Revelación y visión de Dios, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-8827-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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En éste y en el capítulo siguiente siento la carga de hablarles respecto a otra verdad básica: los logros de Cristo. Desde la perspectiva del hombre, la humanidad tiene cerca de seis mil años de historia. Desde la perspectiva de Dios, Dios ha existido desde la eternidad pasada. ¿Cuáles son las cosas logradas por Cristo en el tiempo? Esto es algo que debemos ver.
Según lo que consta en el Antiguo y el Nuevo Testamento, Dios hizo un plan y estableció Su economía en la eternidad pasada, pero después Él no hizo nada. Fue decidido que todas las cosas que Dios quería cumplir en Su economía fueran realizadas por el Hijo. El Hijo vino como Cristo para recibir tal comisión. La palabra griega traducida “Cristo” es Cristós, que es la traducción griega de la palabra hebrea Mesías. Cristo era el Mesías de Dios, el ungido de Dios, Aquel que Dios designó para llevar a cabo Su comisión. El Señor Jesús no fue designado después de nacer como hombre; más bien, Él ya había sido designado en la eternidad pasada. En la eternidad pasada el Dios Triuno decidió que el Señor Jesús viniera para que lo llevara a cabo todo. Él era Aquel que cumpliría con la misión de la economía de Dios.
Debemos ver que en el universo hay “eternidad” y “tiempo”. La eternidad es sin principio y sin fin, mientras que el tiempo tiene un principio y un fin. ¿Cuándo fue el comienzo del tiempo? Comenzó desde la obra de creación de parte de Dios. Cuando Cristo creó el universo y cuando las cosas creadas comenzaron a existir, ése fue el comienzo del tiempo. Juan 1:3 dice: “Todas las cosas por medio de Él llegaron a existir, y sin Él nada de cuanto existe ha llegado a la existencia”. Llegaron a existir quiere decir “llegaron a la existencia”. En realidad, el Señor Jesús no creó las cosas a partir de lo existente; antes bien, Él ordenó que algo viniera a existir a partir de la nada, llamando las cosas que no son, como si fuesen. Cuando Él dijo: “Haya”, entonces todas las cosas fueron, llegaron a existir, de inmediato. Al principio, los cielos no estaban allí, pero Él dijo: “¡Haya cielos!”, y los cielos vinieron a existir de la nada. De la misma manera la tierra también vino a existir. Todas las cosas fueron generadas de esta manera a partir de la nada. Cuando los cielos y la tierra vinieron a existir, el tiempo comenzó.
Cristo, Aquel a quien Dios designó, asumió la responsabilidad de llevar a cabo la comisión de Dios. Lo primero que Él consiguió fue la creación de todas las cosas. Luego, después del comienzo del tiempo, Él prosiguió y obtuvo más y mayores logros. Todos los que servimos al Señor debemos ver esto. El propósito que Él tenía al crear todas las cosas era generar el universo y formarlo. En el chino, universo implica tiempo y espacio. La expresión hebrea traducida “universo” se refiere a la totalidad de todas las eras en sucesión. Hebreos 1:2b dice: “Por quien asimismo hizo el universo”. Los que leen la Biblia con frecuencia encuentran expresiones que no son tan fáciles de entender. Creo que muy pocos lectores de la Biblia entienden el significado de la palabra universo; por tanto, le añadí una nota a este versículo. La definición incluida en esta nota se basa en la definición de Vincent. Consideré que su definición era la mejor, después de haber estudiado esta palabra por largo tiempo, así que la extraje y la incluí en una nota de la Versión Recobro del Nuevo Testamento. La nota dice: “Lit., los siglos. Los siglos es una expresión judía que significa “el universo”. En este caso no se refiere al tiempo, sino a la creación (el universo) desarrollada en el tiempo a través de los siglos sucesivos”. Así pues, vemos que el universo se compone de siglos, los siglos sucesivos que ocurren en el tiempo.
