Era del nuevo hombre, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-8421-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Nuestras distintas maneras de vivir producen distintas ordenanzas que resultan en barreras que se interponen entre las personas. Los judíos, debido a su manera de vivir, no se pueden asociar con los gentiles. Por causa de las diferencias que existen en su manera de vivir, aun las personas en un condado no se pueden asociar con personas de otro condado. En la provincia de Shandong, hay tres condados: el condado Teng, el condado Lai y el condado Ching. Las personas del condado Teng no se quieren casar con alguien del condado Ching, y se rehúsan a comer panqueques puesto que la gente del condado Ching los comen. Las personas del condado Teng comen panes grandes cocidos al vapor, pero se niegan a tocar un pequeño panqueque. La gente se niega a asociarse unas con otras incluso respecto a algo tan insignificante como comer.
También es muy difícil que las personas del norte de la China se casen con personas del sur de China. Los hombres del norte de la China consideran a las sureñas como salvajes y no quieren tomarlas por esposas; las mujeres del sur de China consideran que los norteños son presumidos y no se quieren casar con ellos. Los norteños desprecian a los sureños considerándolos incivilizados. Los norteños siempre usan calcetines cuando utilizan zapatos; pero los sureños usan zapatos sin calcetines y, por ende, los norteños los consideran como incivilizados. Si un joven del norte se casa con una joven del sur, sus padres le reprenderán por ser rebelde y no seguir la piedad filial. Por lo tanto, no sólo es difícil que los chinos se casen con extranjeros, sino que también el matrimonio entre los norteños y los sureños es extremadamente difícil. Con base en esto podemos ver las barreras que se han creado en las comunidades humanas debido a las distintas maneras de vivir.
Las personas en Taiwán no entienden las diferencias que existen entre los chinos del norte y del sur respecto a su manera de vivir, debido a que Taiwán es como un crisol cultural que mezcla personas de distintos lugares de China. Muchos estudiantes de Taiwán que estudian en los Estados Unidos se han casado con personas caucásicas o de otros grupos étnicos. Esto constituye una gran mezcla. En los Estados Unidos las personas de distintas razas están todas mezcladas. En la cruz el Señor Jesús abolió las ordenanzas que existían entre los pueblos, dando muerte a la enemistad y creando el nuevo hombre. Dios también dispone del entorno para que las personas se mezclen conjuntamente. Tales ambientes tienen como finalidad la manifestación práctica del nuevo hombre.
Además de las ordenanzas creadas por las distintas maneras de vivir, también hay ordenanzas religiosas. Por ejemplo, algunos cristianos favorecen bautizar personas por inmersión, pero otros insisten en bautizar personas por aspersión. Esto ha llegado a ser una ordenanza que separa a los cristianos. También, la forma en que los cristianos practican la mesa del Señor puede llegar a ser una ordenanza que divide a los creyentes. Tenemos que ver que en la cruz el Señor abolió todas las ordenanzas, incluso las ordenanzas propias del vivir humano, la cultura y la religión (Ef. 2:15). El deseo del Señor no sólo consiste en que seamos librados del pecado, el diablo, el viejo hombre y el mundo, sino también en que seamos librados de las ordenanzas. Ser librados de las ordenanzas no significa que las distinciones de posición y edad quedan abolidas. Si hiciéramos esto, habría confusión y desorden.
El Señor nos ha librado del pecado, del diablo, del viejo hombre y del mundo. A la postre Él nos librará de las ordenanzas con el propósito de que seamos manifestados como un solo y nuevo hombre. Por ende, Efesios 2:15 dice: “Aboliendo en Su carne la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en Sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre”.
Necesitamos luz al leer la Biblia. El deseo que Dios tiene de obtener un solo y nuevo hombre fue revelado cuando creó a Adán. Cuando Dios creó al hombre, no creó muchas personas. Dios creó un solo hombre, Adán (Gn. 2:7), pero Adán era un hombre corporativo. La Biblia dice que Dios creó al hombre a Su imagen y conforme a Su semejanza (1:26). Esto significa que el hombre es una fotografía de Dios a fin de reflejar a Dios. Dios colocó a este hombre en una posición alta. Dios no creó miles de hombres que le reflejaran; Él creó un solo hombre para que fuese Su reflejo. Sin embargo, el hombre fue arruinado por Satanás. Por ende, se vio frustrado el propósito que Dios tenía de que el hombre fuese Su reflejo. Puesto que el primer hombre, Adán, fue dañado, el Señor Jesús vino a la tierra para ser el segundo hombre (1 Co. 15:47) a fin de lograr el propósito original que Dios tuvo al crear al hombre. Cuando el Señor Jesús estaba en la tierra, Él era la imagen, el reflejo, de Dios (Col. 1:15).
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