Living Stream Ministry

La condición necesaria para poder profetizar:
cada mañana ser avivados
para vivir siempre en el espíritu

Por último, quisiera hablarles en cuanto a la condición necesaria para poder profetizar. Primeramente, tenemos que ser personas avivadas. Tener un avivamiento una sola vez no es suficiente; cada mañana necesitamos experimentar un avivamiento. Esto es como el sol que se levanta una vez cada veinticuatro horas. Una vez que el sol se levanta, tenemos la mañana, y debemos levantarnos con el sol. Proverbios dice: “Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, / cuyo resplandor va en aumento hasta llegar a pleno día” (4:18). El libro de Jueces también dice: “Los que aman a Jehová sean como el sol / cuando se levanta en toda su fuerza” (5:31). Esto indica que cada día debemos experimentar un amanecer. El Señor también nos dice en Lamentaciones que Sus misericordias son nuevas cada mañana (3:22-23). Por lo tanto, entre el Señor y nosotros, cada mañana debe haber un nuevo comienzo y un nuevo avivamiento. Cuando somos avivados en la mañana, podemos llevar una vida victoriosa durante el día. Si somos avivados diariamente y vencemos cada día, podremos profetizar por el Señor.

En segundo lugar, necesitamos vivir siempre en el espíritu y tener comunión con el Señor, ser llenos y saturados de la palabra del Señor, a fin de ser personas que están llenas de la palabra del Señor. Además, nuestro espíritu debe estar siempre preparado para recibir inspiración y revelación en cualquier momento. Además, debemos tener un discernimiento apropiado; no debemos vivir en tinieblas ni estar ciegos ni seguir a otros indiscriminadamente. Debemos discernir todas las situaciones y todas las personas, acontecimientos y cosas que nos rodean. Si usted es una persona que discierne y es iluminada, adondequiera que vaya y en cualquier reunión en que esté, podrá profetizar.

TRES ASUNTOS CRUCIALES EN
EL AVANZADO RECOBRO DEL SEÑOR HOY EN DÍA

Visitar a las personas para predicarles
el evangelio

En cuanto a nuestra vieja manera de predicar el evangelio, no podemos decir que estuviera mal o equivocada. Sin embargo, no es lo suficientemente buena. Por ejemplo, cuando viajamos hoy, ¿nos movilizamos en un auto o en una carreta tirada por una mula? Aunque no tiene nada de malo montarnos en una carreta tirada por una mula, y aunque con tal de que viajemos no importa qué medio usemos, ese medio de transporte es muy limitado. Nadie escogería viajar hoy en una carreta tirada por una mula antes que un automóvil. En los pasados cuatro años, he hablado acerca de predicar el evangelio puerta a puerta visitando a las personas en sus casas. Algunos piensan que, aunque podemos predicar el evangelio tocando a las puertas, también podemos predicar el evangelio por otros medios. Yo nunca he dicho que si no tocamos a las puertas no podemos predicar el evangelio. Eso sería como decir que si no nos transportamos en auto, no podemos viajar. Sin embargo, hay una gran diferencia entre viajar en auto y viajar a pie.

¿Qué método es más eficaz, la pasada manera de predicar el evangelio, o la manera actual de visitar a las personas de casa en casa tocando a sus puertas? Según nuestras estadísticas, cuando predicamos el evangelio tocando a las puertas, fácilmente podemos lograr que una persona sea salva y bautizada por cada veinte puertas que toquemos. No necesitamos salir a tocar puertas cada día. Mientras bauticemos a una persona al mes, eso será suficiente. No necesitamos tocar demasiadas puertas. Cada uno de ustedes puede hacer esto. Hoy en día, la gente habla mucho acerca de criar hijos y de métodos anticonceptivos; con respecto a la predicación del evangelio, debemos prestar atención a estos asuntos.

Nutrir a otros en las reuniones de hogar

Después de bautizar a alguien, debemos ir a nutrirlo al día siguiente. Después debemos seguir visitándolo cada dos o tres días. Al menos debemos visitarlo cuatro veces al mes. Lo más importante que debe hacer una madre después que su bebé nace es alimentarlo. Si el bebé no recibe leche por tres o cinco días, morirá de hambre. Ése fue el problema que tuvimos en el pasado. El resultado fue que no muchos permanecieron. Por lo tanto, debemos brindarles el cuidado necesario a los recién bautizados.

Una madre no sólo debe alimentar con leche a su bebé recién nacido, sino que también necesita brindarle un cuidado tierno. Cuando el bebé no se siente cómodo y está llorando, ella tiene que mecerlo en sus brazos para que se sienta cómodo. Esto es cuidar con ternura. Cuando una persona nueva es salva, lo que requiere después es ser cuidada. Además, debemos cuidar de los nuevos creyentes en sus hogares en vez de pedirles que vengan a la reunión. Ésta es la reunión de casa. Por supuesto, los nuevos no pueden quedarse para siempre en sus hogares. Después de cierto tiempo, ellos necesitarán ser conducidos a las reuniones de grupo y a las reuniones de la iglesia.