CAPÍTULO UNO

EL PROPÓSITO ETERNO DE DIOS
CON RESPECTO A LA IGLESIA

Lectura bíblica: Ef. 3:9-11; 1:4-11; 3:19; Col. 2:9; Ef. 1:19; Col. 1:29; 1 Co. 1:24

En estos mensajes nuestra carga consiste en considerar la iglesia en seis aspectos. En primer lugar, debemos ver la iglesia en la eternidad pasada en términos del propósito y plan de Dios. En segundo lugar, necesitamos ver la iglesia en los tipos, sombras y figuras del Antiguo Testamento. Aunque pareciera que no hay mención de la iglesia en el Antiguo Testamento, en realidad hay muchas referencias a la iglesia en el Antiguo Testamento mediante tipos y figuras. Varias mujeres positivas vistas en el Antiguo Testamento son tipos de la iglesia. Eva es el primer tipo de la iglesia (Gn. 2:22; 3:20). Después de Eva vienen Sara y Rebeca (17:15-16, 19; 24:15, 64-67). Finalmente, venimos a la Sulamita en El Cantar de los Cantares (6:13). En Eva podemos ver solamente el origen de la iglesia, pero la Sulamita como complemento de Salomón tipifica la iglesia de manera plena. Además, las edificaciones positivas halladas en el Antiguo Testamento son tipos de la iglesia, incluyendo el arca de Noé, el tabernáculo, el templo y Jerusalén, la ciudad santa. A fin de estudiar la iglesia, debemos estudiar las historias de todas estas mujeres y de todas estas edificaciones. De manera corporativa, podríamos llamarlas la novia y la casa, y podríamos llamar estos dos aspectos de la iglesia el aspecto nupcial y el aspecto del edificio. La iglesia es el “edificio-novia”. Debemos leer y estudiar las historias de todas esas mujeres positivas a fin de ver el aspecto nupcial de la iglesia, y debemos estudiar las historias de todas aquellas edificaciones maravillosas para conocer el aspecto del edificio propio de la iglesia. A la postre, al final de todas las Escrituras como máxima consumación y conclusión, hay una ciudad con dos aspectos, el aspecto nupcial y el aspecto del edificio. La ciudad santa, la Nueva Jerusalén, es la novia y también es el tabernáculo (Ap. 21:9-10, 3).

También debemos ver el progreso de la iglesia, a saber: qué ocurrió con la iglesia y qué ha experimentado la iglesia desde el día de Pentecostés, y también debemos ver el recobro de la iglesia desde el tiempo de la Reforma hasta el siglo actual. Necesitamos también considerar el testimonio de la iglesia y la iglesia en el futuro. En total, éstos son seis aspectos principales de la iglesia: en la eternidad pasada según el plan de Dios y Su propósito, en los tipos antiguotestamentarios, en su progreso, en su recobro, en su testimonio actual y en la eternidad futura.

LA ECONOMÍA DEL MISTERIO ESCONDIDO EN DIOS

Casi todos los asuntos que se revelan con respecto al plan eterno de Dios para la iglesia se encuentran en dos libros: Efesios y Colosenses. Efesios contiene la revelación del Cuerpo, mientras que Colosenses presenta la revelación en cuanto a la Cabeza. Si juntamos estos dos, tenemos el hombre universal, la Cabeza con el Cuerpo. A fin de conocer el Cuerpo, necesitamos conocer la Cabeza, y a fin de conocer la Cabeza, tenemos que conocer el Cuerpo. Por lo tanto, si hemos de conocer Efesios, necesitamos conocer Colosenses, y si hemos de conocer Colosenses, tenemos que conocer Efesios. A fin de conocer el plan eterno de Dios con respecto a la iglesia, tenemos que venir al libro que trata acerca del Cuerpo, Efesios, con la ayuda del libro que trata acerca de la Cabeza, Colosenses.

Efesios 3:9-11 dice: “De alumbrar a todos para que vean cuál es la economía del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas; a fin de que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y autoridades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor”. Les pediría a los hermanos y hermanas jóvenes que se memoricen estos tres versículos, de ser posible. La frase de alumbrar, hallada en el versículo 9, significa “sacar a luz”. La palabra griega traducida “todos” es una palabra todo-inclusiva, que incluye los hombres, los ángeles, el cielo, la tierra y los muchos elementos de la creación.

El versículo 9 también habla acerca de la economía del misterio. Economía y misterio son dos grandes palabras en la Biblia. Un diccionario completo da el origen de la palabra economía, mostrando que economía proviene de la palabra griega oikonomía. Esta economía estaba escondida en Dios. Antes de la creación sólo existía Dios mismo. En ese tiempo sólo Dios mismo conocía el misterio. Entonces, desde el tiempo de la creación, Dios nunca le dijo a nadie acerca de Su misterio. A lo largo de las edades este misterio sólo lo conocía Dios mismo; era algo escondido en Dios como un misterio que ninguna de las criaturas conocía, incluyendo los ángeles.