (v. 16).

En Génesis 11 se produjo otra invención: la religión. En Babel se introdujo la adoración a ídolos. Todos los ídolos son un sustituto de Dios. Si usted tiene a Dios, no tiene necesidad de ídolos. Dios quiere que el hombre lo tenga únicamente a Él, a Aquel que es viviente.

Otro sustituto de Dios es la ética. Incluso mil años antes que Cristo naciera, los chinos ya tenían las enseñanzas éticas de Confucio. La ética podrá ser algo deseable según la opinión de la sociedad, pero tales enseñanzas son sencillamente una invención más para suplir la escasez de la humanidad.

Las vasijas de la humanidad están vacías porque han perdido a Dios. Todas estas invenciones son meros esfuerzos por llenar ese vacío.

¿Es usted una vasija vacía? Yo ya no estoy vacío porque estoy lleno de Cristo. No necesito de la religión, pues tengo a Aquel que es viviente. No tengo necesidad de la ética; tengo al Cristo vivo.

MÁS ELEVADO QUE LA ÉTICA

No estamos queriendo decir que no seamos éticos. Si cuando compramos algo nos devuelven más dinero de lo debido, devolvemos el dinero extra. Asimismo, cuando visitamos a alguien, no entramos a la casa sin ser invitados; de lo contrario, nos portaremos como intrusos. Este tipo de comportamiento es más elevado que la ética. El Señor dijo que nuestra justicia debía superar la de los escribas y fariseos, o de lo contrario seremos descalificados para entrar en el reino de los cielos (Mt. 5:20). Lo que nosotros tenemos es más elevado que la ética; tenemos a una persona. Llevar una vida ética no es más que una actuación. Nuestra estabilidad, honestidad y fidelidad no son parte de un código de ética, sino que son Cristo mismo.

UN TINTERO QUE CAUSABA INTRANQUILIDAD

Esto no significa que por naturaleza yo sea una buena persona. Cuando era adolescente, trabajaba para una compañía grande. Un día hubo un incendio en el lugar, y todo se hallaba en un estado de confusión. Había un tintero sobre el escritorio del jefe que atrajo mi atención. En medio de toda la confusión que había por tratar de sacar las cosas, yo tomé ese tintero y me lo metí al bolsillo.

Después que fui salvo y empecé a buscar del Señor, ¡empezaron los problemas! Yo le decía al Señor Jesús que lo amaba, pero Él parecía decirme: “¿Y qué del tintero?”. Cuando cerraba mis ojos para orar, pensaba en ese tintero. Cuando trataba de leer la Biblia, nuevamente pensaba en el tintero. Cuando me iba a acostar por la noche y trataba de dormir, ¡volvía a pensar en el tintero! Me dije a mí mismo que debía resolver ese asunto del tintero. Lo busqué por todas partes, pero no pude encontrarlo en ningún lugar. Después de mucha oración, supe qué hacer. En mi interior sentí que lo que podía hacer era llevarle al gerente el dinero para pagar por el tintero. Me sentí contento con ello. Averigüé cuánto costaba y le llevé el dinero al gerente.

Cuando iba en camino, decidí parar a comprar un calendario que tenía unas fotos muy hermosas. (Era la época del nuevo año). Después de eso fui a ver al gerente. Él dijo: “¡Caramba, cuánto tiempo hace que no nos vemos! ¿Qué te trae por aquí?”. Él siempre me había considerado un joven muy educado. Me puse rojo. El Señor me había dicho que no debía usar palabras refinadas, sino confesar directamente mi falta. Le respondí: “Vine porque le robé algo a usted”. Después que le conté la historia, añadí: “Aquí está el dinero del tintero. Siento no poder devolverle el tintero, pero creo que este dinero será más que suficiente para cubrir el costo”. Él entonces dijo: “¡No, no, no! Un tintero es algo muy insignificante. No quiero que me dé su dinero”. Le rogué que lo recibiera, y le dije que no iba a estar tranquilo si se negaba. Entonces él observó el calendario y me preguntó: “¿Qué es eso?”. No quería hablar sobre el calendario, pero le dije lo que era. Entonces dijo: “No quiero su dinero, pero sí me gusta ese calendario. Se lo recibo en lugar del dinero”. No me gustó su propuesta porque en realidad quería mi calendario, pero el Señor me dijo que debía hacer lo que me pedía. Así que accedí, le agradecí y me fui.

A decir verdad, no me sentía contento. Aunque el problema del tintero había sido resuelto, me había quedado sin mi hermoso calendario. Pero en el camino a casa me encontré con alguien que conocía. Después de saludarme, me preguntó: “¿Te gustaría tener este calendario?”. Era otro calendario. Me sentí tan contento que quise saltar.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top