La mayoría de los cristianos saben que Cristo creó los cielos, la tierra y todas las cosas. Pero muy pocos saben que después de crearlo todo, Él aún continúa formando los siglos, siglo tras siglo. Así pues, el universo no solamente se refiere a los cielos y la tierra, sino también a todos los siglos acontecidos en los cielos y la tierra. Por ejemplo, después de la creación de los cielos y la tierra, Adán fue creado; por ende, vino el siglo de Adán, que incluye todas sus diversas historias. Cuando el siglo de Adán terminó, comenzó el siglo de Noé junto con toda su historia. Después del siglo de Noé, aconteció el siglo de Abraham junto con todas sus historias. Cuando la era de Abraham terminó, vino la era de Moisés, en cuyos tiempos la ley fue decretada. Cuando la era de Moisés terminó, vino la era de David. Entonces, después de todos los siglos del Antiguo Testamento, vino el siglo de Jesucristo, la era del Nuevo Testamento. Estos siglos no acontecieron debido al desarrollo o la evolución; al contrario, fueron fundados, instituidos, por el Señor Jesús.
El Señor Jesús no solamente creó los cielos, la tierra y todas las cosas. Después de crear los cielos y la tierra, Él instituyó los siglos, un siglo tras otro. Si sólo existieran los cielos, la tierra y todas las cosas, sin la sucesión de los siglos, entonces no habrían acontecido ningunas de las historias, y no habría universo. Por tanto, el universo no solamente incluye el tiempo y el espacio, sino también todos los hechos históricos que ocurren en el tiempo y el espacio. Esto se asemeja a las escenas de una película. En cada escena los personajes no permanecen estáticos, sino que están actuando lo que se relata en el guion. Cada escena equivale a un siglo. El Señor Jesús no solamente creó nuestros roles, sino que también estableció el contenido de cada escena; de este modo, el universo vino a existir. Esto constituye la historia completa del linaje humano.
El universo es una obra con muchas escenas, y el Señor Jesús no solamente es el Director, sino también el Productor. El propósito que Él tenía al formar el universo era proveerle a Dios la oportunidad de obtener lo que Él anhelaba. La gente no entiende por qué hoy estalla una gran guerra, ni por qué mañana brota una lucha menor. Muchas cosas han acontecido en un siglo y en otro, pero la gente del mundo no entiende los misterios ocultos en todos estos acontecimientos. Sin embargo, estas cosas que han ocurrido de manera sucesiva le han dado a Dios la oportunidad de ganarnos a nosotros, uno por uno. De no ser por los cambios de escenas que existen en el mundo, ninguno de nosotros sería un cristiano hoy. Entre los santos que están sentados aquí, algunos provienen de otros países y otros tienen un color de piel diferente. No obstante, podemos usar el chino o el inglés tanto al cantar como al orar, sin necesidad de mucha traducción. ¿Quién puede congregarnos y mezclarnos de esta manera? Sólo el Señor puede hacerlo.
El Señor en Su soberanía propició el entorno en que debíamos ser salvos. Es posible que algunos no hubieran sido salvos si no hubiesen nacido en Taiwán; otros quizás no serían salvos si no hubiesen ido a los Estados Unidos. Conocí a algunos estudiantes chinos en los Estados Unidos que me dijeron que cuando ellos estaban en Taiwán, no les interesaba el evangelio ni les gustaba oír de Jesús. Aun así, cuando se fueron a los Estados Unidos, sólo querían a Jesús. El Señor no pudo cautivarlos en Taiwán, pero Él los cautivó en los Estados Unidos. Todas estas cosas ocurren en el universo. El universo crea la oportunidad para que Dios obtenga lo que quiere.
Yo aprecio mucho el entrenamiento aquí en Taiwán, en el cual el Este y el Oeste se han compenetrado y han llegado a ser una sola familia. Hace cuarenta años en China, para viajar de mi pueblo natal, Chifú, a Shanghái sólo se podía ir por barco, y esto tomaba cuarenta y ocho horas. Hoy en día sólo toma doce horas volar desde Anaheim, en los Estados Unidos, a Taiwán. Hace dieciocho horas hice una llamada telefónica desde Taiwán a Anaheim y les dije a los santos que venían a Taiwán que yo necesitaba algunas cosas; ahora ellos ya me las trajeron. Esto es muy conveniente. Esta mañana la estación del ministerio anunció que, mientras yo liberaba un mensaje aquí, había treinta y seis sitios en los Estados Unidos que podían oírlo en inglés y veintiséis sitios que podían oírlo en chino simultáneamente. Espero que un día podamos transmitir algo vía satélite. Entonces los mensajes que liberamos aquí se oirán simultáneamente en Japón, Indonesia y otros sitios. Ésta es la manera que adoptaremos para que los mensajes liberados aquí puedan oírse al mismo tiempo por toda la tierra. Todas estas cosas pertenecen al ámbito del “universo” logrado por Cristo.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.