Información del libro

Núcleo de la Biblia, Elpor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-4442-5
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 17 de 20 Sección 4 de 5

LA NECESIDAD DE CAMBIAR

Pese a que la situación actual es tan lamentable, por la misericordia del Señor hemos sido recobrados. A nosotros no nos importan las ordenanzas. Lo único que nos importa es el nuevo hombre. Hermanos, ¿conservan ustedes todavía algunas ordenanzas en su localidad? Tal vez digan que han aprendido acerca de cómo se hacen las cosas en Anaheim. Pero después de unos meses, es posible que Anaheim haga las cosas de otra manera. Me han condenado porque constantemente cambio. Hace veinticinco años, tenía cuarenta y siete años de edad; hoy tengo setenta y dos años. Sin duda alguna, he cambiado en los pasados veinticinco años. He cambiado porque he estado creciendo. Sin embargo, una imagen de piedra como las imágenes de María que uno ve en frente de las catedrales católicas, nunca cambiará. Durante los veinte años que estuve con el hermano Nee, él tuvo cuatro grandes cambios. De ser necesario, yo podría demostrarles que él cambió, apoyándome en sus escritos. Él me dijo que cambiar era necesario. Así que, con el paso de los años, esperamos efectuar más cambios. Hace once años, no teníamos la práctica de orar-leer. Esto lo empezamos a practicar en Los Ángeles desde 1967. Quizás en el futuro extraigamos más cosas de la mina profunda de la Palabra de Dios. Entonces tendremos que hacer otro cambio. Si cambiamos, probablemente los que nos critican nos condenen. ¡Aleluya, estamos cambiando! Y no esperamos dejar de cambiar hasta que lleguemos a la eternidad. Mientras tanto, estamos creciendo y cambiando continuamente. ¡Alabado sea el Señor, somos el nuevo hombre! Puesto que somos el nuevo hombre, no necesitamos ordenanzas. Más bien, tenemos a Cristo como nuestra vida y nuestra persona.

EL ESPÍRITU HUMANO EN EFESIOS

El espíritu humano se menciona en cada uno de los seis capítulos de Efesios. Efesios 1:17 dice: “Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el pleno conocimiento de Él”. El espíritu aquí no es el Espíritu Santo, sino nuestro espíritu humano en el cual mora el Espíritu Santo.

Efesios 2:22 dice: “En quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el espíritu”. Este versículo también habla de nuestro espíritu humano, no del Espíritu Santo; dicho espíritu es la morada de Dios. La morada de Dios se halla en nuestro espíritu. El Espíritu Santo de Dios es el morador, no la morada.

Efesios 3:5 dice: “Misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a Sus santos apóstoles y profetas en el espíritu”. El misterio de Dios es revelado a nuestro espíritu. Si queremos ver o tocar algo, debemos usar el órgano apropiado. Si queremos recibir la revelación del misterio, necesitamos un espíritu. En cuanto a ello de nada nos sirve usar nuestra mente, pues cuanto más pensamos acerca del misterio, más nos encontraremos en tinieblas. Por lo tanto, si queremos ver las cosas espirituales, necesitamos del espíritu.

Efesios 4:23 dice: “Os renovéis en el espíritu de vuestra mente”. Efesios 4:22 nos manda a que nos despojemos del viejo hombre, y el versículo 24 dice que nos vistamos del nuevo hombre. La manera en que nos despojamos del viejo hombre y nos vestimos del nuevo es ser renovados en el espíritu de nuestra mente. El “espíritu de vuestra mente” es un término muy especial. Éste significa que el espíritu tiene que extenderse a nuestra mente, hasta convertirse en el espíritu de nuestra mente. También prueba que nuestra mente es controlada por el espíritu. En otras palabras, revela que nuestra mente natural ha llegado a ser una mente espiritual, pues en ella está presente el espíritu. Es a medida que el espíritu se extiende a nuestra mente que somos renovados. Necesitamos ser renovados en nuestra mente. De este modo, nos despojaremos del viejo hombre y nos vestiremos del nuevo.

Efesios 5:18 dice: “Sed llenos en el espíritu”. No necesitamos ser llenos de vino, sino ser llenos del Señor en nuestro espíritu. No debemos tener un espíritu vacío. En vez de ello, nuestro espíritu debe ser lleno de Dios.

Según el texto griego, Efesios 6:17 y 18 dicen: “Recibid el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, el cual es la palabra de Dios; con toda oración y petición orando en todo tiempo en el espíritu”. El versículo 18 revela que debemos orar en todo tiempo en nuestro espíritu.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top